La CUP baraja prestar dos diputados a Artur Mas para garantizar su investidura

Baños
El dirigente de la CUP Antonio Baños (Foto: Efe)

La CUP baraja prestar a Artur Mas dos de sus diez diputados autonómicos para hacer posible su investidura como presidente de la Generalitat. Oficialmente, el grupo antisistema ha anunciado una y otra vez su veto a apoyar la reelección de Mas, al que identifica con la corrupción que ha dominado la vida pública en Cataluña durante varias décadas.

Sin embargo, la CUP se estaría planteando en estos momentos prestar dos de sus diez diputados para evitar la situación de bloqueo que vive el Parlament catalán. En las elecciones del 27S, la candidatura de Junts pel Sí obtuvo 62 escaños, lejos de la mayoría absoluta que está fijada en 68.

En caso de que Artur Mas pueda sumar 64 votos en la sesión de investidura (incluyendo dos de la CUP), podría ser reelegido presidente en segunda vuelta, frente a los 63 votos en su contra de Ciudadanos, PSC, PP y Catalunya Sí que es Pot (la marca blanca de Podemos).

Artur Mas mantuvo el pasado lunes una reunión secreta con los diputados de la CUP Benet Salellas y Anna Gabriel, para intentar vencer su veto. Al encuentro también asistieron la dirigente de ERC, Marta Rovira, y el cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva.

Manos Limpias pide que Mas sea detenido ya

La primera concesión del president en funciones ha sido el respaldo de Junts pel Sí a la «declaración institucional» registrada el martes en el Parlament, en la que se anuncia el inicio del proceso de independencia y la desobediencia a todas las leyes españolas.

Como ha informado OkDiario, el sindicato Manos Limpias ha presentado este viernes ante la Fiscalía General del Estado una denuncia en la que pide al juez que ordene de inmediato la detención de Artur Mas como autor de un delito de sedición, así como la suspensión de sus funciones y que se impida la celebración del Pleno en la que se aprobará la «declaración de independencia».

Al menos seis consellers del ejecutivo del Govern en funciones manifestaron esta semana su malestar por la decisión de Artur Mas de respaldar la declaración unilateral de independencia. Se trata de los consellers de Interior, Jordi Jané; el de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila; la de Educación, Irene Rigau (imputada al igual que Artur Mas por la organización del referéndum ilegal 9N), el de Empresa y Empleo, Felip Puig; el de Justicia, Germà Gordó, y la vicepresidenta Neus Munté.

Oriol Junqueras ya se ve presidente

Varios de los miembros del Govern manifestaron su inquietud ante la posibilidad de que los radicales de la CUP vayan a marcar el camino del nuevo Ejecutivo autonómico, algo que causa una profunda preocupación en buena parte del empresariado catalán.

Sin embargo, Artur Mas argumentó que el entendimiento con la CUP es la única opción para continuar al frente de la Generalitat. La alternativa, advirtió, sería que el grupo anticapitalista acabe colocando en el Palau de la Generalitat al líder de ERC, Oriol Junqueras, que aguarda su momento para capitalizar el proceso de independencia.

O que acabe presidiendo la Generalitat Raül Romeva, a quien CDC y ERC colocaron al frente de la candidatura Junts pel Sí, para evitar que durante la campaña electoral se centrara la atención sobre la gestión de Artur Mas o sobre la corrupción de su partido.

En ambos casos, advirtió Mas, Convergencia perdería en gran medida su capacidad de influencia, en un momento tan decisivo del proceso de ruptura que lleva preparando desde hace dos años.

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