Wanda venderá el Edificio España aunque Carmena haya autorizado la reforma
Wanda ha decidido vender el Edificio España, después de haber logrado doblar el brazo al Ayuntamiento de Madrid. Manuela Carmena, en un giro de 180 grados, ha autorizado al grupo de Wang Jianlin a desmontar parcialmente las fachadas principal y laterales para volver a levantarlas una vez arreglados los ladrillos. Esto permitiría al inversor chino vender el inmueble por un precio muy superior al que podía lograr hasta ahora.
En la resolución enviada por Carmena a Wanda ofreciéndole el apoyo del Ayuntamiento al proyecto del inversor chino, de cuya existencia informó OKDIARIO en exclusiva, el Consistorio dice que Wanda que “con carácter excepcional” podrá solicitar el “desmontaje y posterior reconstrucción, con los mismos materiales, dimensiones y forma que tenía en origen” de todo aquel elemento de la “fachada protegida” que pueda “verse afectado” por la ejecución de la obra. De esta manera, cede parcialmente a la intención del grupo de Wang Jianlin de arreglar las fachadas con ese sistema.
La carta supone, además, admitir parcialmente ante Wanda Group lo que el Ayuntamiento ya reconoció en un documento oficial enviado al PP, y que fue publicado en exclusiva por este periódico: la legalidad del desmontaje de las fachadas para su posterior reconstrucción.
Este giro dado por Carmena no significa que el propietario del inmueble vaya a retomar el proyecto con el fin de concluirlo. Al contrario, pretende venderlo.
Revalorización del Edificio España
Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes del proyecto, el inversor ha decido vender el inmueble y ahora está estudiando las diferentes posibilidades para lograr que le paguen un mayor precio por él. El hecho de que Carmena haya eliminado trabas a la reforma ya supone una revalorización del edificio, puesto que el posible futuro dueño ve eliminadas trabas municipales a las posibilidades de reforma. Por este motivo, la venta en las actuales condiciones ya es una opción. Sin embargo, Wanda baraja al menos otra.
Está estudiando comenzar la reforma del edificio, pero no con el objetivo de terminarla. La idea es concluir tan sólo algunas fases del proyecto. Así, haciendo alguna inversión extra sobre las ya realizadas conseguiría incrementar en buena medido el precio que puede pedir por el inmueble. Este es el motivo por el que se reunió este lunes con algunas de las principales consultoras que podrían trabajar en el diseño y desarrollo de las obras. Algunas de las empresas contactadas forman parte del grupo de aquellas que vieron como Wanda cancelaba sus contratos con ellas a principios de febrero ante las trabas que ponían Carmena y el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible (Urbanismo), José Manuel Calvo, al proyecto.
Entre los motivos que llevaron a Wanda a interrumpir a principios de marzo contactos directos con posibles compradores, unos encuentros que sí se habían producido con anterioridad, era precisamente que las cantidades que le ofrecían por el inmueble eran muy bajas. El inversor asiático se fijó en un primer momento el objetivo de al menos recuperar los 265 millones de euros que pagó por el Edificio España en 2014. Sin embargo, según las fuentes del mercado, nadie ofrecía una cifra por encima de los 200 millones de euros. Las nuevas circunstancias juegan a favor del grupo de Wang Jianlin, puesto que se han ido eliminando factores que hacían perder valor a este activo inmobiliaria.
Salida del país
La renovada apuesta por la venta del céntrico inmueble madrileño es coherente con la línea de trabajo que está manteniendo Wanda Group hacia España durante las últimas semanas. El grupo está valorando de forma muy seria dejar de invertir en el país.
Hay dos factores que van a jugar un papel decisivo en la decisión de continuar en tierras españolas o hacer las maletas definitivamente. Uno de ellos es la posibilidad de que Podemos pueda entrar en un teórico Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Si esto ocurre, Wang Jianlin casi seguro que optaría por la marcha. Lo mismo ocurriría si no se desatasca la Operación Mahou-Calderón o esta vuelve a ponerse en marcha pero tan limitada por el Ayuntamiento que el grupo chino dejara de verla como un proyecto rentable.