2.000 menas se quedarán indefinidamente en España tras la entrada masiva a Ceuta
El Gobierno se niega a dar datos exactos sobre la llegada de menas a través de la playa de el Tarajal, pero el gobierno autonómico calcula que suponen una cuarta parte de esta oleada
Interior reconoce haber devuelto “en caliente” a más de 4.000 inmigrantes ilegales pero los menores deben ser acogidos y sometidos a un protocolo que impide su devolución
Ceuta: última hora sobre la crisis de inmigrantes en la frontera con Marruecos, en directo
Ceuta está absolutamente saturada en todos sus frentes sociales desde que el pasado lunes se produjera la entrada masiva de inmigrantes ilegales a través de la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos, pero en lo que a acogida de menores se refiere las costuras están literalmente rotas. A finales de 2020 en Ceuta había 496 menas. En los últimos tres días esa cifra se ha multiplicado por cuatro.
Pese a que el Gobierno se niega a dar cifras oficiales, fuentes policiales confirman que hay al menos 2.000 menores no acompañados que han llegado a Ceuta en las últimas 72 horas. De esta cifra calculan que unos centenares podrían deambular por la ciudad escondiéndose de las patrullas policiales que tratan de localizar a los inmigrantes ilegales que cruzaron la valla y no pudieron ser interceptados en la frontera.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha repetido hasta la saciedad en las últimas horas que se ha devuelto a más de 4.000 inmigrantes ilegales a Marruecos en cuanto pusieron un pie en territorio español y fueron detenidos. Lo que no ha mencionado el ministro es que en Ceuta se va a quedar un número importante de personas «no expulsables» por su condición o por su edad.
Las personas vulnerables o menores de edad están a salvo de ser devueltos de manera inmediata. Ahora empieza a no parecer casual el número desproporcionado de menores de edad que han atravesado la frontera. Fuentes policiales aseguran haber visto a más niños y más pequeños que nunca, lo que explica las imágenes de saturación de naves industriales en los que los agentes de Policía y Guardia Civil se afanaban en filiar a estos menores.
El protocolo es inflexible: a los menores que lleguen acompañados por un adulto se les da acogida inmediata y se les separa del adulto si éste no puede acreditar documentalmente parentesco con el niño o niña. Si ese obstáculo se salva, el menor es restituido de manera inmediata al adulto que lo acompañaba.
A finales de 2020, Ceuta tenía acogidos a poco menos de 500 menores de edad. Esa cifra se ha cuadruplicado en las últimas horas. De hecho, los espacios de atención de una ciudad de apenas 84.000 habitantes como Ceuta son muy reducidos para una atención masiva. Los lugares destinados a este tipo de gestiones en Ceuta tienen 200 plazas disponibles, absolutamente insuficientes para atender una llegada como la que se ha producido estos días.
En términos generales, la ciudad está bajo una presión inédita hasta el momento. Han recibido 10.000 inmigrantes y calculan que mantienen a cerca de 6.000 en la ciudad. Hasta el pasado lunes, durante todo 2020 y lo que llevamos 2021, tanto por mar como por tierra, a Ceuta llegaron 678 inmigrantes ilegales según los datos oficiales.
Pruebas de edad biológica
La última cifra actualizada de menores acogidos en España es de 9.000, a los que hay que sumar los 2.000 de Ceuta que en breve serán trasladados a otros puntos de la Península ante la manifiesta incapacidad de la ciudad autónoma para gestionar un número tan alto de expedientes de menores.
Y es que el trato de los menores inmigrantes ilegales es muy complejo, y lo que más lo ralentiza son los estudios de edad biológica que determinan la edad para que puedan ser o no acogidos como menas.
El ejemplo más reciente, en Canarias, ha dejado claro el enorme atasco judicial ocasionado por estas pruebas que deben realizarse por los peritos forenses judiciales del lugar donde están acogidos los menores de edad. Han pasado meses desde el inicio de la crisis migratoria canaria y aún no se han resuelto centenares de expedientes de confirmación biológica de la edad de las menas que allí siguen acogidos.
Pero la problemática colateral causada por la llegada masiva de menas no solamente será la demora en resolver esos expedientes, sino lo que es más grave: ¿dónde van a estar esos menores a la espera de resolverse su situación? Una cosa es segura: en Ceuta, no.
Ya han sido varias las comunidades autónomas consultadas para hacerse cargo de la inmensa mayoría de los menores acogidos de Ceuta. Y no son consultas sencillas. Durante la crisis canaria ya se criticó desde las islas la actitud de algunas comunidades autónomas que ofrecieron números ridículos de plazas de acogidas o que simplemente ni respondieron a la petición de ayuda hecha desde el archipiélago.
Andalucía ya ha dicho que es incapaz de acoger a menas de Ceuta porque su sistema de acogida está saturado. Aragón ha anunciado que podría ofertar unas 20 plazas. El precedente canario deja una duda en el aire y es saber si el Ministerio de Migraciones volverá a tirar de hoteles y apartamentos turísticos para resolver esta crisis de menores no acompañados.