Colau se queda sin dinero para los refuerzos policiales en plena alerta terrorista navideña
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha retirado las partidas presupuestarias que permitían dotar de refuerzos a la Guardia Urbana (policía municipal) para poder actuar de acuerdo al alto riesgo de atentado terrorista que suponen las Navidades.
Los gastos del Consistorio barcelonés en cuanto a refuerzos de servicios de Guardia Urbana ascienden a una cifra entre 9 y 11 millones de euros en este año, pero el porcentaje destinado al mes de noviembre ha quedado anulado. Por el momento se desconoce si en diciembre se restablecerá o no. Todo esto conlleva que el cuerpo policial se encuentra totalmente desbordado.
Barcelona, como el resto de España, se encuentra en alerta terrorista 4 y la Guardia Urbana y, según el sindicato CSIF, carece de una dotación apropiada de recursos humanos y materiales. Barcelona es la segunda ciudad española más poblada, después de Madrid, y el sindicato recuerda como evidencia la deficiente seguridad pública que se puso de manifiesto con los atentados de agosto.
El hecho de retirar las partidas presupuestarias para los refuerzos, conlleva una precariedad laboral y una falta de seguridad de los agentes porque no pueden abordar servicios problemáticos con efectivos suficientes. Como consecuencia, el cuerpo policial no se ve capacitado de proporcionar con calidad la seguridad ciudadana.
El representante de la Guardia Urbana en CSIF, Eugenio Zambrano, asegura a OKDIARIO que existen distritos «con serios problemas en turnos diurnos y nocturnos», también para cubrir servicios ordinarios y falta de mandos intermedios en los diferentes turnos.
Colau negó dar su polícia armas largas
No es la primera vez que la Guardia Urbana muestra su malestar con la alcaldesa de Barcelona. Fue en pasado mes de septiembre cuando los agentes pidieron más herramientas policiales y una mejor formación y organización a Ada Colau, que se negó rotundamente a dotar a su policía local con armas largas para poder combatir y hacer frente a la amenaza yihadista que, según fuentes del propio cuerpo, «sigue muy viva en Barcelona».
El problema procede de la escasez de efectivos. Únicamente 2.900 agentes patrullan la ciudad. La cifra ha ido decreciendo anualmente ya que, según denuncian los sindicatos, «no se reponen ni los jubilados». Por ello se debe invertir en una partida que, a priori, debería ser menor porque no tendría por qué necesitarse.
El gobierno municipal de Barcelona se excusa en el recorte de las partidas asegurando que «se encuentran sujetos a la ley de presupuestos». Un portavoz municipal afirma a OKDIARIO, no pueden «aumentar la plantilla pero sí la mantenemos». Y recuerda que en la Junta Local de Barcelona, donde todos los cuerpos policiales están presentes, se acordó horas extras en agosto, septiembre y octubre.
El ayuntamiento de Barcelona expresa su malestar por cómo un sindicato de la Guardia Urbana puede jugar con un tema tan serio como es la seguridad ciudadana.