Economía

Wall Street: ¡El renacer alcista!

Wall Street: ¡El renacer alcista!

“Los inversores han perdido mucho más dinero al prepararse para las correcciones, o al tratar de anticipar las correcciones, que el que se ha perdido en las propias correcciones” Peter Lynch

¿Ustedes revisan su éxito?, ¿vuelven al punto o lugar donde fueron vencedores a analizar cada milímetro del plan que trazaron para conseguir la gloria? ¿Vuelven para analizar la improvisación que de esa planificación nació?, ¿cómo se sintieron, qué les excitó más? Dura poco, ¿verdad?  Es un dulce instante que acaba por susurrarnos – ¿y ahora qué? Sin dejarnos disfrutar cómodamente de nada. Yo reviso mi éxito una y otra vez, – ¿que, por qué?, ni por ego ni por vanidad, lo mío es supervivencia, y estoy muy acostumbrada a ella. Dicho lo cual, ¿les apetece revisarlo esta vez conmigo?

¡Vamos allá! Dejamos ya atrás el verano en el que les advertía técnicamente acerca de un esperanzador rebote inusualmente fuerte en zona de soporte, que se había levantado por encima de los ⅔ que la teoría de Dow define como lo que diferencia un rebote de un nuevo impulso de mercado. Esta situación, si bien era el primero de varios pasos que debería de otorgar Mr. Market para cambiar la tendencia, se había producido de igual manera en el 2008 y en el 2000.

Sin embargo, la recaída del mercado durante la vuelta de vacaciones dejó a mi parecer en el tintero otras dos situaciones necesarias para cambiar una tendencia; la segunda en lista acontece a las divergencias por doquier que encontramos en el seno de la amplitud del mercado, siendo las industrias Healthcare, Consumer Services, Industrials y Oil & Gas las que discuten la tendencia evitando marcar nuevos mínimos en la formación del precio.

La tercera, y sin duda más reveladora, la encontramos en el sesgo de capitulación de mercado que hemos visto en los mercados de FX y de renta fija, donde el nivel extremo de sobreventa, junto con un sentimiento inversor que hacía lustros que no se veía, sentaba las bases para como mínimo, probar un nuevo rebote relevante.

Pues bien, 5 semanas después el mercado se ha levantado nuevamente por encima de los ⅔ de ajuste dejando al NASDAQ 100 como farolillo rojo, demostrando que las narrativas del mercado duran lo que dura una tendencia y que todo aquel inversor que nade en la abundancia de una burbuja, termina por perder prácticamente todo su dinero. La respuesta está en las caídas de más de un 80% en las tecnológicas americanas, en las acciones Chinas, en las criptodivisas y en una renta fija que ha dejado a 0% la rentabilidad media acumulada en los bonos a 10 años.

Y es que Mr. Market ha empezado un cambio de roles en sus mercados, donde la gran disparidad de oportunidades que se han generado se concatenan con un cambio en el gobierno de creación de moneda, que parece dirigido sin fin a los estímulos fiscales, la reindustrialización y la aceleración hacia la transición ecológica. Como inversores, deberían recordar siempre que los factores macroeconómicos sientan las bases del ciclo y acercan la oportunidad a diferentes sectores en pro de la dichosa demanda agregada.

Ciclos expansivos con bajos tipos de interés, son especialmente propicios para las compañías growth y las tecnológicas. Mientras que épocas de restricción monetaria y expansión fiscal lo son para las compañías cíclicas. Y es que la ingente cantidad de dinero que se destinará hacia los temas denominados bajo el paraguas de la “urgencia social”, son sin duda una de las múltiples oportunidades que dará el mercado a nuestras mesas de negociación.

Estamos hablando de la recaída a mínimos del mercado de energías renovables, o la industria de fabricación de baterías eléctricas, con el litio como foco de interés, la revolución 2.0 del ferrocarril o la reindustrialización de una Europa necesitada con urgencia de una revolución energética. Una vez pasada la tormenta, los capitales globales que inundan los mercados financieros deberán buscar refugio en los mercados de activos y la renta variable racional debería tener al fin su oportunidad, ¿no les parece? Eso sí, muy lejos de lo que en el pasado denominé como “burbuja sinrazón”, una burbuja que al fin, ¡ha estallado!

Es cierto que hablar del fin del mercado bajista es algo precipitado, puesto que siendo sinceros, las tendencias solamente pueden definirse cuando están dadas, pero como trader profesional que soy estoy obligada a tomar decisiones y asumir riesgos con ellas. Por este motivo, y a colación de lo perverso que se está volviendo mi galante mercado, hemos mudado piel en Blackbird para sentirnos más cómodos dentro de nuestro mantra operativo, pasando de comprar el rebote en sobreventa y venderlo en sobrecompra, a comprar los ajustes y defenderlos en sus mínimos.

Este cambio de sesgo operativo nos permite buscar dirección alcista en el mercado, puesto que si bien una corrección podría llegar en las próximas semanas, el mercado ha demostrado con el cierre del viernes, que las ganas de caer se están agotando y eso, es muy buena señal, queridos míos. Los máximos de agosto del Dow Jones situados en los 33.600 puntos marcan el primer punto de inflexión que quedaría oscurecido por un NASDAQ 100 que sigue divergiendo de este buen tono expresado por las bolsas, asentado en zona de mínimos y demostrando que el dinero cuando entra en razón, desmonta cualquier narrativa en pro de una realidad que se hace palpable cuando el miedo empieza a pesar sobre aquellos que han ganado dinero sin querer a rebufo de una manada excitada y sin ideas propias.

Y es que por más que pretendan negar que en el mercado se gana dinero a muy largo plazo, los inversores han perdido mucho más dinero al prepararse para las correcciones o al tratar de anticipar las correcciones, que el que se ha perdido en las propias correcciones, puesto que el miedo provocado en una etapa de dolor suele explicar con el paso del tiempo el arranque de los mayores mercados alcistas de la historia.

Créanme, cuanto más intenso es el dolor, más fuerte es el renacer de Mr. Market, y esta vez, es necesario recordar que el dolor vivido en el mercado de renta fija, es probablemente el más bruto de toda la historia. Señores, no ver esto como una oportunidad es sin duda alguna ignorar por completo la esencia más pura de este maravilloso oficio, un oficio que no va de otra historia que de vivir al margen de todo, contra todos y en el que cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Un consejo? Revisen su éxito.

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