Cinco horas de catalán en los colegios con Franco y solo dos de español con la Generalitat
Ha vuelto el debate sobre la dictadura lingüística en Cataluña y el independentismo ha sacado al dictador Franco de nuevo a pasear. Sin embargo, la historia es la que es y no admite tergiversaciones. El portal Dolça Catalunya ha tirado de hemeroteca para demostrar que el catalán no estuvo perseguido durante la Dictadura. Al menos a partir del curso 1967-68 al menos.
El 12 de septiembre de 1967, el periódico catalán por excelencia, La Vanguardia, publicaba una información con este titular: «En octubre, enseñanza en catalán en la escuelas municipales». El diario de la familia Godó informa de que el Institut d’Estudis Catalans (así, escrito en catalán) ha solicitado que se autorice la enseñanza del catalán «en los centros de Educación del Estado radicados en Cataluña».
La Vanguardia narra cómo el proyecto, gratuito, comenzará por las aulas municipales y no duda de que «sin duda tendrá en el futuro mayores áreas de penetración en los demás grados de la enseñanza».
El conocimiento del catalán no quedará reducido al del lenguaje. Comprenderá «aspectos diversos del arte, la literatura y el resto de los conocimientos de la vida y la historia catalanas», todo dentro de un proyecto que ha sido liderado por Antonio Comas, catedrático de Lengua Catalana de la Universidad de Barcelona.
La información asegura que el Ministerio de Educación del gobierno franquista «contempla esta iniciativa con la mejor disposición y no ha puesto una sola objeción a los trámite iniciales».
La gran noticia que, vista con la perspectiva de hoy, ofrece la información de La Vanguardia son las horas de catalán: una al día, cinco a la semana. «Un tiempo superior -recuerda el periódico- al que se dedica, siguiendo las normas pedagógicas actuales, para cada una de las asignaturas». Es decir, que aquellos alumnos tuvieron la oportunidad de estudiar más horas de catalán que de otras asignaturas.
El horario dedicado al catalán en aquél proyecto (cinco horas semanales) contrasta con las horas de enseñanza en español que se imparten en los colegios catalanes: apenas dos a la semana. El Govern rechazó una tercera hora bajo el argumento de que adulteraba el modelo de convivencia y era difícil de implantar.
En Cataluña se aprende en catalán como lengua vehicular y se reservan dos horas semanales para Lengua Castellana en primaria, tres en secundaria y dos en bachillerato