Turquía: un país lleno de oportunidades para los inversores y empresarios españoles
Uno de los aspectos más relevantes de cualquier país para resultar atractivo a las nuevas inversiones económicas y empresariales es la posición geográfica que tiene a la hora de unir diferentes partes del mundo. En este sentido, Turquía, gracias a su ubicación en el mapa, al ser el punto donde se unen Asia y Europa, goza de una posición estratégica clave que la convierte en un país atractivo y lleno de oportunidades comerciales, mercantiles y socioeconómicas a ojos de los inversores.
En el caso de España, además, y de cara a las alianzas turco-españolas en materia económica, empresarial y cultural, existe un nexo de unión fortísimo y indisoluble: el Mediterráneo. Tal como detalla Ahmet Burak Daglioglu, presidente de la Oficina de Inversiones de Turquía, “somos dos países comparten la importancia que dan a los valores de la familia, a su tradición, la cultura, la alimentación y también comparten una posición como puertas de Europa en ambos lados de Mediterráneo”.
España y Turquía: dos países con ecosistemas económicos formados por pymes
Otro de los aspectos que hacen de Turquía un país atractivo para los inversores españoles es el ecosistema económico turco, ya que éste es muy parecido al español. Es decir, la mayor parte de las compañías que crean riqueza en ambos países son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). “La mayoría de los negocios turcos son familiares. Por esta razón, entre ambos países se pueden crear sinergias importantes a la hora de desarrollar modelos de negocio novedosos e innovadores que haga que todo el mundo gane. Otro de los puntos en común, además, es la apuesta de crecimiento en el exterior a través de las licitaciones”, destaca.
En definitiva, Turquía es una ubicación ideal para las empresas internacionales gracias a su capacidad de producción; su población de 84 millones de personas, su fuerza laboral joven, dinámica y cualificada; su infraestructura logística y sus capacidades comparativamente superiores para crear un ambiente liberal y amigable para los negocios que mejora constantemente. Las empresas españolas construyen sedes regionales en Turquía para alcanzar los mercados del Medio Oriente, Asia Occidental y de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Turquía también es parte de la Unión Aduanera, y tiene amplios acuerdos de libre comercio con 28 países. Los inversores que fabrican en Turquía pueden alcanzar hasta mil millones de consumidores gracias a las oportunidades de libre comercio. Con una tasa promedio de crecimiento de 5,1 entre los años 2003-2020, Turquía es la 11.a economía mundial más grande en términos de paridad de poder de compra. Es una economía sólida, resiliente, ágil y flexible.
Con estas cifras sobre la mesa, no cabe duda de que la relación inversora entre Turquía y España es muy productiva y atractiva de cara a las inversiones extranjeras.
Altísima presencia de capital español en Turquía
“Desde 2003, las empresas españolas han invertido alrededor de 10.000 millones de euros en Turquía. Actualmente, existen alrededor de 730 empresas establecidas con capital española en nuestro país. Nuestro volumen total de comercio con España es de aproximadamente 12.000 millones de euros, es el séptimo socio exportador más grande de Turquía, y está en el top ten como socio importador”, comentan desde la Oficina de Inversiones de Turquía.
Con respecto a los visitantes españoles al país turco, ya sea por ocio o negocios, la presencia también es muy alta, ya que, tal como citábamos, el Mediterráneo es un nexo de unión muy potente. Aproximadamente, han llegado 700.000 españoles en los últimos cinco años, aunque desde la Oficina de Inversiones de Turquía esperan que esta cifra siga elevándose tras la pandemia del Covid-19. De hecho, Turkish Airlines ofrece vuelos directos desde Estambul a cinco destinos españoles.
También subraya Ahmet Burak Daglioglu que las relaciones bilaterales son “buenas” desde el punto de vista social y político y, además, subraya que hay margen de mejora en materia comercial. En este caso, recuerda las palabras de Pedro Sánchez cuando declaró “la importancia de fortalecer la relación por ser un socio estratégico de la UE”, así como la ayuda de material sanitario que el Gobierno de Turquía brindó a España en los primeros meses de la pandemia.
