La Generalitat ha dado 12 millones públicos a los sediciosos de Òmnium Cultural durante el ‘procés’
ANC y Òmnium Cultural tienen en estos momentos a sus presidentes en prisión. El principal eje de la acusación es su participación en el golpe. Una participación refejada en el informe de la Guardia Civil que está a disposición de la Justicia. Pero ese informe ha empezado a engordarse.
Por ejemplo, por la parte de Òmnium, entidad presidida por Jordi Cuixart, ahora en prisión preventiva. Porque los informes que han empezado a llegar a la Policía Nacional retratan esa entidad como una organización financiada con 12 millones de euros de dinero público con un fin: fabricar el clima necesario para que el golpe triunfase.
Ha conseguido el dinero a lo largo de años y de diversos gobiernos de la Generalitat. Porque la suya ha sido una labor de construcción continua. Y muy cara: en total 12 millones sin contar las subvenciones locales que, según fuentes policiales, también han sido cuantiosas y se están analizando.
La entidad, en teoría independiente aunque profundamente conectada al gobierno catalán y pieza clave en la movilización y agitación de la calle al servicio del proceso secesionista nación con el objeto de ‘promocionar la lengua catalana, difundir su cultura y luchar por la independencia ‘.
Según Òmnium, presidida desde finales de 2015 por el empresario barcelonés de padres ‘charnegos’ (su madre es de Murcia) Jordi Cuixart, en 2015 tuvo más de 5 millones de euros de ingresos, con 1,4 millones para gastos de personal: Cuixart tiene 55 empleados en nómina.
Subvenciones a fondo perdido y ‘a dedo’
El que es uno de los dos motores civiles del golpe independentista ha recibido desde 2005 más de 20 millones de euros en subvenciones públicas para incentivar el catalanismo, encargo de estudios y campañas de recaudación. Tiene casi 55.000 socios, 52.789 de ellos personas físicas (como el exentrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, que ha dado de alta a sus tres hijos) y 1.411 personas jurídicas.
Las ayudas recibidas varían según el ejercicio y el concepto. La mayor parte de ellas son subvenciones a fondo perdido y otorgadas a dedo, sin concurso público. Y algunas curiosas, que dan prueba del proyecto de inmersión lingüística que ha tratado de erradicar el castellano de la vida (y la vía) pública. Por ejemplo, el 22 de noviembre de 1999, Presidencia de la Generalitat concede 24.000 euros para «la ayuda en la catalanización de menús y rótulos.»
Menús y señales en catalán
Al año siguiente, el 5 de mayo de 1999, el departamento de Cultura le proporciona casi 44.000 euros «para la promoción y extensión de la lengua catalana, señalización y rotulación de cartas y menús de restaurantes, hoteles, bares y cafeterías.»
El 12 de junio de 2002 recibe de Presidencia de la Generalitat 127.000 euros en «ayuda para contribuir a la financiación de los gastos para la organización de actividades que tienen como objetivo dar a conocer la realidad cultural, lingüística, literaria, histórica y económica de Cataluña». Ayuda que repite el 22 de julio del mismo ejercicio.
El 23 de diciembre de 2003, Presidencia también le concede a Òmnium 90.000 euros para actos en la Diada . El concepto que aparece es «un espectáculo escénico y una actuación musical con motivo del Onze de Setembre.»
Un año después, el 22 de diciembre, también subvenciona actos de la fiesta del nacionalismo del 11 de septiembre, convertida en vehículo de agitación callejera: Presidencia subvenciona con otros 90.000 euros «la organización de la festividad del Onze de Setembre»
Y una de las más importantes, el 18 de marzo de 2008 recibe del departamento de la Vicepresidencia 2.719.358 euros «para contribuir a la financiación de las actividades de la entidad».
Tanto Jordi Pujol, Artur Mas como Carles Puidemont han ‘regado’ abundantemente esta asociación ‘cultural’ a su aparato de movilización en la calle.
A diferencia de la otra gran «entidad cívica» del separatismo golpista, Òmnium no oculta que recibe subvenciones públicas. La Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) asegura que sólo se financia con cuotas de socios y venta de «merchandising».