ERC transmite al Gobierno la “conveniencia” de excarcelar a Junqueras para neutralizar a Puigdemont

JxCat
Oriol Junqueras y Carles Puigdemont. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Las presiones políticas para que hoy sea revisada la prisión preventiva de Oriol Junqueras crecen. ERC ha trasladado al Gobierno la “conveniencia” de que el líder de ERC salga de la cárcel para favorecer su investidura como futuro presidente de la Generalitat catalana. ERC lo ha hecho por medio de los cauces y contactos que se abrieron en su momento dentro de las negociaciones con las que Moncloa pretendió llegar a un punto de entendimiento y frenar la declaración unilateral de independencia.

El mensaje, por increíble que parezca, alude a la supuesta mayor radicalidad de Carles Puigdemont y a su “incapacidad para negociar”. Y asegura que, de cara a mantener un posible contacto abierto con el Gobierno, es preferible y “conveniente” para ambas partes que el futuro presidente del Govern sea Oriol Junqueras, un hombre, según esos testimonios, más dialogante que el presidente depuesto y fugado a Bruselas.

El mensaje, sea como sea, ha llegado a instancias del Tribunal Supremo, donde no está gustando ni lo más mínimo, que en una decisión que debe ser exclusivamente judicial, se mezclen supuestas peticiones políticas de los separatistas. Peticiones ausentes por completo de razonamiento jurídico y cargadas de politización.

La Fiscalía, por su parte, ha dejado claro ya que no tiene intención de modificar su criterio a menos que los abogados de Junqueras aporten hoy pruebas o material nuevo con el que se avale el supuesto alejamiento de las tesis golpistas por parte del que fue vicepresidente durante todo el desafío a la Constitución y a la unidad de España. Es decir, que o queda claro que Junqueras se ha retractado por completo del golpe y se compromete a respetar la Constitución o el Ministerio Público rechazará su excarcelación, tal y como ha adelantado OKDIARIO.

Los argumentos de ERC resultan más creíbles dentro de su pugna con JxCAT -por conseguir ser el partido que lidere la Generalitat-, que como argumentos realistas en clave nacional. Y es que, el enfado de ERC con el fugado Puigdemont -que eludió la prisión saliendo de España sin avisar a Junqueras- ha llegado a un punto en el que la pugna por el Govern no entiende ya de reglas. Por ello, lo mismo que Puigdemont no contó con Junqueras a la hora de librarse de la cárcel preventiva a la que sí fueron buena parte de sus compañeros de Govern, Junqueras intenta ahora convencer al Gobierno para que le permita volver al protagonismo mediático aprovechándose de que Puigdemont sigue fuera de España y neutralizar, así, el poder creciente del líder de JxCAT.

El argumento de ERC, sin embargo, es verdad que se apoya en hechos pasados y reales. Y es que es cierto que Junqueras llegó a ser claramente preferido por Moncloa a la hora de entablar conversaciones. Tan preferido, que el aparente y pretendido entendimiento quedó plasmado en la prensa del momento en los encuentros con la Vicepresidencia del Gobierno.

Pese a ello, no es ERC el único que ha pretendido interferir en la Justicia. JxCAT, por su parte, también lo ha intentado: a través del PNV. Los nacionalistas vascos siempre han tenido un mayor entendimiento con el partido heredero de la burguesía catalana -la vieja Convergencia, hoy JxCAT- que con ERC. El presidente Urkullu ya pretendió convencer a Puigdemont de que aparcase la declaración unilateral de independencia para favorecer un acercamiento con el Gobierno. Y, ahora, ha vuelto a recibir la petición de JxCAT para que les ayude a convencer al Gobierno de que no son ciertos los argumentos de ERC. Esa petición, de hecho, formó parte del reciente encuentro entre el ex consejero Jordi Turull y Urkullu estas Navidades, el día 30 de diciembre, en San Juan de Gaztelugatxe, con Josu Erkoreka delante. Encuentro que se ha vestido de fortuito y que tuvo más contenido del admitido oficialmente.

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