Operación Kitchen

Bárcenas recurrió a un preso para intentar salvar por 5.000 € la reputación de su mujer en Internet

mujer de Bárcenas
Rosalía Iglesias. (Foto: EFE)

Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, recurrió estando en la cárcel a un preso experto en informática para intentar salvar la reputación de su mujer, Rosalía Iglesias, en Internet. Así se desprende de la declaración del compañero de prisión del ex dirigente del PP delante del juez que instruye el caso Kitchen, Manuel García Castellón.

El sumario del caso, al que ha tenido acceso OKDIARIO, recoge la declaración del ex presidiario I. S. S. que describe: «Luis Bárcenas me preguntó si era capaz de borrar datos de Google que perjudicaban a su mujer». «Vídeos, noticias… con la protección de datos se pueden borrar de Google a nivel de Europa», detalla ante García Castellón.

Preguntado por el magistrado sobre el borrado de audios relacionados con su cargo de tesorero en el PP, el testigo, bajo obligación de decir la verdad expone: «No señor, él sólo me pidió lo de la mujer en ese momento. Me dijo que hablaríamos más adelante pero yo salí de la prisión y me desconecté de todo ese mundo. No volvimos a hablar. Yo empecé una vida normal».

García Castellón le indica: «Sabe usted que está bajo juramento de decir la verdad. ¿Sabe lo que significa eso? Si no dice la verdad puede cometer un delito». A pesar de ello, el presidiario niega radicalmente que Bárcenas le encargara otros documentos. La pregunta iba encaminada a averiguar si el ex tesorero encargó a este compañero de cárcel el borrado de un supuesto audio donde Mariano Rajoy reconoce presuntamente la existencia de irregularidades en el partido.

De hecho, en la misma pieza del caso se recoge un texto de puño y letra de Luis Bárcenas con el texto: «E-mail: Alex, hay que destruir todos los audios de M. R. cuando yo te dé la orden. No debe quedar nada. Es mi compromiso. Haz el favor (…). Abrazo».

Extracto del sumario con una nota de Luis Bárcenas. (Clic para ampliar)

Sin embargo, este preso niega ser el receptor de ese encargo. En su declaración explica que Bárcenas sólo le encargó el borrado de «los registros de Google» relativos a su mujer. El recluso le dijo al ex dirigente del PP que tendría que pagar 5.000 euros para comprar un ordenador adecuado para hacer esa operación con seguridad. «Es fácil, envías los enlaces a Google y ellos los borran», apunta este preso con conocimientos en informática. Sin embargo, no llegó a hacer ese borrado porque el dinero fue robado por un intermediario.

«Bárcenas me dijo que el dinero me lo daría Juan Ramón Velao Calonge. Se supone que cuando yo saliera de prisión lo haría con el equipo comprado. Este señor yo le conocía porque estuvo en prisión. Yo podía llamarle desde prisión. Le dije: ‘Te van a llamar para entregarte un dinero’. Se lo entregó el chófer de Bárcenas, por lo que me dijo Juan Ramón. Pero este hombre robó el dinero. Se quedó el dinero y me dijo en una carta que se había gastado el dinero y que no tenía cómo recuperarlo. Yo lo denuncié en la comisaría de Leganés en 2015. Tuve un juicio en 2017, en la calle Julián Camarillo, quedó en devolver el dinero pero no ha aparecido», relata. Por tanto, los trabajos encargados, según el preso, no se llegaron a realizar.

Escrito

Por otra parte, el sumario incluye un documento en el que el jefe de servicios del Centro Penitenciario de Soto del Real informa a su superior de los siguientes hechos en 2014: «El interno Luis Bárcenas podría haber entregado al interno del módulo 10 I. S. S. la encriptación de teléfonos móviles en el exterior de forma que se pueda hablar sin temor a intervenciones policiales. Igualmente le han ofrecido borrar de forma más segura determinados archivos de ordenadores portátiles del domicilio familiar de Luis Bárcenas y la encriptación de cuentas de correo electrónico para conseguir el desvío desde el servidor a otro servidor y secundarios evitando el posible control de los e-mails. Podría incluso ya a ver si ha realizado algún pago a cambio de estos servicios».

Este funcionario traslada que «el interno coincide con Luis Bárcenas en la actividad de spinning y como ordenanza auxiliar de comunicaciones interiores y suele acercarse a él cada vez que acude a comunicar». «El interno I. S. S. presume de tener un elevado nivel de conocimientos informáticos, jactándose ante otros internos de esta circunstancia, y de  tener un socio de origen ruso en el exterior de la presión que podría ser la persona encargada de realizar labores descritas anteriormente», agrega. «Ofrecía servicios parecidos a los de Bárcenas a otros internos. Llegan a decir que su socio en la calle puede tener acceso al borrador de registros en algunos archivos de entidades oficiales o empresas que intervienen en transacciones económicas», concluye.

Sin embargo, el preso en su declaración en la Audiencia Nacional como testigo desmiente estos datos. Asegura que el encargo se limitó a las noticias de la mujer de Bárcenas y nunca se llegaron a realizar. «No llegué a hablar nunca más de este tema con Bárcenas», concluye.

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