La universidad online, cada vez más atractiva para los jóvenes estudiantes
La enseñanza superior online ofrece programas formativos de alta calidad que responden a las demandas del mercado laboral.
Cada vez hay más universitarios en España. Según el último informe de la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ‘Panorama de la Educación 2022’, casi la mitad de los españoles (48,7%) de entre 25 y 34 años tiene estudios superiores, por encima de la media de los países de la OCDE (46,9%) y de los 22 países de la UE (45,9%).
Como recordaba recientemente el presidente de la CRUE, Juan Romo, en un seminario de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), tener un título de superior incrementa las posibilidades de encontrar trabajo.
Por este motivo, la educación online se ha destacado los últimos años como una alternativa a la educación presencial con cada vez más adhesión entre los jóvenes candidatos (1.691.000 en el curso 2021-2022) que quieren entrar en la universidad o ampliar sus estudios superiores.
Estos jóvenes están en la franja de entre 17 y 25 años que aspiran a ser los profesionales del futuro y que cuentan con un importante terreno ganado: son nativos digitales y sobradamente preparados para asimilar el formato de estudio online, flexible y capaz de adaptarse a sus necesidades y objetivos.
Si algo caracteriza a los potenciales universitarios de la llamada Generación Z es que se han criado entre pantallas y están en constante búsqueda de innovación; en especial, nadan como pez en el agua en su hábitat natural de internet. Ello les ha configurado un carácter común alimentado por el autoaprendizaje, la iniciativa, la diversidad, la permeabilidad a los cambios y la colaboración, entre otros aspectos. También, la gratificación inmediata.
“Si no les ‘engancha’ el modelo de enseñanza, muchos jóvenes lo dejan. El sistema educativo debe hacer grandes esfuerzos para atraerlos con nuevos estímulos alejados de los cauces tradicionales”, afirma Eva Asensio, directora de Innovación académica de PROEDUCA, matriz de UNIR.
Ámbito digital de aprendizaje
Para ser retenidos en los estudios, los jóvenes necesitan una metodología que comprenda y se ajuste a sus prioridades y a sus necesidades de aprendizaje.
Estudios como el de la empresa de servicios educativos británica Pearson, que indica que el 59% de los nativos digitales en Estados Unidos utilizan Youtube durante tres horas diarias para aprender, ofrece pistas de la relevancia de la inclusión de nuevas plataformas en la educación.
Este espíritu está en el ADN de las más destacadas universidades digitales, que llevan de serie el concepto ‘aprender haciendo’ (learning by doing), para hacer más ‘empleables’ a quienes salgan de sus aulas virtuales.
Bien lo sabe la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Así lo avalan sus más de cien mil egresados desde 2009 y el hecho de haber pasado a formar parte del selecto ranking Times Higher Education (THE) de las mejores universidades del mundo. Con las mismas posibilidades de acceder a educación terciaria de nivel a través de una metodología online contrastada, “el alumno tiene todo lo necesario para recibir una formación actualizada y de calidad donde el objetivo es que obtenga una alta empleabilidad que le posicione en el mercado laboral como el candidato idóneo”, explica Aida Galiano, directora del Área de Grado de la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR.
La universidad online ofrece al estudiante organizar sus intereses personales a través de clases online en directo, con los mismos aportes de interacción con el profesor en tiempo real de un formato presencial, aparte del valioso añadido de poder verlas grabadas cuantas veces quiera.
En los campus virtuales se le abren las puertas al estudiante para disponer de múltiples recursos pedagógicos y contenidos específicos para superar cada asignatura. Además, el alumno se ve acompañado y apoyado durante toda su vida académica por la figura de un tutor personalizado.
Superando barreras
Ahora se puede estudiar desde cualquier lugar, con el único requisito de tener conectividad. Quien quiera vivir en el extranjero no tiene por qué renunciar a estudiar un título español y de calidad europea, como los que UNIR ofrece.
De esta manera, la universidad se hace trasfronteriza, rompe barreras y se convierte en una fuente de ahorro en desplazamientos y costes de residencia para el estudiante.
Asimismo, la idea de estudiar ‘estés donde estés’ es poderosa y atractiva para quienes buscan compaginar a su manera las horas de formación con otras actividades, incluido trabajo.
