Polémica

Garzón insiste: dice que su ataque a la carne y las granjas se basa en «una cantidad notable» de informes

Alberto Garzón
El ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se reafirma en la polémica sobre las granjas y el consumo de carne. En una respuesta a través del Portal de Transparencia, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, sobre los «informes y estudios en los que se basa el ministro de Consumo para afirmar que parte de la carne que exporta España es de mala calidad y de animales maltratados, como aseguró en una entrevista en The Guardian», el Ministerio defiende que «maneja una cantidad notable de documentación».

Entre esas fuentes, cita «los informes que emite el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, los informes, estadísticas y publicaciones de otros Ministerios, los informes y resoluciones de la Comisión Europea, la Organización Mundial de la Salud, la FAO, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente o distintos estudios de grupos de investigación y/o Universidades», que no concreta. La mayoría son estudios internacionales y sin alusión a España. En ellos, sin embargo, Garzón basa su ataque al sector español.

Las afirmaciones del ministro en The Guardian -donde aseguró que España exporta carne de mala calidad de animales maltratados- han provocado una profunda polémica durante semanas. Garzón, que se ha negado a dimitir, se ha reafirmado recientemente asegurando que las macrogranjas «son un modelo perverso». Pedro Sánchez ha evitado destituirle y se ha limitado a lamentar «muchísimo» sus declaraciones, que han provocado un enorme malestar en el sector ganadero.

En su respuesta, el Ministerio asegura asimismo que Garzón «no dice en ningún momento que se produce carne de mala calidad». Sin embargo, la traducción no deja lugar a dudas, y demuestra que el ministro aseguró, textualmente, sobre las llamadas «macrogranjas», que «encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000, o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados».

Menos carne

En la entrevista en The Guardian, el ministro no tuvo reparo en criminalizar al sector en un medio de repercusión internacional y en abonar su tesis sobre los hábitos alimenticios de los españoles.

«Comer menos carne jugará un papel clave en ayudar a España a mitigar los efectos de la emergencia climática», sostiene Garzón, que añade que ello permitirá «ralentizar el proceso de desertización y proteger la vital industria del turismo».

En este contexto, insta a los españoles a cambiar sus «hábitos de alimentación», especialmente limitando «la carne de res criada en las megagranjas industriales».

«La gente sabe el papel que juegan los gases de efecto invernadero pero tienden a vincularlo con los automóviles o el transporte», «recientemente se ha empezado a observar el impacto de la cadena de consumo animal, especialmente, de la carne», «si no actuamos, no sólo nos enfrentaremos al cambio climático» sino a la «triple crisis: pérdida de la biodiversidad, contaminación y cambio climático», «sería el fin de un país como España» que «depende tanto del turismo», «visitar un desierto no es tan atractivo como visitar la Costa del Sol», sentencia el ministro.

Es entonces cuando afirma que «lo que no es sostenible son las megagranjas», se queja el ministro, que «contaminan el suelo y el agua y exportan carne de mala calidad de animales maltratados».

Sánchez, por su parte, ha intentado desligarse de la polémica, pero algunas de sus afirmaciones van en la misma línea. El socialista aboga abiertamente por reducir el consumo de carne en su Plan España 2050donde apuesta por un radical cambio de hábitos alimentarios pese a que en su día intentase desautorizar a Garzón con la comentada frase: «A mí donde me pongan un chuletón al punto… eso es imbatible». En el mismo informe también vincula el riesgo de pandemias al aumento de la «demanda de proteína animal».

Además, como reveló OKDIARIO, Sánchez se apoya para dicho plan en las conclusiones de un informe de Greenpeace -La insostenible huella de la carne en España- en el que se ofrece un pésimo retrato del modelo cárnico en el país, con un uso «abusivo» de antibióticos que pueden llegar a suponer «un peligro para la salud pública».

El PSOE también ha criticado el modelo de «macrogranjas» ante las autoridades europeas. En una pregunta a la Comisión Europea, los socialistas destacaban el «riesgo pandémico» de estas instalaciones.

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