El engaño estadístico de Sánchez llega a la UE: los datos europeos muestran 806 muertos más que en España
Los muertos aparecen y desaparecen. Los contagios suben y bajan. Las casillas de nuevos fallecimientos diarios muestran ‘ceros’ y, sin embargo, las autonomías sí que reflejan muertes cada día. Así son las estadísticas españolas. Unas cuentas que, tras quedar en entredicho ante la OMS, ahora lo hacen ante la UE: el pasado viernes los datos europeos mostraban 806 muertos más de los reflejados oficialmente por el Ministerio de Sanidad.
Las inexplicables manipulaciones en el recuento de contagios y muertes que ha registrado España en la gestión del coronavirus han conseguido hacer saltar las alertas de la prensa y organismos internacionales. El pasado 4 de junio, sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó 29.858 muertos por coronavirus en España. Y esa cifra suponía 2.730 más que los fallecimientos oficiales admitidos por el Ministerio de Sanidad (27.128).
OKDIARIO revela hoy un nuevo descuadre de cifras de muy difícil explicación. Y es que las muertes que recoge la UE por medio de su agencia European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) suman a fecha del pasado viernes 806 muertos más que los admitidos por el Gobierno de Pedro Sánchez en España. Si el día 5 de junio, el recuento de víctimas mortales del Ministerio de Sanidad reflejaba 27.134 personas fallecidas por Covid-19, el ECDC de la UE recogía 27.940. Y eso, pese a haber permanecido cuatro días inalterado el dato. De hecho, esos 27.940 fallecidos eran los mismos que el 3 de junio recogía la OMS, pero ese día la diferencia de los datos de ambos organismos internacionales frente a los españoles aún era mayor: Sanidad reflejaba 812 muertes menos que ellos.
La ECDC deja claro en sus documentos que “sólo los casos y muertes reportados por las autoridades competentes nacionales y regionales de los países y territorios enumerados se agregan en nuestra base de datos”. Con lo que es inexplicable el hecho de que sus datos no recojan las muertes comunicadas por Sanidad en España, ya sea en el mismo momento o con algún día de retraso por una hipotética tardanza en la remisión o actualización de las bases estadísticas.
Pero no es, ni por lo más remoto, la primera manipulación estadística remitida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a instancias internacionales.
El Gobierno de Pedro Sánchez, de hecho, decidió iniciar la desescalada del confinamiento tras alterar las estadísticas de contagios de coronavirus y sacar del recuento de positivos todos los casos confirmados por medio de test de anticuerpos. Y, en medio de esa decisión, optó por cortar el envío de datos de nuevas víctimas mortales, justo en el momento de decidir el desescalado del confinamiento. Así, el informe sobre la situación de España que publica la Organización Mundial de la Salud (OMS) recogió lo siguiente en la casilla del día «26 de abril. Nuevas muertes»: «0». El propio informe aclaraba que el dato no correspondía con un dato real, sino que estaba provocado por el hecho de que se encontraba pendiente de comunicación el número de nuevas víctimas mortales de aquella fecha.
El informe del día previo, del 25 de abril, tal y como publicó OKDIARIO sí incluyó esa cifra de nuevas víctimas mortales, porque, evidentemente, lo normal es remitir los datos a la OMS para que pueda confirmar la correcta o incorrecta evolución de los casos y de la gravedad de la enfermedad en cada país. El 25 de abril, de hecho, el dato mostraba 367 nuevas muertes en España.
Hay que recordar igualmente que, justo el fin de semana en el que se hizo ese parón del envío de datos, fue el fin de semana en el que Pedro Sánchez inició oficialmente el desescalado del confinamiento permitiendo, incluso, la salida de los niños de las casas para dar una vuelta.
Y hay más casos sonados. La estadística de contagios por coronavirus oficial dio un vuelco aparentemente optimista en la recta final de abril. De pronto, el dato de contagios totales dejó de incluir los casos confirmados por test de anticuerpos, con o sin síntomas y, obviamente, bajaba.
Simultáneamente, el Gobierno lanzó el mensaje triunfalista de que la tasa de nuevos contagios se reducía y se situaba en un 1,4%, un nivel, que según el Ejecutivo de Pedro Sánchez, permitía pensar ya en la desescalada del confinamiento.
Todo ello estuvo motivado, de nuevo, por el hecho de que la OMS había exigido la bajada de la tasa de nuevos casos como requisito para aceptar la relajación de los sistemas de control de los contagios. ¿Cuál era el problema? Pues que si se acudía a los cuadros internos del informe, allí sí aparecía el dato total: y desmentía la versión publicitaria del Gobierno.
Porque el dato real confirmado por todos los tipos de test positivos reflejaban en aquellas fechas un aumento de los casos de un 2,4%. Un nivel con el que era complicado justificar la desescalada.