La Aemet francesa sí predijo la tragedia de Valencia que minimizó la española: «400 l/m2 y riesgo mortal»
Una de las actualizaciones de Météo-France mostraba zonas que alcanzaban los 400 litros, más del doble de lo esperado por AEMET
La Aemet española pronosticó a las 14:30 h del martes 180 litros por metro cuadrado en Valencia y cayeron 500
Los radares y sistemas de predicción meteorológica franceses calibraron, con una precisión casi total, la verdadera dimensión de la tragedia que se cernía sobre Valencia en la tarde del martes. Lo hicieron esa madrugada, y con tiempo de antelación suficiente para que expertos franceses dieran la voz de alarma: «Precipitaciones de 400 litros por metro cuadrado e inundaciones relámpago que podrían poner en peligro la vida». Finalmente, fueron unos 445 litros por metro cuadrado, muy cerca del aviso francés y bastante más lejos de los 150-180 litros que pronosticó la Aemet unas horas antes de la descarga mortal sobre Valencia.
Madrugada del martes 29 de octubre. La última noche antes de la tragedia en Valencia, el sistema meteorológico francés AROME-HD, que opera Météo-France, ofrece un mapa de previsión de precipitaciones sobre el Mediterráneo que muestra una enorme mancha negra dirigiéndose a Valencia. Una mancha que en su zona más próxima a la capital del Turia adquiere una leve tonalidad dorada, el color que en la escala de intensidad de lluvias simboliza riesgo de catástrofe: alrededor de 400 litros por metro cuadrado.
Martes, 8:58 de la mañana. Un experto francés en fenómenos meteorológicos adversos, tras analizar la imagen de AROME-HD, da la voz de alarma y deja constancia de ello en redes sociales: «En las próximas horas todas las miradas estarán centradas en el este de España, ya que se espera que una depresión en niveles superiores produzca otro episodio de lluvia importante». Un aviso, hasta ahí, similar al que se venía dando desde la Agencia Española de Meteorología (Aemet).
Pero este experto francés, de nombre Nahel Belgherze, va más allá y analiza con precisión lo que puede ocurrir entre el martes y el miércoles: «Podrían caer más de 400 mm en algunas partes de la provincia de Valencia». «Es probable que la orografía desempeñe un papel importante en este episodio», indica, antes de hacer una predicción que horas más tarde se convertiría en realidad en localidades como Torrent, Paiporta, Chiva, Cheste, Utiel o Requena: «Las inundaciones relámpago que podrían poner en peligro la vida son de máxima preocupación». El recuento oficial, al cierre de esta edición, alcanza los 158 fallecidos.
Aemet se quedó lejos
Pasan las horas. A las 14:30 horas, la Aemet emite su último «aviso especial de fenómenos adversos» sobre la DANA. La nota estaba aún plagada de incertidumbre y datos inconcretos: «Hoy se dará el día álgido de este episodio, esperándose la mayor probabilidad de estas precipitaciones y tormentas intensas en el área del Estrecho, Andalucía Oriental, Murcia, este de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Debido a la intensidad y persistencia de las precipitaciones, es probable que en estas zonas se puedan superar de forma local los 150-180 mm en 12-24 horas».
Las previsiones de la Aemet, evidentemente, se vieron desbordadas sólo unas horas después. En varios puntos de la Comunidad Valenciana esa previsión se superó con creces, acercándose a los 500 litros por metro cuadrado. Los datos de la estación automática de la Confederación Hidrográfica del Júcar, alrededor de las diez de la noche del martes cuando la situación era ya calamitosa, registraban 445,4 litros por metro cuadrado.
El domingo, la Aemet emitió el primer «aviso especial» sobre el fenómeno, admitiendo igualmente la «incertidumbre» sobre los acumulados: «El martes 29, que se prevé el día álgido de este episodio, la mayor probabilidad de estas precipitaciones intensas estará en el área mediterránea peninsular (menos probables en Barcelona y Girona) y entorno del Estrecho y, en menor medida, en el centro y mitad sur. Es probable que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 mm en 24 horas».
El peor episodio de gota fría del siglo ha reventado los registros de acumulación de lluvia en muchas localidades. En Chiva, por ejemplo, se recogieron 491, lo que puede llover en un año completo.
Desde la Aemet, sin embargo, señalan que «los pronósticos se ajustaron a lo sucedido», pese al evidente desfase. Parte de las alertas se centraron además en el «litoral» de la Comunidad Valenciana, y la peor parte se la llevaron algunas zonas del interior.
La eficacia del sistema francés
Pese a que la española Aemet y su equivalente francesa, Météo-France, utilizan un «modelo de predicción numérica» similar, lo cierto es que las especificaciones de ambos sistemas muestran que el francés -como ha ocurrido en esta ocasión- es más preciso.
Las estaciones de radar colocadas por toda España serían los ojos y oídos del sistema de predicción meteorológica: disparan radiación microondas al aire que, al chocar con un obstáculo -como una nube o cúmulo de precipitaciones-, regresan con la información sobre ésta. Pero esos datos sirven de poco sin su análisis, y ahí es donde entra el «modelo de predicción numérica». El cerebro que analiza la información que le da el radar y realiza predicciones sobre hacia donde se dirigen las nubes, a qué velocidad, qué cantidad de precipitaciones suponen y, fundamental, en que punto geográfico van a descargar.
Según explican a OKDIARIO fuentes dedicadas al análisis meteorológico profesional, el modelo francés (AROME) y el español (HARMONIE, desarrollado en base al francés) se distinguen esencialmente en su resolución horizontal, que permite una mayor precisión geográfica: el francés tiene una resolución de 1,3 kilómetros y el español de 2,5 kilómetros. Otra de las diferencias es la frecuencia con la que estos sistemas actualizan su predicción: el español lo hace cuatro veces al día, el francés lo hace cinco.
Francia adoptó este sistema desarrollado por su Centro Nacional de Investigaciones Meteorológicas (CNRM) en 2008, señalando que «ha demostrado ser particularmente útil durante los intensos eventos de precipitación que ocurren durante la temporada de otoño en la región del Mediterráneo occidental».
Por su parte, Aemet no lo implementó hasta 2017. En su presentación ante la prensa en la sede del organismo se señaló que este sistema supondría «una mejora significativa en las predicciones locales, especialmente, en las siguientes variables, especialmente en precipitación y lluvias fuertes».
Cabe destacar también que mientras la agencia francesa de meteorología tiene un presupuesto anual de 300 millones de euros, el de la Aemet es de 133 millones de euros.