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Uber duplicó sus ingresos en España en 2017 pese a la batalla con los taxistas

Disparó su facturación y duplicó su beneficio antes del récord de descargas

En 2017, Cabify multiplicó por cuatro su facturación

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Sede de Uber (Foto: Getty)

El enfrentamiento de algunos taxistas con las nuevas aplicaciones que les hacen la competencia parece impulsar los resultados económicos de sus rivales más que minarlos. El ejemplo es Uber, que dobló en 2017 la facturación de su división española a pesar de los intentos del sector del taxi por poner trabas a su actividad. En concreto, la división Uber Systems Spain SL, una sociedad unipersonal que actúa como filial de la multinacional californiana en España, vendió en 2017 2,8 millones de euros, frente al millón 400.000 euros del año anterior.

Este crecimiento es el resultado de la evolución natural del negocio de la compañía, que en 2017 operaba sólo en Madrid, pero que en febrero de este año arrancó también en Barcelona. Para este 2018 se espera aún un mayor aumento de facturación dado que, además de la incorporación de la ciudad condal, el conflicto de este pasado verano ha sido de tal intensidad que ha superado hasta niveles nunca vistos las descargas de estas aplicaciones de licencias VTC.

La compañía emplea a finales de junio a 40 personas de forma directa. Sin embargo, su presencia en cuanto a conductores es cada vez mayor. Se estima que puede tener ya más de 1.000 vehículos trabajando con su aplicación en Madrid y Barcelona, todo un éxito si se tiene en cuenta que empezó con varios cientos de coches en Madrid. Los supuestos bajos salarios de la empresa, desmentidos por la compañía, llevan tiempo siendo motivo de debate.

Este aumento de aproximadamente un 100% en el negocio de la filial española indica un aumento similar en la actividad real de la compañía de transporte de pasajeros (que también tiene una pequeña división de ‘delivery’ o envío de alimentos a domicilio llamada Uber Eats). Según la estructura fiscal que tiene Uber, es la filial neerlandesa la que factura sus viajes (un 25% del total de cada viaje facturado se lo queda la prestadora de la app) y la española presta servicios a su matriz por los cuales cobra. Un modelo similar al de otras grandes tecnológicas norteamericanas como Amazon, que opera en Luxemburgo, o Google y Facebook que operan en Irlanda.

Así, resulta irrisorio el beneficio que la compañía publica en el Registro Mercantil y que OK Diario ha recogido a través de Infoempresa. Según estos números, Uber ganó 163.500 euros frente a los 80.000 del año anterior. Sin embargo, el hecho de que las ganancias más que se dupliquen en un solo ejercicio demuestra el tirón de su negocio en el mercado español.

Margen brutal de crecimiento

En un mercado del transporte urbano muy opaco pero que expertos en el sector calculan que tiene un valor de unos 2.000 millones de euros al año, Uber y Cabify tienen una importancia creciente. Si la facturación de la norteamericana es imposible de medir por el momento, no lo es la facturación de su rival española Cabify, relacionada con el fondo Seaya Ventures propiedad de la hija del presidente de BBVA Francisco González. Según datos del Registro Mercantil, Cabify facturó 73 millones en España.

Por tanto, es difícil que entre ambas compañías supusieran, durante 2017, más que el 5% de todo el mercado nacional. Hay que tener en cuenta que Uber solo tiene presencia en las dos principales ciudades y Cabify en algunas más, pero que hay plazas donde el taxi no tiene competencia. Sin embargo, también hay que reconocer que aproximadamente la mitad del negocio del transporte urbano por taxi se genera en Madrid y Barcelona, allí donde las empresas de VTC tienen más puesta su mirada.

 

 

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