El PSC inyectará el debate del referéndum pactado en el PSOE tras el 21-D

PSC Iceta Illa
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i), y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta (i). (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

El PSC llevará el debate sobre la realización de un referéndum pactado en Cataluña al seno del PSOE. Lo hará pasadas las próximas elecciones autonómicas del 21-D para evitar suicidarse electoralmente.

Pero el plan lo tiene ya trazado. Pedro Sánchez lo sabe y Miquel Iceta cuenta incluso con la persona que lo trasladará y defenderá: Núria Marín, la actual alcaldesa de L`Hospitalet de Llobregat y recién incrustada en el PSOE nacional como secretaria de Cohesión.

Se trata del primer alfil de Iceta -de hecho es la adjunta al primer secretario del PSC-, persona en auge que acaba de ser apadrinada en la Ejecutiva nacional de los socialistas bajo el mando directo de Sánchez y que hará las labores de discusión de esta propuesta en el seno de los socialistas en Ferraz.

El PSC oculta este debate porque sabe que la incongruencia de haber respaldado el artículo 155 para, teóricamente, defender la Constitución Española y, mientras, defender que se pueda someter a votación la violación del artículo 2 de esa misma Carta Magna, le puede pasar una profunda factura en las elecciones catalanas del 21-D. Pero lo cierto es que el trabajo de fondo pasa por esa estrategia.

La compañera de partido de Núria Marín, Núria Parlon, dimitió precisamente de la Ejecutiva nacional de los socialistas por no querer aceptar el respaldo de Pedro Sánchez al 155. Iceta sabe que ese es el sentimiento de una parte muy importante del PSC. Pero también sabe que ante la declaración unilateral de independencia y la votación ilegal, pocas opciones más tenía el PSOE que respaldar la aplicación del 155.

Pero tras la votación del 21-D los socialistas descuentan que el escenario cambia: porque tras esos comicios el nuevo Gobierno regional saldrá legitimado por una votación convocada por el Gobierno nacional. Y, por lo tanto, consideran ellos, a partir de ahí, borrón y cuenta nueva.

Parlon, de hecho, dimitió de su silla en el Ejecutivo nacional de Ferraz dejando libre la plaza de la Secretaría de Área de Cohesión e Integración, puesto que ahora ocupa Núria Marín.
¿Y qué defiende y defenderá allí Marín? Su perfil no es dudoso. No se ha mostrado tan abiertamente favorable al derecho a decidir como Parlon.

Especialmente porque es mucho más fiel a Iceta y quieren seguir nadando en esa aparente ambigüedad hasta pasadas las elecciones catalanas que les tienen que dar la representación y fondos que necesitan para el día a día. Pero es la misma alcaldesa que en pleno septiembre, y a la pregunta sobre si se debía pactar con el “Nosotros queremos votar, pero con garantías, en una votación legal, referéndum y otra votación. Evidentemente, si hay una votación pactada estaremos en eso. Pero hoy no ha habido pacto ni intento de negociación. No se han respetado las normas del juego y por eso no participamos”.

La estrategia engancharía con lo que ya se conoce como el plan Roures. La estrategia que debatieron en casa del multimillonario podemita Jaume Roures, varios de los protagonistas políticos que esperan este movimiento: Junqueras, Domenech y Pablo Iglesias.

Un plan que pasa por convencer a ERC para que dulcifique artificialmente su discurso. Por aparentar una relajación del golpe ofreciendo diálogo para pactar un referéndum, acercarse en esta propuesta a PSC y exhibir esta supuesta muestra de ‘diálogo’ como ejemplo de la capacidad de relajación de la tensión por parte de los socialistas.

La segunda parte del plan, evidentemente, se debería ejecutar en Madrid solicitando un referéndum pactado “dentro de la ley”. Un momento en el que toda la presión recaería sobre Rajoy, ya sin un respaldo claro de Pedro Sánchez.

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