El discurso íntegro de Ayuso: «Tuve que hacer de tripas corazón mientras otros decían que yo iba a caer»
La Junta Directiva Nacional ha dicho hoy adiós a Pablo Casado. El hasta ahora presidente del PP ha asegurado no haber “hecho nada malo”. Isabel Díaz Ayuso ha contestado: ha denunciado los ataques recibidos desde Génova, las filtraciones constantes de supuestas tramas de corrupción con el fin de diezmarla y evitar su presidencia del PP madrileño, y ha exigido la expulsión de todos los que han atacado su credibilidad y que han preferido, incluso, atacarla a ella a criticar a Sánchez. OKDIARIO ha accedido al discurso íntegro. Ayuso ha hablado sin tapujos de la persecución a la que fue sometida por su partido y la dirección que debe tomar el PP a partir de ahora en relación a Vox: «Negar que quien hoy vota a Vox era nuestro votante es estar ciego».
Este es el texto literal de la intervención de Díaz Ayuso.
“Muchas gracias presidente, y compañeros. Este es el discurso, quizá, más difícil, que voy a pronunciar en toda mi vida, pero creo que este es el lugar y el momento de hacerlo.
En primero lugar lo que quiero preguntarme, creo que debemos hacerlo, es, cómo hemos llegado a este despropósito.
Lamento que estemos en este punto: que el PP se debata entre llegar pronto al Gobierno o pulverizarnos hasta la extinción. Y podemos desaparecer como le ha ocurrido a otras familias políticas en el pasado. Y la vida ha seguido sin ellas. Por eso, lo que hagamos durante este mes es clave para España y para nosotros. Nada salva a un partido cuando cae en la irrelevancia.
El 4 de mayo lo teníamos todo. Una izquierda contra las cuerdas, desacreditada, despojada de los efectos de su propia propaganda, pero, sobre todo, un centro derecha ilusionado, convencido y fuerte.
Pero da la sensación de que algunos pensaron más en protegerse por si llegaban momentos como este que en ser la verdadera alternativa a Sánchez. Y por eso estamos así en las encuestas. Lo que estaba pasando en la casa va mucho más allá de lo sucedido conmigo. Y, por eso, hay muchos afiliados y dirigentes agraviados por todo el país, a los que se les ha negado la voz si no se dejaban controlar por el mando, a los que se trataba como a intrusos en su propio partido.
Ojalá se hubiera investigado con tanto detalle a Pedro Sánchez y a otros gobiernos de la izquierda como a miembros del partido, a la Comunidad o a mi familia.
Los socialistas, sólo en el gobierno de La Moncloa, dilapidaron más de 300 millones de euros en compras defectuosas de material sanitario ¿Por qué creéis que hay tantos dirigentes en otras regiones que no dicen nada de esto?
La Comunidad de Madrid, fuertemente castigada durante la primera ola y ante la inacción del gobierno, tuvo que hacer lo imposible para conseguir material con el que proteger a los sanitarios y salvar vidas. No nos gastamos el dinero del contribuyente en prostíbulos o mariscadas.
Peleamos los cierres ilegales de Madrid, demostramos al país la clase de gobierno que teníamos.
Mi Consejo de Gobierno jamás hizo otra cosa que actuar con rectitud y gran profesionalidad. Jamás benefició a ningún familiar y menos, mío. Ni familiar, ni amigo. Y no encontraréis un ejemplo que me desmienta. El contrato famoso, del que se ha estado hablando en cada redacción porque había una misión encargada desde esta casa para que se supiera, fue un contrato ajeno a mí. Y me enteré en Génova de su existencia un año y medio más tarde. Jamás medié en él.
Cuando en Madrid morían 700 personas nos dejamos literalmente la salud por salvar vidas. Y eso es algo que nos han reconocido los ciudadanos en las urnas y espero que mi partido, también.
