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Economía
Cajeros automáticos

Alerta de la Policía Nacional por lo que está pasando en los cajeros de España

En verano es del todo habitual salir a comer, a cenar o simplemente de compras, y pagar con nuestra tarjeta de crédito o smartphone. Sin embargo, es posible que tengas que sacar dinero por el motivo que sea o que quieras disponer de efectivo para emergencias. En ese caso, acudir al cajero más cercano no tiene porque ser un problema. Sin embargo, parece que las estafas en cajeros han aumentado bastante en los últimos años, por lo que la Policía Nacional nos advierte de ello.

Todos podemos ser víctimas de cualquier estafa relacionada con un cajero, pero sí que es cierto que las personas mayores pueden ser más vulnerables de caer en ellas. Por ello debemos tener cuidado si ya contamos con cierta edad, o conocemos a alguien mayor. La Policía Nacional de hecho, no sólo alerta del riesgo de que nos clonen la tarjeta al ir a sacar dinero, mediante una técnica llamada skimming, sino que incluso pueden hacer que no salga el dinero, para luego quedárselo. Por ello, es imprescindible conocer bien en qué consisten estas estafas en los cajeros y qué consejos da la policía para evitarlas.

Alerta de la Policía Nacional por lo que está pasando en los cajeros

Sabemos que sacar dinero del cajero es fácil, pero no quiere decir que no tengamos que llevar mucho cuidado. De hecho, puede que no lo creas, pero es fácil acabar siendo víctima de una estafa a plena luz del día, mientras intentamos sacar dinero. Y todo por culpa de la estafa en cajeros de la que advierte la Policía Nacional y que no es otra que la llamada skimming.

El skimming es una técnica de estafa en cajeros, en la que los ladrones colocan un pequeño aparato en la ranura donde introducimos la tarjeta. A simple vista apenas se nota, pero ese dispositivo copia los datos de la banda magnética. Con esa información, pueden clonar la tarjeta y entonces ya están listos para que la puedan usar para sacar dinero en otros cajeros o para comprar en establecimientos.

Lo peligroso es que la víctima no percibe nada raro en el momento. La operación se completa con normalidad y uno se va tranquilo, sin imaginar que la tarjeta ha quedado comprometida. La Policía Nacional recomienda algo tan básico como mirar con calma el cajero antes de usarlo: si la ranura sobresale demasiado, si hay piezas que parecen forzadas o mal encajadas, mejor no arriesgarse. Incluso si al pasar la tarjeta o acercarla no la lee a la primera. Debemos asegurarnos que todo funciona bien y que no hay nada sospechoso.

La regla, otra estafa que afecta a los cajeros

Otro fraude que está dando quebraderos de cabeza es el conocido como la regla. Se trata de una trampa más simple pero igual de efectiva: los estafadores colocan una pieza imantada en la salida de billetes. De ese modo, cuando el cliente realiza la operación, el cajero retiene el dinero. El usuario piensa que se trata de un error técnico, se marcha y, más tarde, los delincuentes vuelven para retirar el dispositivo con los billetes atrapados.

La policía insiste en un consejo claro: si el cajero no entrega el dinero, nunca hay que alejarse sin más. Lo más seguro es llamar de inmediato a la entidad bancaria y permanecer junto a la máquina hasta recibir indicaciones. De lo contrario, los delincuentes tienen vía libre para llevarse los billetes.

Qué más hacer para evitar estas estafas

Más allá de estos métodos, hay pequeños gestos que pueden ahorrarnos muchos problemas. Uno de ellos es cubrir el teclado con la mano al introducir el PIN. Puede parecer exagerado, pero evita que una cámara oculta o alguien demasiado cerca pueda ver el código. Otro es vigilar los movimientos de la cuenta con cierta frecuencia. Hoy en día, casi todos los bancos permiten activar alertas en el móvil cada vez que se hace un cargo. Una notificación a tiempo puede servir para bloquear la tarjeta antes de que sea demasiado tarde.

También conviene fijarse en el entorno. Si hay personas merodeando cerca o alguien parece observar demasiado, lo mejor es cambiar de cajero. Al fin y al cabo, la seguridad empieza en la propia prevención.

Qué hacer si ya has sido víctima

Si pese a todo se cae en la trampa, lo más importante es reaccionar rápido. Primero, llamar al banco para bloquear la tarjeta. Después, avisar a la Policía Nacional, ya sea en una comisaría o a través del 091. No hay que sentir vergüenza ni pensar que ha sido despiste propio: estas estafas están diseñadas para parecer fallos técnicos y cualquiera puede ser engañado.

Cuantos más datos se aporten (hora, lugar, cajero concreto), más opciones habrá de que los agentes localicen a los responsables. Y sobre todo, la denuncia permitirá dejar constancia para que el banco pueda gestionar la devolución del dinero.