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USA; ¡Bye al proteccionismo!

USA; ¡Bye al proteccionismo!

“El no hablar con otros países no nos hace quedar como gente dura; nos hace quedar como arrogantes.” Barack Obama.

El que siempre se protege del viento, cuyos pies están constantemente calientes y cuyas habitaciones permanecen aisladas del frío, peligrará al enfrentarse a la mínima brisa. Todos los excesos son malos, pero ninguno es peor que el exceso de comodidad y confianza. Afecta al cerebro. Nos hace perder la visión de la realidad y se vuelve muy frágil la separación entre lo verdadero y lo falso. Por ello siempre decido cambiar antes de que las circunstancias me cambien a mí, ya que todo se vuelve más sencillo cuando tienes claros los pasos que quieres seguir.

El mundo entero se paralizó la semana pasada ante la expectativa de, ¿quién será el 46º presidente de los Estados Unidos (EEUU) de América? Y con eso las enormes consecuencias que de ello se derivan. La victoria continuista de Donald Trump es aquello a lo que todos los americanos están acostumbrados, puesto que raras son las veces que un presidente no logra alargar su mandato. Sin embargo, con Mr. Trump nada es trivial, y cualquier cosa que lleve el apellido Trump, siempre está sujeto a polémica.

EEUU es una nación a la que me resulta difícil no admirar, los americanos han sido los grandes descubridores de la mayor parte de la tecnología que facilita o entretiene nuestras vidas. Acusados de imperialistas colonizadores, han logrado precisamente erradicar dicho colonialismo y las guerras que precedieron su liderazgo mundial antes del fin de la Segunda Guerra Mundial. La absurda guerra por el liderazgo de la vieja Europa, sumió al mundo en continuas guerras a lo largo de nuestra historia, mientras que el espíritu colectivista de los EEUU se forjó con base en la lucha por sus propios derechos y libertades.

De ahí que sea difícil no admirar a un estado cimentado con libertad y para la libertad, y forjado sobre las luchas contra los totalitarismos nazis y comunistas. Obama representa el canal libertario y progresista de los americanos, un pragmatismo liberal alejado del rancio discurso marxista de la lucha de clases y cerca de la asunción de la necesidad de un libre mercado colectivo, gracias a Dios cada vez más abierto al mundo. En cambio Trump se acerca más a la soberbia provinciana del añejo tradicionalismo de un partido republicano que necesita hábilmente renovarse.

Sea como fuere, en EEUU no existe la izquierda y la derecha, más bien el centro derecha liberal y la derecha tradicional y conservadora. La libertad per se por lo tanto abandera el espíritu americano y a ello se refieren como el gran sueño americano.

Mr. Obama enseñó otra vez al mundo que existen dos formas de ejercer el poder

Obama relató en campaña electoral que nunca esperó que Trump aceptara su visión o continuara con sus políticas. Pero abiertamente expuso que esperaba que Trump pudiera mostrar algún interés en tomarse el trabajo en serio. Haciendo referencia a la enorme responsabilidad que implica el poder presidencial de los EEUU, Mr. Obama enseñó otra vez al mundo que existen dos formas de ejercer el poder.

La primera, haciendo uso de él para el bien común y la segunda, para beneficio propio. Obama relajó las relaciones globales en pro del colectivismo, entendiendo la grandeza de América en pro de la colectivización. Hay que recordar que el mismo hombre que ganó el Nobel de la Paz, capaz fue de sentenciar al terrorista más buscado, Bin Laden. La lucha contra los problemas reales de toda la sociedad, como el cambio climático o la sanidad pública americana, han sido en gran parte su hoja de servicio, y en eso nadie puede discutir su legado.

Barack arriesgó mucho dando libertad absoluta a Bernanke a rearmar un mundo en ruina, y América despertó cual ave fénix de sus propias cenizas, demostrando que el poder compartido siempre es mejor que pretender ser el dueño del mundo, lo cual te acerca más a la tiranía, y en mi opinión no hay nada más demodé. ¿Y qué pinta Obama mi tribuna de hoy? Pues a que la victoria electoral de Joe Biden ha sido la más contundente de la historia.

Biden ha sido el presidente americano más votado, en unas elecciones que pasarán a la historia por su elevada participación a pesar del covid-19. Pero Biden no ha ganado sus elecciones por su propia capacidad de seducir a las masas. La victoria de Mr. Biden ha sido el voto útil más sutil de la historia y la demostración de que el plan ‘B de Obama’, retomará su legado al menos cuatro años más.

Tal vez el mundo sin Trump en el poder respire un poco de tranquilidad

Trump apareció como un voto populista a las consecuencias de las políticas monetarias de la Fed y un grito a la esperanza de que las élites sean menos poderosas, pero el mismo Trump ha demostrado que la realidad siempre termina de la misma manera, como bien el poder nos ha enseñado. Compartir dicho poder es complicado, mucho más cuando quien lo ostenta demuestra un egocentrismo enfermizo, ¿no les parece? El camino hacia el poder está pavimentado de hipocresía y eso en España, lo sabemos muy, pero que muy bien (al menos en los tiempos que corren).

Con Biden volveremos a un mundo menos provinciano y más colaborativo, más centrado en los problemas globales que en los problemas domésticos de América y al menos promete un tiempo que se presupone menos convulso. Al fin y al cabo al mundo le preocupa más el cambio climático que el muro fronterizo con México, y a los americanos les preocupa más una sanidad pública accesible a todas las personas, que un estado necesitado de enseñar músculo en una guerra de faroles que lo único que pretende es enseñar las feromonas de un mandamás, que vive más preocupado por fotografiarse cruzando la línea fronteriza de Corea, que de salvar vidas humanas en la peor crisis sanitaria mundial de los últimos 100 años.

Tal vez el mundo sin Trump en el poder respire un poco de tranquilidad, los mercados al fin y al cabo es lo que aplauden hoy, puesto que las fronteras impuestas por Mr. Trump ya sean con ladrillos o con aranceles, nunca han sido buenas para nosotros. La victoria de hoy no ha sido en pro de Biden y sí en contra de Trump, personalmente no me gusta ganar si no es por mérito propio. Esperemos que eso no sea una losa sobre un mandatario que implica por ahora, poco más que simpatía. A veces uno sabe de qué lado estar simplemente viendo quienes están del otro lado.

¡Good night & good luck Mr. Biden!

Gisela Turazzini, CEO de Blackbird Bank.

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