He oído hablar durante meses cómo periodistas me decían que desde mi partido se me llamaba corrupta y avisaban: “Verás cuando salga lo del hermano y su familia”. Por cierto, algo que se sigue haciendo y que quiero denunciar aquí. Aún se llama a la prensa pidiendo que se me investigue más y más.
¿A quién le importa cómo se sienta un chaval de 18 años, mi sobrino, que tiene que volver a clase cada día, una cuñada y unas niñas que viven en un pequeño pueblo o una madre, viuda y jubilada, sobre la que se arrojan insidias y a la que también se le ha señalado como corrupta?
O unos primos que por tener el apellido “Ayuso” están perdiendo clientes o ascensos en su trabajo. O personas que ya no estando ni siquiera en mi entorno personal están siendo cuestionadas en sus puestos de trabajo. A todos les han robado el anonimato.
Mi familia se ha dedicado durante largos años a crear puestos de trabajo en el mismo sector. Estoy cansada del trato que se le ha dado, de tener que leer supuestas tramas y corruptelas. Pero también estoy cansada de tener que hablar de ella desde que comenzó mi primera legislatura. Mis antiguos socios de gobierno, los demás partidos de la oposición, la prensa del entorno del gobierno. No me han podido dar un trato más infame.
Pero es que, además, yo nunca he tenido ninguna vinculación ni laboral, ni comercial o económica con absolutamente nadie de mi familia.
Se me ha de juzgar (y se nos ha de juzgar) por mi labor. Y se ha de respetar la presunción de inocencia siempre. Entiendo que esto a muchos apenas le importará porque esto sólo duele cuando la familia destrozada es la tuya.
Lo que no sé es cuántas Ritas Barberá quiere dejar este partido más en la cuneta. Y cómo pretender el respeto de los ciudadanos cuando no lo tenemos ni con los nuestros.
Pero advierto: el daño causado es para todos. La Comunidad de Madrid es clave para el Partido Popular nacional.
Y ahora se enfrenta a un desgaste insoportable. Estamos en manos del PSOE. A los tiempos que les convenga a los que nos quieren destruir, ahora en la Fiscalía el tiempo que deseen ellos. El caso quedará en nada. Pero ¿cuánto tiempo tardarán en dar a esto carpetazo?
Nos enfrentamos a comisiones donde se nos llevará como corruptos, a acoso mediático, a penas de telediario. El resto de la legislatura en Madrid no se hablará de otra cosa, no se hablará de los hospitales, como el de La Paz que vamos a reformar ahora, o de colegios… No se hablará de todo lo que estábamos haciendo los del Partido Popular.
Y eso yo me lo esperaba de la izquierda. Pero no de mi propio partido, que ha sospechado de mí, después de 18 años de entrega en cuerpo y alma. Y esto es muy difícil de asimilar. Y si seguimos aquí muchos, yo la primera, lo hago porque lo merecen nuestros votantes, a los que tantas veces se nos olvida su existencia y que, por cierto, se lo debemos todo.
Y tuve que hacer de tripas corazón en la convención de Valencia, en el congreso de Andalucía, en el de Castilla y León y en sus elecciones, o en el cónclave de Castilla- La Mancha. Y siempre estuve ahí, siempre he estado donde se me ha pedido. Mientras los mismos decían por lo bajo: “le queda poco para caer”.
Desde mi casa se ha hecho lo imposible por echarme de la política y destruirme en lo personal. No sé cuándo dejaremos de entregar trofeos a nuestros adversarios políticos.
¿Y en qué punto nos encontramos?
Nos encontramos en un momento muy delicado y yo haré todo lo que pueda como siempre hago, desde la retaguardia, que es la Comunidad de Madrid, para recuperar todo lo perdido.
Y ser un ejemplo más para los ciudadanos, ser un ejemplo del gobierno que se están perdiendo hasta que el Partido Popular, hasta que nosotros, lleguemos a La Moncloa.
Pero han sucedido hechos gravísimos que, para volver a ganarnos la confianza de la opinión pública, habrá que investigar y expulsar a sus autores. Y saber por qué un estúpido anónimo acaba en forma de SMS en los teléfonos de nuestros adversarios políticos.
