Casado acusa a Sánchez de «rendir pleitesía» a Torra y dar «pasos irreversibles» contra la Constitución

Pedro Sánchez se ha reunido en el Palau de la Generalitat con el condenado e inhabilitado Quim Torra. El encuentro ha ocasionado las críticas de la oposición. Pablo Casado ha acusado al presidente del Gobierno de «rendir pleitesía» ante el presidente de la Generalitat y de dar «pasos irreversibles» alejándose de la Constitución.
El líder del PP cree que ha avisado de que su partido actuará contra el jefe del Ejecutivo si «cede» ante el separatismo negociando lo que «la Constitución y el ordenamiento jurídico le impiden negociar».
Casado también ha criticado durante su intervención ante el Grupo Popular que el presidente del Gobierno haya sido recibido «como un visitante extranjero». Además, ha defendido que el encuentro con Torra es una «estación más en la escapada» que ha iniciado el PSOE para contentar a los independentistas y que, a su juicio, incluye pasos como la reforma del Código Penal para revisar el delito de sedición o la creación de una mesa de diálogo bilateral.
Casado ha afirmado que «Joaquín Torra es incompetente para seguir ostentado un segundo más la presidencia de la Generalitat» tras haber sido despojado de su escaño en el Parlament y ha recalcado que por eso su partido ha presentado una querella contra él por «usurpación de funciones».
«Y actuaremos contra Sánchez si cede lo que la Constitución y el ordenamiento jurídico le impiden negociar en esa mesa de partidos o en cualquier reunión en la que traten cualquier tipo de prebenda para seguir el poder o aprobar los Presupuestos», ha aseverado.
Tras asegurar que el Gobierno de Sánchez funciona «con la respiración asistida de una bombona de oxígeno que es separatista», ha recalcado que es «absolutamente incompatible ser rehén de los independentistas y defender el interés general de todos los españoles».
Además, ha señalado que Sánchez está dando «pasos irreversibles en la deserción del PSOE del bloque constitucional», algo que, a su entender, es una «tragedia irreparable para la democracia española». Según ha dicho, está derribando «líneas rojas» que nunca pensaban que iba a cruzar.