Así se desató en Madrid la marea ciudadana que puso en apuros la seguridad del Palacio de La Moncloa

OKDIARIO fue testigo directo de la movilización espontánea que cortó la A-6 y se acabó plantando ante la sede de la Presidencia del Gobierno

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Nunca antes se había producido una movilización ciudadana pacífica y espontánea ante el Palacio de La Moncloa como la que tuvo lugar este sábado. Tan insólito fue que llegó a sorprender a los responsables del masivo despliegue policial que el Ministerio del Interior activó hace días en Madrid y que tiene literalmente tomada la calle Ferraz, donde tiene su sede central el PSOE, para responder a las persistentes concentraciones de protesta contra Pedro Sánchez y la amnistía que ha pactado al dictado de los independentistas.

Como puede verse en el video que acompaña a esta información, la secuencia de esta pacífica contestación ciudadana que alcanzó las inmediaciones de la residencia oficial de Sánchez fue contundente.

El germen de esta concentración ante el Palacio de La Moncloa estuvo en la Plaza de Cibeles y sus alrededores, que se llenaron este sábado por la mañana con cientos de miles de ciudadanos que acudieron a la protesta convocada por numerosas organizaciones de la sociedad civil. Desde allí, espontáneamente, parte de los manifestantes decidieron marchar pacíficamente hacia el Palacio de La Moncloa.

La marea ciudadana, que en ningún momento fue violenta, pero a los responsables de la seguridad de la sede de la Presidencia del Gobierno les inquietó. La facilidad con la que cientos de manifestantes lograron alcanzar el perímetro del Palacio de La Moncloa fue evidente.

Los manifestantes recorrieron y ocuparon la A-6. Cortaron por completo esta arteria de entrada y salida de Madrid. La masiva presencia de personas terminó bloqueando algunas de las principales vías de acceso al Palacio de La Moncloa. Eso, unido a lo imprevisto de la situación, tomó completamente desprevenido al dispositivo policial. Tanto que, después de que un abundante número de manifestantes hubieran llegado hasta las vallas que rodean el Palacio de La Moncloa, decenas de antidisturbios llegaban a la carrera, a pie, apresuradamente, porque los furgones que los trasladan no podían acceder.

Los agentes se desplegaron con improvisada rapidez, pero a rebufo de los manifestantes. Algunos de estos se habían encaramado a las verjas del vallado perimetral que delimita el extenso terreno en el que se enclava la sede de la Presidencia del Gobierno.

Conforme avanzaban los minutos se iban sumando más unidades policiales. Aproximadamente una hora después, la situación se había normalizado. El inquilino de La Moncloa, Pedro Sánchez, nunca antes había tenido ocasión de ver y oír tan cerca de su residencia oficial a quienes están inundando las calles para protestar contra él por sus cesiones al independentismo, la amnistía y el resto de prebendas que ha firmado con los secesionistas para seguir en el poder.

Aproximadamente una hora después de que comenzara esta espontánea movilización, los cientos de manifestantes que habían logrado llegar hasta el muro perimetral del Palacio de La Moncloa fueron dejando el lugar y se restableció la normalidad. Eso sí, con más policías que quedaron destacados en la zona para reforzar la seguridad y, de forma preventiva, controlar el acceso de ciudadanos a la zona desde calles de los alrededores.

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