Carmen Calvo repitió una votación por un error de Podemos en la Comisión de Igualdad del Congreso
El voto del diputado Alberto Casero a la reforma laboral se ha convertido en una de las mayores polémicas parlamentarias de los últimos tiempos y ha provocado una ofensiva del Partido Popular que amenaza incluso con llevar el caso al Tribunal Constitucional por la «prevaricación» de Meritxell Batet. Pero el funcionamiento del Congreso deja otros ejemplos, recientes y también polémicos. Como, sin ir más lejos, el que ocurrió la semana pasada en la Comisión de Igualdad: la presidenta, Carmen Calvo, repitió una votación porque las diputadas de Podemos se habían equivocado votando a favor de una proposición no de ley del Partido Popular.
En concreto, se trataba de la votación para la aprobación de un nuevo plan para la promoción de las mujeres del mundo rural. Calvo dio inicio a la votación, pero, como se observa en el vídeo, las diputadas de Podemos se equivocan y alzan la mano en señal de voto afirmativo. Ellas mismas se percatan del error y provocan las carcajadas de la ex vicepresidenta socialista. «A ver… empezamos…», dice Calvo, iniciando de nuevo la votación.
En ese momento, el diputado de Vox, Juan Luis Steegmann, llama la atención sobre lo acontecido: «Perdón, señora presidenta, esta situación, y usted tiene más experiencia que yo, se ha producido en la Subcomisión de Adicciones y una vez votada, es como el ajedrez, pieza movida…», dice el parlamentario. A lo que Calvo responde, entre risas: «Señoría, no habíamos votado. Baste que cualquiera de sus señorías que estaba equivocando el voto se hubiera incorporado a las otras dos opciones para sacar el resultado que hubiesen deseado los grupos. No se había cerrado la votación».
«Gracias por la aclaración, al menos lo he intentado», responde el diputado. Calvo estalla en carcajadas: «Muchas gracias por el tono». Si bien el funcionamiento de las comisiones difiere del pleno, la situación es sin duda rocambolesca y demuestra la falta de formalidad en la votación.
Este mismo lunes, Calvo, en una rueda de prensa en el Congreso, arremetió contra el PP por el escándalo de la votación sobre la reforma laboral. Según la socialista, los errores en las votaciones son «una realidad humana y parlamentaria». «Si te has equivocado, te has equivocado. No hay error informático y no toca más que arrostrar las consecuencias de lo que se hace, (aunque) sea una situación particularmente galvánica políticamente», señaló, obviando lo acontecido sólo unos días antes en la Comisión de Igualdad.
El PP está dispuesto a llegar hasta el final para que depuren responsabilidades por la actitud de Meritxell Batet, que se negó a reunir la Mesa del Congreso, como era su obligación, para valorar el voto presencial de Casero.
Como informó OKDIARIO, en un escrito fechado el 1 de febrero, la propia Batet autorizó la votación telemática de Casero garantizando que se haría bajo los términos de una Resolución de 2012 que le obligaba a revisar telefónicamente el voto con el diputado y a reunir la Mesa del Congreso si éste solicitaba después votar de manera presencial.
El Gobierno logró sacar adelante su reforma laboral el pasado jueves gracias al voto del diputado popular, que sostiene que votó que no, pero el sistema de votación telemática del Congreso contabilizó su voto como un sí. Al comprobar el error, el parlamentario acudió personalmente al Congreso para rectificar y votar desde su escaño, pero Batet se negó a reunir la Mesa y contabilizó el voto emitido como válido. La norma salió adelante por 175 votos frente a 174.
Como adelantó este periódico, la presidenta socialista del Congreso ha rechazado convocar de urgencia la Mesa del Congreso para valorar lo ocurrido -como solicita el PP- y lo ha retrasado hasta después de las elecciones de Castilla y León, unos comicios de indudable trascendencia para Pedro Sánchez.