Granados: «Un Guardia Civil me tarareó el himno del PP en el calabozo y me dijo ‘vota Podemos’»
"El millón en el altillo de casa de mis suegros procede del cierre de mi cuenta en Suiza”
"No olvido que Cifuentes ordenó a sus abogados que se opusieran a mi libertad”
"Inaugurando Estremera hablé con Rubalcaba del kit del preso que luego recibí 32 veces”
"Interior me obligó a compartir celda un año con un esquizofrénico que mató a una persona”
“Los que mandaban en el PP de Aguirre eran González y su mano derecha, Cifuentes”
En una entrevista exclusiva a OKDIARIO, Francisco Granados desvela cómo han sido sus 32 meses en prisión, tras abandonar este miércoles la prisión madrileña de Estremera. El ex dirigente del PP denuncia que cuando fue detenido y llevado a los calabozos en octubre de 2014, un Guardia Civil le silbó el himno del PP y le dijo «vota a Podemos».
P. ¿Cómo fue el día de su detención?
R. Yo salí a llevar al colegio a mi hija a Madrid. Yo vivo en Valdemoro. No me llamaron a la puerta de mi casa. La Guardia Civil me siguió a Madrid y cuando la niña se bajó procedieron a mi detención. Me llevaron a mi casa para registrarla. Me tuvieron 5 días detenidos en los calabozos en LasRozas. Fui detenido un lunes y el juez me tomó declaración el viernes. A nadie le importó.
Estuve a galletas y zumos hasta el viernes. El trato general normal en ese régimen. La última noche, los dos Guardias Civiles me dieron la serenata silbándome el himno del PP toda la noche y susurrándome que votara a Podemos y mofándose de la situación. Llamé al timbre y me dirigí al Guardia que me tarareaba el himno del PP y le dije que ‘si el Duque de Ahumada levantara la cabeza se moría de la vergüenza de verte vestir ese uniforme’. Soy un fan de la Guardia Civil, pero hay gente que no sigue eso de ‘mi divisa es el honor’.
P. ¿Cómo fue su declaración ante el juez?
R. Me trató muy mal. Me dijo usted puede declarar lo que le dé la gana. Con desprecio y muy malas maneras. Con una sensación de que da igual lo que vayas a decir y a explicar porque tu destino ya está escrito.