El comité de seguimiento de la pandemia bajo mínimos mientras la segunda ola azota España

El comité de seguimiento del coronavirus, encargado de evaluar el día a día de la evolución de la pandemia y de tomar las correspondientes decisiones de control, ha ido menguando en su composición desde que se conocieron los primeros casos, a la actualidad. Inmersos en la segunda ola pandémica, y con una situación epidemiológica preocupante, ese comité apenas reunió en su última convocatoria, el viernes, al ministro de Sanidad, Salvador Illa; el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón; la nueva secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón y el director de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo. La convocatoria estuvo presidida por el presidente socialista.

La fotografía contrasta con las reuniones de primeros de marzo, en la semana que llevó a la declaración del estado de alarma y el confinamiento de la población. Entonces, esta cita de seguimiento reunía a un buen número de representantes del Ministerio de Sanidad.

Polémicas

Esta circunstancia se añade a la polémica por los presuntos expertos que asesoran al Gobierno en la crisis.

Recientemente, el Ejecutivo confirmó, en una respuesta oficial al Defensor del Pueblo, que no existió un comité de expertos que le asesoraran para decidir los cambios de fase en la desescalada. En una respuesta en Transparencia, la directora de Salud Pública admitía que «no existe ningún comité de expertos encargado de la evaluación de la situación sanitaria de las comunidades autónomas y que decida las provincias o territorios que pueden avanzar en el proceso de desescalada del confinamiento, puesto que la responsabilidad corresponde al ministro de Sanidad tras su valoración con las distintas comunidades autónomas».

Es decir, en realidad era el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien tenía la última palabra en los cambios de fase de las distintas autonomías y provincias, asesorado únicamente por funcionarios técnicos de su departamento.

Otra de las polémicas se generó precisamente por la opacidad del Gobierno con los expertos que, presuntamente, decidían esos cambios de fase. Ello, pese a que la ley obligaba al Ejecutivo a revelar sus identidades.

El Gobierno, y el propio presidente Sánchez, siempre se ha amparado en los presuntos «expertos» para eludir responsabilidades en su cuestionada gestión de la pandemia.

Sin embargo, el Ejecutivo no recurrió a un grupo de expertos para asesorarse en la crisis del coronavirus hasta el 22 de marzo, cuando la pandemia ya estaba desbocada en nuestro país y se había decretado ya el estado de alarma. Por entonces, España sumaba la cifra de 28.572 infectados y habían muerto 1.720 personas, según Sanidad.

Ese día se constituyó formalmente en denominado Comité Científico-Técnico, que, según fuentes de Sanidad, «ha mantenido encuentros semanales con el presidente del Gobierno durante el estado de alarma y la desescalada».

Dicho comité estaba integrado por seis técnicos, con Fernando Simón al frente. Los nombres de sus componentes sí se hicieron públicos. Uno de esos expertos, Antoni Trilla, no sólo negó la pandemia, cuando ya era una evidencia en China. También se burló abiertamente de ella. «Se está generando una histeria sin fundamento», dijo en febrero en una entrevista en La Voz de Galicia. Y añadió con sorna: «Mira que si se descubre que el percebe es el huésped del coronavirus, la que se iba a liar en Galicia».

Además de ese Comité Científico-Técnico, Sanidad dispuso de tres grupos más para la gestión de la crisis pandémica.

El segundo se constituyó ya para enfocar la desescalada. Estuvo liderado por la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, junto al ministro Illa y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, y formado por, explica Sanidad, «equipos de funcionarios de los tres departamentos» que «facilitaron la
coordinación del análisis de las propuestas» para el Plan de Desescalada, así como la preparación del documento final. La composición de ese grupo acabaría siendo pública varios meses después.

Además, se formó además un «grupo multidisciplinar» en el Ministerio de Ciencia, enfocado esencialmente a la investigación, y formado por especialistas de distintas áreas. Su trabajo apenas ha trascendido.

Situación preocupante

Tras varias semanas de parón vacacional, Pedro Sánchez admitió esta semana que la situación de la pandemia es preocupante. No obstante, su única solución ha sido relegar las responsabilidades en las comunidades autónomas que, dijo, podrán solicitar el estado de alarma para sus territorios.

Desde que decayó el estado de alarma, el pasado 21 de junio, el Gobierno ha rechazado tomar el control de la crisis sanitaria.

El viernes, por segundo día consecutivo, la cifra del total de contagiados en un día se acercó de nuevo a los 10.000. Nuestro país, según los últimos datos facilitados por Sanidad, se encuentra en el ‘top five’ mundial en riesgo de contagio.