El encargado del monumento a los refugiados de Carmena era el dueño de la finca de las orgías de Roldán
El responsable de suministrar la obra escultórica 'Refugiados' al Ayuntamiento de Madrid fue el propietario de unas de las fincas donde Luis Roldán organizaba fiestas desenfrenadas en un pueblo de Ávila.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha nombrado a Tako Pezonaga responsable del monumento a los refugiados que costará 300.000 euros y que se instalará en el Paseo de Recoletos. Este hombre fue el dueño de la polémica finca en La Adrada (Ávila) donde vivió y organizó fiestas subidas de tono junto a Luis Roldán, el polémico director general de la Guardia Civil que se fugó de la justicia española.
Como ha publicado OKDIARIO, Pezonaga acumula deudas allá por donde ha pasado. Desde los años 90 aparece en la hemeroteca como autor de verdaderos pufos en entidades públicas como el Ministerio de Sanidad o el Museo de Ciencias de Alcobendas y en empresas privadas, como un club de golf de Pamplona donde gestionó un restaurante. Este último caso mucho más reciente: en 2014, tras volver de una aventura empresarial en Salvador de Bahía (Brasil) donde conoció al artista del monumento que reemplazará la lona del ‘Refugees Welcome’.
Pero su pasado oscuro no queda ahí. Este chef, periodista y organizador de eventos fue propietario de una parcela en el municipio abulense de La Adrada, en en Valle del Tiétar, donde hay un antiguo vagón de tren rehabilitado como chalet. Fuentes consultadas por este diario confirman que en esa propiedad se organizaban fiestas desenfrenadas con Roldán. «Desde la montaña cercana veían mujeres sin ropa por el jardín y la piscina, eran fiestas espectaculares», explican.
En el libro Urralburu: corrupción al servicio de Estado (Txalaparta) se recoge como Pezonaga y Roldán eran grandes amigos. «Tras la fuga del director de la Benemérita, Pezonaga se situó en el punto de mira de periodistas y policía, que lo buscó en su finca de La Adrada, en la provincia de Ávila», indica el autor Francisco Zamora Aznar.
Además, agrega que «Pezonaga compartió piso en Madrid con la segunda esposa de Roldán e incluso presentó al jefe de la Benemérita a su futura consorte».
El chalet-vagón fue registrado por la Policía cuando Luis Roldán se fugó
Este libro se centra en la figura de Gabriel Urralburu, presidente de Navarra por el PSOE que, igualmente, contaba entre sus amigos íntimos con Pezonaga. Este dirigente autonómico fue, por el cobro de comisiones, encarcelado durante cuatro años por la conocida como ‘trama navarra del caso Roldán’.
El célebre chalet-vagón en La Adrada, Ávila. (Foto. Google Maps)
Gracias a estas amistades Pezonaga logró en Madrid ya entonces trabajar para el Ayuntamiento de Madrid en la gestión del Teatro Español en tiempos de Enrique Tierno Galván. «Tras el matrimonio con una inglesa que duró un mes, Tako emigró a Madrid junto a numerosos navarros de la onda socialista. Allí compartió piso en la calle Duque de Liria con la esposa de Roldán, Blanca Rodríguez Porto, donde transcurrió el apasionado noviazgo», comenta el citado escritor.
El libro explica cómo «la amistad con el ex director de la Benemérita se mantiene pese a las duras circunstancias y su chalet-vagón en La Adrada fue registrado durante la fuga de Roldán». Tako, al poco de conocerse en encarcelamiento de Roldán, envió un extenso fax a la cárcel reiterándole su apoyo y solidaridad. Precisamente en el chalet-vagón vivió la mujer de Roldán durante la estancia en prisión de su marido por un tiempo.
Contratos con el Gobierno
Durante esos años en Madrid Pezonaga estuvo vinculado a varias empresas e incluso fundó, junto a la esposa del ex ministro de Presidencia Javier Moscoso, una dedicada al asesoramiento de imagen y publicidad con el objetivo de organizar fiestas, conciertos y campañas de imagen. Tuvo clientes como precisamente la Guardia Civil y la Presidencia del Gobierno.
Por ejemplo, organizó la visita del Papa Juan Pablo II a España o actos del Plan Nacional contra el Sida, lo que le costó la dimisión al alto cargo ministerial Carlos Artundo por consentir que Pezonaga recaudara en nombre del Estado dinero de empresas en una cuenta corriente personal.
Otra línea en su currículum que recoge el libro es que logró la representación de las Relaciones Públicas de Colombia en España cuando el embajador era el posteriormente presidente Ernesto Samper, acusado de financiar su campaña electoral con dinero del narcotráfico.
OKDIARIO se ha puesto en contacto con el protagonista de esta rocambolesca historia que, sin explicar sus pufos y sus amistades, subraya que el contrato por el monumento es entre el artista brasileño y el Consistorio de Carmena. «Mi asistencia es de amistad personal con el artista Bel Borba», zanja sin contestar si cobrará una parte de los 300.000 euros de la escultura encargada a dedo por Carmena. Una obra idéntica a la que el artista brasileño presentó en la Bienal de Montreux (Suiza) en 2017.