“Nuestra relación política es sólida. Durante décadas hemos observado que los ciudadanos de España y Turquía se llevan bien en todos los campos, y se sienten felices de trabajar juntos. Estamos felices de informar que la cantidad de proyectos conjuntos en otros países incrementa a diario”, comenta.
Los sectores con más tirón en Turquía
Con respecto a los sectores, destacan aquellos relacionados con las e-mobility, químicas y petroquímicas, tecnologías de fabricación desarrolladas y mecánicas, defensa y aeroespacial, y las de alimentos y agricultura, así como energía renovable y maquinaría. Pero, además, según subrayan desde la Oficina de Inversiones de Turquía, las empresas e inversores españoles poseen interés sobre todo en el sector de las infraestructuras como los puertos, los ferrocarriles y los aeropuertos, entre otros.
Eso sí, Ahmet Burak Daglioglu expone que las inversiones relacionadas con “la logística, que mejorarán la infraestructura de transporte marítimo y apoyarán la intermodalidad, así como las inversiones en infraestructura en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son valiosas e importantes para Turquía”.
Sin embargo, y sobre ello pone el foco, a lo largo de esta pandemia se ha puesto de manifiesto la alta importancia de la inversión en medicina y biomedicina, así como los equipamientos médicos y los servicios de hospital. “Ahora las ciencias de la vida son una industria de prioridad en nuestras oficinas y, además, nos aseguramos de que las inversiones sean apropiadas y contribuyan al desarrollo sostenible en línea con los ODS de la ONU para elevar la eficiencia energética de nuestros sistemas y ciudades”.
Atención al inversor personalizada y con una orientación clara
Cree, además, y así lo expone, que las empresas de ambos países deben seguir descubriéndose para avanzar en materia económica y mercado. Por ello, “tenemos una oficina en Madrid desde 2009 para atender a los inversores en España y estamos trabajando mucho con la marca Invest in Turkey. También estamos creando una comunidad más amplia de inversores por medio de webinarios y canales de comunicación digital, particularmente en los últimos meses, cuando la digitalización se ha vuelto más importante”, comenta.
Como consejos a los futuros inversores, así como mejorar la presencia mercantil que ya se tiene, Ahmet Burak Daglioglu explica que las puertas de la Oficina de Inversiones están siempre abiertas. “Nuestro objetivo final que es atraer inversiones que llevarán a nuestro país al siguiente nivel en la cadena de suministro mundial y esto es posible si atraemos inversiones nuevas de alto valor agregado y de tecnología intensiva”.
Turquía ha incrementado su posición en el Índice de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial por medio de reformas continuas en los dos últimos años. Quedó en la posición 84.a entre 155 países en 2006, y ahora está 33.a entre 190 países, en 2020. Según dicho índice, empezar un negocio en Turquía puede llevar tanto como 7 días. La disminución en los costes para abrir una empresa también ha contribuido a este salto en el ranking. Si bien en el índice se dice que este proceso lleva 7 días, en la práctica a menudo se completa mucho más rápido.
Estudios individuales para los inversores
En este sentido, además, creen que es imprescindible guiar a los inversores de manera generalizada con el fin de agilizar los procedimientos burocráticos. “Ayudamos a los inversores antes, durante y después de su inversión y les damos un servicio tipo “ventanilla única”, coordinamos con los accionistas involucrados en el proceso de inversión, ofrecemos servicios de lanzamiento de proyectos y presentamos apoyo logístico por medio de visitas planeadas de inversores a Turquía”, relata. Pero de todos los servicios, destacan “los estudios individuales para los inversores para localizar la ubicación óptima para el proyecto de inversión relacionado”.
En definitiva, “hay muchas oportunidades para la inversión como, por ejemplo, el conocimiento tecnológico y el poder financiero de las empresas españolas y el espíritu emprendedor de las empresas turcas resulta un tándem económico que puede potenciar la riqueza de ambas zonas. Las empresas españolas pueden trabajar junto con las turcas para lanzar grandes proyectos”.
Más información sobre cómo invertir en Turquía en www.invest.gov.tr