Romeva se reunió con los cabecillas de la ‘vía eslovena’ que provocó 60 muertos
El ex conseller, ahora en prisión, rechazó en Eslovenia la opción de "soluciones intermedias" en la crisis catalana
Eslovenia logró la independencia en 1991 en una guerra civil que provocó 60 muertos y más de 300 heridos
El Govern de Puigdemont hizo informes de la ‘vía eslovena’ recogiendo los combates con muertos contra el Ejército serbio
El ex conseller de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva -ahora en prisión provisional por el referéndum ilegal del 1 de octubre- se reunió en marzo pasado con los cabecillas de la independencia de Eslovenia, proceso que causó 60 muertos y 300 heridos. El viaje se cargó a las arcas públicas y costó 1.104,53 euros.
La visita adquiere especial actualidad, tras la polémica generada por las declaraciones del presidente catalán, Quim Torra, en las que defendió la ‘vía eslovena’ para la independencia de Cataluña.
Romeva participó en una conferencia organizada por la Slovenian Society for International Relations, en Ljubljana -capital eslovena- una plataforma creada en 1991 para lograr el reconocimiento internacional de Eslovenia independiente.
Pero además, aprovechó la visita para reunirse con los grandes artífices de la convulsa independencia: junto a Milan Kučan, quien fue presidente del país durante la independencia y hasta 2002, Romeva mantuvo un encuentro privado con Dimitrij Rupel -primer ministro en el primer gobierno tras la independencia- Rajko Pirnat, el primer ministro de Justicia y de Administraciones y uno de los padres de la Constitución de la República de Eslovenia; e Ivan Kristan, ex juez del Tribunal Constitucional de Yugoslavia que evitó que la Justicia impidiese la celebración del referéndum de independencia. El encuentro, que no figuró en la agenda oficial, se llevó con discreción.
Romeva se reunió en la capital eslovena con los grandes líderes de la independencia y rechazó «soluciones intermedias»
En su conferencia -siete meses antes del referéndum del 1-O- Romeva defendió que la cuestión catalana es una «cuestión europea» y detalló la «hoja de ruta» del ‘procés’ basada, dijo, en «votar, urnas y democracia». En su intervención, rechazó la posibilidad de «soluciones intermedias».
Torra: «No hay marcha atrás, hagamos como ellos»
La ‘vía eslovena’ ha cobrado protagonismo tras las alusiones de Torra en los últimos días.
El presidente catalán se reunió el pasado jueves con el presidente de la República, Borut Pahor; el ex presidente esloveno, Milan Kucan y el alcalde de Ljubljana, Zoran Jankovió, y pronunció una conferencia en la capital del país en la que reclamó la implicación de Europa en sus demandas secesionistas y arremetió contra la Constitución española, a la que se refirió como «jaula» y «prisión de las libertades» de los golpistas. En lugar de apoyo, Torra se fue de Eslovenia con la negativa de Pahor a apoyar sus aspiraciones secesionistas, al considerar que se trata de «un asunto del pueblo catalán y del Reino de España» en el que este país «no desea interferir».
El sábado, en la presentación del Consejo para la República, en Bruselas, Torra volvió a mirar a Eslovenia, y propuso su proceso a la independencia como ejemplo. «Ya no hay marcha atrás y estamos dispuestos a todo para vivir libres. Hagamos como ellos», aseveró el dirigente independentista.
Eslovenia se separó de Yugoslavia tras la cruenta Guerra de los Diez Días -junio de 1991- que provocó más de 60 muertos y centenares de heridos. La alusión de Torra ha provocado la reacción no solo entre los partidos constitucionalistas, sino entre las propias filas del independentismo.
La vicepresidenta Carmen Calvo reprochó este lunes al presidente catalán por «alentar a una vía sangrienta» y le reclamó que deje de «crear más inseguridad en Cataluña». El Ejecutivo, dijo, estudia «toda la capacidad de respuesta por la vía administrativa y en todas las posibles».
La alusión a Eslovenia no es nueva entre el independentismo. La Guardia Civil ha realizado varios informes sobre los documentos que preparó el gobierno de Carles Puigdemont para lograr la independencia, en los que se menciona expresamente el conflicto civil con la antigua Yugoslavia.
En los ‘papeles’ de Salvadó
En concreto, esa propuesta aparece en los documentos incautados al ex secretario de Hacienda, Lluís Salvadó, en los registros de su casa y su despacho, en los que se detalla la creación de estructuras de Estado para la independencia y el referéndum ilegal del 1-O.
«Las autoridades yugoslavas intentaron tomar el control de las fronteras evitando al ejército federal pero éste fue sorprendido por la resistencia de la policía eslovena y su defensa territorial. Después de una semana de combates hubo un alto el fuego y un acuerdo por el cual Eslovenia posponía la aplicación de la independencia tres meses. El 8 de octubre de 1991, Eslovenia se convirtió en totalmente independiente e introdujo su propia moneda, el Tolar», se puede leer en el informe, en el que se obvia el número de muertos.
Los dirigentes independentistas reconocen, no obstante, diferencias «capitales» con Cataluña.
«Una primera diferencia capital con Cataluña es que Eslovenia se encontraba en una confederación que estaba colapsando. En el caso de Cataluña, España es un Estado mucho más poderoso. También la fuerza con la que el SI ganó el referéndum», añaden. También destacan que resultó «clave» para lograr sus propósitos, que en Eslovenia, el respaldo a la independencia obtuviese el 88,5 por ciento de los votos con un 94,8 por ciento de participación.
En el referéndum ilegal del 1 de octubre, aún admitiendo como válidos los datos oficiales que se emitieron votó sólo el 43 por ciento de la población, en su mayoría, (el 90,2 por ciento de los votos) los interesados en la independencia.