La vía online posibilita a quienes terminan la Formación Profesional Superior la flexibilidad y la adaptabilidad requeridas para conjugar los dos verbos: trabajar y estudiar. Se trata de una oportunidad para hacer un grado en tan solo dos años, por su condición de técnicos superiores y por el reconocimiento de créditos. Además, para el estudiante es una forma de estar en la universidad, de asumir sus progresos y protagonizar sus expectativas.
Formación y Empleabilidad
La digitalización y el nivel de estudios adquirido, sitúa a los estudiantes en la rampa de salida de optar a mejores empleos.
Las carreras del entorno de competencias STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son las más demandadas respecto al resto de áreas de conocimiento, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, donde la tasa de empleo es del 88% en España, según datos de la OCDE. Datos relevantes que no pasan desapercibidos para las universidades online que fortalecen su oferta académica, junto a un profesorado cada vez más cualificado en competencias digitales.
“Contamos con un claustro de excelencia pendiente de las necesidades de los alumnos y comprometido con su preparación para el desempeño profesional”, cuenta Luis Pedraza, Coordinador del Grado en Ingeniería Informática de UNIR.
El mercado laboral cambiante también impulsa la innovación en la universidad. En áreas formativas como las de Ciencias Sociales, Marketing y Comunicación, Educación y ADE se crean nuevas líneas didácticas encaminadas a satisfacer demandas específicas.
“Másteres de atención temprana, prevención y resolución de conflictos en el aula, neuropsicología en educación o educación emocional, son ejemplos de nuevas titulaciones que impactan en el mundo educativo y que son instrumentos reales para los alumnos que se dedican a la enseñanza”, señala Carlota Pérez Sancho, quien como directora de Área de Grados de la Facultad de Educación de UNIR, presume de sus 21 titulaciones oficiales, el mayor número en cualquier universidad española en esta área.
Finalidad práctica
Las nuevas titulaciones tienen en el punto de mira a nuevos nichos de empleo con buena retribución. Y es que el salario es más elevado cuanto mayor es el nivel formativo. Según los Indicadores de la Educación-INEE, un graduado tiene un 57% más de salario durante su vida laboral respecto a quien tiene una formación básica.
En la web 2.0, está disponible el acceso a casi la totalidad de las carreras y posgrados presentes en el ‘circuito’ presencial. Cualquier atisbo de duda que pudiera generar las acreditaciones de los títulos de universidades online se ha disipado hace tiempo al abrigo generalizado de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación de España (ANECA) y el Consejo de Universidades de España, por lo que tienen plena validez en el Espacio Europeo de Educación Superior.
Las universidades, independientemente de su modalidad presencial, híbrida o cien por cien online, dirimen sus diferencias en función de la calidad de los programas académicos y las garantías de una revisión constante de sus titulaciones.
“Desde nuestra universidad vigilamos para que nuestros títulos sean vivos y estén actualizados, lo que requiere una gran agilidad en todos nuestros procesos académicos para conjugar el rigor científico con el dinamismo necesario”, subraya Carlota Pérez Sancho.
Procesando el futuro
El metaverso y la Inteligencia Artificial nos acercan a pasos agigantados a un antes y un después en el panorama universitario. Con estas herramientas las instituciones educativas podrán ofrecer en el futuro cercano experiencias de aprendizaje altamente personalizadas a sus alumnos para afrontar los grandes retos venideros. Según un informe del McKinsey Global Institute, en el año 2055 alrededor de la mitad de las tareas laborales actuales que realizan las personas serán ejecutadas por máquinas.
La universidad online, por su concepción embrionaria, parece la mejor preparada para abordar tales desafíos que la digitalización y la automatización plantean. UNIR vuelve a ser referencia con programas ad hoc, como ‘Impact Learning’, un complemento a los grados bajo una formación disruptiva y diferencial que responde a las nuevas necesidades de empleo; y el grado To.Do que potencia las habilidades más solicitadas en el ámbito empresarial.
Cada vez más, la apuesta de la educación online se acerca a lo que el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB) propugna: “modelos de ‘aprendizaje profundo’, que deberán ser experiencias centradas en el estudiante, individualizadas, relevantes y atractivas, y que generen aprendizajes y habilidades que se mantengan a lo largo de la vida”.
Encender la pantalla del ordenador permite pensar en un abanico amplio de posibilidades, porque esa luz alternativa de la universidad online es también la del conocimiento, la de un futuro para los jóvenes estudiantes.