Los expertos de Interior de la UE alertan a España de que se puede convertir en la gran puerta de la inmigración
Los nacionales de Marruecos, Guinea y Mali representaron el mayor número de llegadas en España este año
El número de inmigrantes ilegales que llegaron a España se cuadruplicó con respecto a hace un año
España se puede convertir en la gran puerta de entrada de la inmigración ilegal en Europa. Esa es la advertencia que los expertos en materia de Interior y políticas migratorias han lanzado desde Bruselas.
El Gobierno asegura que el entendimiento con Europa es perfecto en materia migratoria. Pero lo cierto es que las advertencias extraoficiales han llegado a toda velocidad: no sólo los datos de los últimos siete meses demuestran que España se ha disparado la llegada de inmigrantes ilegales, sino que, además, los grupos de expertos en materia de Interior han trasladado ya de forma discreta la advertencia más seria que se podía enviar: o cambian las cosas o España se puede convertir en un gran problema nacional y continental, porque puede ser la gran puerta de entrada de inmigrantes procedentes de África y con componente islamista radical.
La ruta Rusa ha quedado controlada tras los acuerdos con Turquía. La ruta italiana se ha mitigado como captadora de la inmigración que transita por Libia, especialmente por el cerrojazo impuesto por el ministro del Interior, Mateo Salvini, a la llegada de inmigrantes. Pero el gran problema es lo que se denomina como la vía del Mediterráneo Occidental. Una vía donde la gran protagonista es España.
Las mafias ya miran hacia España
Y así se ha explicado ya a los equipos ministeriales de Interior que forman parte de los grupos de trabajo en la UE. Porque transformar la tendencia es complicado. Y el mayor control de la inmigración de cualquiera del resto de países europeos ha provocado ya que las mafias y grupos organizados miren hacia España como puerta de entrada a Europa. Los datos de Frontex avalan ya esta tendencia de traslado de la puerta de entrada de la inmigración hacia España.
Así, en los primeros siete meses de 2018, el número de cruces fronterizos irregulares en la UE a través de las cuatro principales rutas migratorias ha disminuido en suma un 43% desde hace un año. Un dato que ha provocado que el cruce de inmigrantes ilegales haya caído en 73.500 personas, principalmente, debido a la menor presión migratoria en la ruta del Mediterráneo central.
En julio, de hecho, se detectaron unos 14.900 cruces irregulares en las principales rutas migratorias hacia la UE, un 18% menos que en el mismo mes del año pasado.
Pero ¿qué ha pasado en la ruta migratoria del Mediterráneo occidental? Pues justo lo contrario: representó más de la mitad de todas las detecciones de cruces ilegales de fronteras en la UE. El número de inmigrantes que llegaron a España se cuadruplicó con respecto a hace un año llegando a casi 8.800 personas en julio.
En los primeros siete meses de 2018, además, hubo alrededor de 23.100 entradas fronterizas irregulares en la ruta del Mediterráneo occidental, más del doble que hace un año.
Los nacionales de Marruecos, Guinea y Mali representaron el mayor número de llegadas en España este año. Los inmigrantes de los países subsaharianos representaron más de las tres cuartas partes de todas las detecciones en esta ruta. Frente a ello, el número de inmigrantes irregulares que tomaron la ruta del Mediterráneo oriental fue de aproximadamente 4.000 persona en julio, un 17% menos que en el mes anterior.
En resumen, que el problema en el control de la entrada ilegal lo tiene en primer lugar España, que está absorbiendo como un embudo lo que se deriva desde el resto de rutas. Un situación en la que lo último indicado es un efecto llamada como el provocado por el PSOE.
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