Agresión separatista a simpatizantes de la Guardia Civil en Barcelona: «¡Os mato aquí mismo!»
Escenas de tensión en una plaza de Calella después de una manifestación contra la Guardia Civil en esta localidad barcelonesa. Una vez finalizada la convocatoria, el grupo de personas que habían acudido a mostrar su simpatía por el cuerpo policial fue asaltado por varias docenas de separatistas que, de forma violenta, les arrebataron sus banderas de España y les amenazaron con agredirles. «¡Os mato aquí mismo!» llegó a decir uno de los jóvenes que les acosaba.
Este jueves 3 de octubre se celebró en Calella una concentración convocada por parte de colectivos secesionistas como la CUP, los CDR y La Forja. Algo que ocurre cada vez más habitualmente en Cataluña. Su objetivo era exigir la salida inmediata del pueblo de los agente de la Guardia Civil destinados en el cuartel del municipio.
Los independentistas cortaron la carretera N-II y convirtieron el pueblo en un caos, llegando a enfrentarse a los agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra que trataban de contener el orden. Llegaron hasta una decena de metros de las instalaciones donde se encuentra el cuartel de la Guardia Civil y abandonaron maletas vacías. El mismo gesto simbólico que hacían los colectivos proetarras en el País Vasco y Navarra.
Paralelamente, un grupo de alrededor de un centenar de personas se congregó frente al cuartel para mostrar su simpatía y afecto a los miembros de la Guardia Civil. El cordón de los Mossos evitó que los secesionistas llegasen hasta ellos. Pero cuando la manifestación se disolvió, comenzaron los problemas.
En una plaza de la localidad, un ‘convoy’ de manifestantes en apoyo de la Guardia Civil, que iban a bordo de un remolque con banderas de España y de Cataluña, comenzó a sufrir el acoso de un grupo de personas. La tensión fue a mayores y los asaltantes se subieron al vehículo para sustraer por la fuerza varias banderas de España. Incluso blandieron los palos de estas contra ellos, mientras les insultaban y les amenazaban. «Iros de aquí, habéis venido a tocar los huevos».
La tensión fue creciendo por momentos hasta que algunos de los que increpaban al grupo empezaron a acercarse más a ellos. «Venid aquí que os mato a los dos aquí mismo», le dice uno de los jóvenes a dos personas que se habían bajado del vehículo para proteger al grupo. Finalmente, la presencia policial consiguió calmar los ánimos y evitar que la situación fuese a mayores.