O qué hay de cierto sobre que un alcalde que trabaja donde casualmente se presentó la declaración de aquel empresario de las mascarillas, y que ha sido justo desde ahí donde puede parecer que se han filtrado datos.
O si esto tiene que ver con el nombramiento del Tribunal Constitucional y el de Cuentas, como sostienen muchos medios de comunicación. Yo esto no lo sé.
Lo que sí sé es que esto nunca se había visto en nuestra casa y que nunca se había repetido así contra un Gobierno autonómico. Nunca había visto estas prácticas y no creo tampoco en las heridas cerradas en falso. Por eso, lo que sí que pido es que todo el que haya formado parte de esta campaña sea inmediatamente puesto en la calle.
¿Y qué hacer hacia adelante?
Esto es una pequeña reflexión, creo que es lugar para hacerlo, dentro de la casa. Aunque nos cueste mucho, esto va a ser muy difícil para nosotros después de todo el escenario que tenemos ahora abierto por delante, no vamos a dejar de trabajar ni un solo momento por la Comunidad de Madrid. Porque nuestros gobiernos trascienden al partido.
Y lo que voy a hacer es seguir por la misma senda y no vamos a cambiar todo aquello que en Madrid nos ha dado tanto éxito, y creo que en muchos lugares de España.
Por eso, no vamos a claudicar ante el PSOE, ni permitir que le suban los impuestos a los madrileños sin dar batallas. No vamos a permitir que cuando haya reformas como la del sistema de financiación, estemos los últimos. Ahí seremos, sobre todo, Comunidad de Madrid.
Cada vez que nos hemos mimetizado con la izquierda hemos perdido toda la credibilidad. No conozco una sola negociación con ella donde hayamos ganado nada. Cada pacto que no busque la verdadera renovación de las instituciones nos destruye a nosotros y a ellas.
Nunca hemos utilizado nuestras mayorías para acometer reformas de calado o pocas veces y al final todo queda infectado de ideología totalitaria.
Debemos ser la alternativa y presentar nada más terminar el Congreso una batería de medidas reformistas, que ilusionen y que marquen un nuevo camino, contando también con caras nuevas, con la experiencia que tanto nos hace falta, pero también con renovación y entusiasmo.
Y dar la batalla cultural si no queremos que terminen de cambiar España por la puerta de atrás. Hacerlo con imaginación, principios, patriotismo, valor y más trabajo. Sólo los partidos que sean realmente útiles para España y la protejan ante tanto daño, van a sobrevivir. Yo, por eso, creo en ti, Alberto.
Y mientras en Madrid, hemos de seguir con el mismo discurso claro y muchas veces nacional: o socialismo o libertad.
Y, para terminar: somos la casa común del centro- derecha, donde deben volver todas las corrientes. Negar que quien hoy vota a Vox o (en menor medida) a Ciudadanos, era nuestro votante, es estar completamente ciego y alejado de la realidad. Cosa distinta es defender desde las instituciones todo aquello que nos separa de estas dos formaciones, muy erráticas en numerosas ocasiones, pero a las que nos une un objetivo común: el cambio de rumbo en España.
Hay que ser verdaderamente liberales para entendernos hasta en los matices: Liberales, conservadores, personas inspiradas por el humanismo cristiano, socialistas descontentos con el sanchismo, han de encontrarse aquí.
El Partido Popular no es nuestro. Somos patrimonio de la democracia española. Los que estamos aquí estamos de paso. El partido es también de los que se fueron y de los que están por llegar. Es de todos los españoles.
No podemos abandonar a nuestro país. De nosotros depende o conquistar La Moncloa o pulverizarnos hasta la extinción. En este punto, no hay término medio.
La gente en política debería pensar: “Nos queda el PP”. Si esto no es así ¿de qué sirve nuestro partido y qué nos queda en política? No hay que ser “menos PP” para gustar, sino más.
Muchas gracias”.