El PSOE andaluz arde en llamas: afines a Montero y Planas exigen la cabeza de Susana
No ha hecho falta que Ferraz o Moncloa agiten el avispero andaluz tras las elecciones regionales. El propio avispero se ha agitado solo contra Susana Díaz. Muy pocos esperaban que la presidenta socialista de esta comunidad perdiera el poder, pero el acuerdo de gobernabilidad ha dejado claro que tras casi cuatro décadas de régimen socialista ha llegado ese momento.
Los equipos críticos con Susana Díaz no han tardado en empezar a llamar de forma masiva a Ferraz para pedir que Díaz dé paso a otras personas. Y esos equipos quieren la bendición de Sánchez para empezar a destronar a la, hasta hace bien poco, gran líder del PSOE-A, e incluso una de las mayores de todo el PSOE.
Los grupos más activos en esta petición de relevo están siendo los de dos personas con mucho peso político en el socialismo andaluz. Y con cargo en estos momentos en el Gobierno de Pedro Sánchez: se trata de los equipos de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y del ministro de Agricultura, Luis Planas.
Los más activos aseguran que sería difícil afrontar un nuevo reto electoral llevando la mochila de una historia de corrupción en Andalucía
Su gente no ha tardado en asegurar que el problema del PSOE es un problema de falta de regeneración y que es muy difícil afrontar un reto electoral llevando detrás de la historia del socialismo andaluz toda una mochila de casos de corrupción.
Tal y como informó OKDIARIO, Ferraz tomó la decisión de esperar a que la propia Susana Díaz se fuese derritiendo tras perder el poder. No quería dar señales de buscar su relevo. Pero no porque no lo quiera. Sino, precisamente, porque sabía que llegaría por la propia evolución de los acontecimientos y por el deseo de los críticos de aprovechar su debilidad para forzar su salida. Y así está ocurriendo.
El PSOE no quiere más desafíos internos
Por el camino, eso sí, el PSOE de Sánchez ha dejado claro que no piensa aceptar más desafíos como los protagonizados durante los últimos años por Susana Díaz contra el ahora presidente del Gobierno.
Así, mientras barones del PSOE han empezado a filtrar su crítica a Pedro Sánchez por sus cesiones continuas ante Quim Torra y el separatismo -y su influencia en la caída de Díaz en Andalucía-, la respuesta desde la cúpula del PSOE y de La Moncloa ha sido dura. Porque el mensaje de vuelta a todos ellos ha sido que “las alianzas las define el presidente. Ningún otro”.
Porque, de hecho, nada hará cambiar la decisión de Sánchez de seguir adelante con su “diálogo” y “mano tendida” a PDeCAT y especialmente a ERC. Nada, porque, aunque con ello reciban un impacto brutal en sus resultados electorales los distintos barones del PSOE, el objetivo de Ferraz no son ellos. Es el mantenimiento de Sánchez. Y frente a estas críticas, a nadie se le escapa el hecho de que dejar caer a Susana Díaz será toda una lección.