España
'Caso Koldo'

Bildu dio «prioridad máxima» a la obra de 67 millones por la que la UCO investiga a Santos Cerdán

El partido de Otegi fijó como urgencia ese nuevo túnel que levantó un empresario sospechoso por su cercanía a Koldo y Cerdán

El partido proetarra Bildu otorgó «prioridad absoluta» a las obras de desdoblamiento de los túneles de Velate, un proyecto valorado en 67 millones de euros que finalmente fue adjudicado a una Unión Temporal de Empresas (UTE) donde participaba Servinabar 2000 SL, una compañía con apenas nueve empleados ligada a Santos Cerdán y Koldo García.

El proceso de adjudicación, realizado en diciembre de 2023 bajo el gobierno de María Chivite (PSOE), ha levantado sospechas y actualmente es investigado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Según consta en un comunciado de los abertzales, Bildu subrayó «la prioridad absoluta en la ejecución de las obras de desdoblamiento de los túneles de Velate y resto de obras en la N-121-A» en un comunicado emitido en junio de 2020. Este respaldo incondicional se produjo en el marco de un preacuerdo de financiación de carreteras alcanzado entre el Gobierno de Navarra y la mayoría parlamentaria conformada por PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E.

El parlamentario de EH Bildu Adolfo Araiz defendió entonces en aquel momento la creación de «una empresa pública cuyo capital y Consejo de Administración sean 100% públicos» para gestionar este tipo de proyectos. Sin embargo, la adjudicación terminó realizándose a través de un controvertido proceso a una UTE en la que participaba una empresa privada de tamaño muy reducido según sus últimas cuentas públicas disponibles y correspondientes a 2021.

La consejería liderada por Óscar Chivite, tío segundo de la presidenta navarra, fue la encargada de gestionar esta contratación, que se convirtió en uno de los mayores proyectos de infraestructuras públicas en Navarra de los últimos años. El expediente muestra que el proceso estuvo plagado de discrepancias entre los miembros de la mesa de contratación.

El proceso de adjudicación resultó inusualmente enrevesado, con varios votos particulares de miembros de la mesa en contra de la decisión final. Correos electrónicos internos revelan una perentoriedad inexplicable por cerrar la adjudicación: «hay mucho interés en que se adjudique antes de San Fermín», escribía el presidente de la mesa, un veterano funcionario de 73 años, en un mensaje del 30 de mayo de 2023.

La adjudicataria, Servinabar 2000 SL, presentaba un perfil empresarial extremadamente modesto para participar en un contrato de tal envergadura. Según sus últimas cuentas publicadas, correspondientes a 2021, contaba con solo 9 empleados: 3 fijos y 6 temporales. Sus activos totales eran de 1,2 millones de euros y obtuvo un beneficio de 111.512 euros, cifras exiguas para una empresa implicada en un proyecto de 67 millones.

A pesar de estas anomalías en el proceso, el bloque izquierdista en el Parlamento de Navarra (PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin) cerró filas con el Gobierno tras la denuncia de UPN, destacando como punto clave que «el proceso terminara con un informe final favorable por parte del interventor y que ninguna de las empresas que concurrió presentara recurso».

Los túneles de Velate han sido históricamente un punto neurálgico en las infraestructuras navarras. En enero de 2012, ya habían sido objeto de atención política cuando Bildu instó al Gobierno a buscar una solución «urgente, efectiva y de fondo» tras un desprendimiento que provocó su cierre parcial, considerando que esto «crea graves molestias a los vecinos de la zona, y a las personas que se tienen que desplazar por la misma».

El proyecto actual recibió una subvención extraordinaria de 40 millones adicionales por parte del Ministerio de Transportes. Esta financiación representaba aproximadamente el 16% del total nacional destinado a la modernización de túneles con fondos Next Generation.

La UCO investiga ahora las posibles conexiones entre Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, y la UTE de Servinabar 2000. Según la investigación, Cerdán podría haberse interesado específicamente por esta obra a pesar de carecer de competencias formales en su gestión.

El propietario de Servinabar 2000, Antxón Alonso, intentó sin éxito construir una Ciudad de Vacaciones en Milagro, pueblo natal de Cerdán. Además, su empresa patrocinó el equipo de aizkolaris (cortadores de troncos) de Koldo García, figura central del caso de corrupción que lleva su nombre.

En un giro casi paródico del destino, este túnel que debía mejorar la conectividad navarra ha terminado conectando, presuntamente, a figuras políticas con prácticas poco transparentes. La obra que Bildu catalogó como de «prioridad máxima» ahora podría convertirse en el epicentro de otro terremoto político que amenaza con zarandear no solo al gobierno navarro, sino también a la cúpula del PSOE.