Bolaños celebra que LalaChus se burle de los católicos en TVE: «Primer intento ultra de amedrentar»

El ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha salido a celebrar este miércoles la burla a los católicos que la humorista LalaChus perpetró durante las campanadas de Fin de Año en la emisión del ente público. La compañera de David Broncano, la estrella de la televisión del Gobierno, tiró este martes de un viejo clásico para tratar de llamar la atención, la burla pretendidamente humorística a los sentimientos religiosos. Al catolicismo, más concretamente, pues es la religión con la que se pueden hacer chistes sabiendo que la integridad física y la vida del cómico en cuestión no corren peligro: no ocurre lo mismo con otras confesiones. La presentadora, de nombre Laura Yustres, mostró una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en la que en lugar de la cara de Jesús aparecía la vaquilla del Grand Prix, la mascota del célebre programa conducido por el histórico Ramón García.  «Yo siempre llevo encima mi estampita de la vaquilla del Grand Prix», dijo.

El ministro de Justicia ha reaccionado celebrando la carta blanca de la que en España goza la burla al catolicismo: tanto, que él, personalmente, está impulsando una reforma del delito de ofensas religiosas para blindar por ley esta impunidad. Félix Bolaños salió al paso de las críticas al chiste de LalaChus espetando que en el primer día del año llega «el primer intento de los ultras de amedrentar». Y remarcó: «En 2025 impulsaremos la reforma del delito de ofensas religiosas para garantizar la libertad de expresión y creación, una medida del Plan de Acción por la Democracia», mostrando su apoyo a la pareja escogida este año por RTVE para emitir las campanadas en su primera cadena.

Félix Bolaños está inmerso en lo que él llama un «paquete de regeneración democrática», que consiste en eliminar el delito de ofensas religiosas, iniciativa que nació en el seno de los socios de extrema izquierda del Gobierno sanchista, antes Podemos y luego Sumar. Este último partido señaló la, a su juicio, «anomalía» de esos delitos -también querían acabar con el de ofensas a la Corona, que por el momento no ha pasado el corte de los socialistas- en la legislación europea.

El documento que se llevó al Consejo de Ministros el pasado mes de septiembre propone llevar una reforma del Código Penal para «homologar los delitos que afectan a la libertad de expresión», sin detallar cómo serán las nuevas tipificaciones. El objetivo es revisar los artículos que afecten «al derecho de libertad de expresión y a la creación artística, entre otros casos cuando se refiera a las instituciones del Estado, se trate de delitos contra los sentimientos religiosos o de escarnio público u otros supuestos».