Toshiba cae un 16% en Bolsa tras reconocer pérdidas de 4.100 millones de su negocio nuclear en EEUU
Las cuentas no le salen a la nipona Toshiba y lo está pagando caro en los mercados. El valor se ha desplomado un 16% en la Bolsa de Tokio por las pérdidas millonarias de su negocio nuclear en EEUU. Algunos medios locales han anunciado que las provisiones serían más altas de lo estimado y la compañía se vería obligada a buscar apoyo financiero de una entidad de propiedad estatal.
Toshiba ha cerrado con un retroceso de un 16% en la bolsa nipona, con la acción a 1,98 euros, aunque el valor ha llegado a hundirse hasta un 26,5% en el segundo tramo de la sesión. La pérdida millonaria, ya anunciada en diciembre, estaría ligada a la compra por parte de Westinghouse (propiedad de Toshiba desde 2006) de CB&I Stone & Webster, una firma que construye plantas atómicas.
Durante el ejercicio en curso, que concluirá en marzo de 2017, su negocio de energía nuclear podría incurrir en pérdidas de 4.100 millones de euros, cinco veces más que la cantidad estimada a finales de 2016, según informaciones publicadas hoy por varios medios japoneses. La compañía ha admitido que podría acometer una ampliación de capital y que negocian con bancos japoneses, y en particular estaría considerando ofrecer preferentes sin derechos de voto o emitir deuda subordinada.
Además, la empresa habría pedido apoyo al Banco de Desarrollo de Japón, de propiedad estatal, para lidiar con sus pérdidas, según los medios de Japón. Toshiba precisó que «las cifras todavía están por determinar y que las medidas ante el posible impacto están bajo estudio», y añadió que anunciará sus resultados financieros definitivos y sus previsiones financieras «cuando el impacto esté claro».
La firma asiática mantiene un contencioso con Chicago Bridge & Iron, empresa a la que compró la firma de energía nuclear en diciembre de 2015, a cuenta de sus tasaciones de los activos y negocios de la compañía.
En 2015 pasado Toshiba anunció pérdidas superiores a los 4.000 millones de dólares y un recorte de casi 7.000 empleados, tras conocerse el escándalo de la manipulación de sus beneficios desde 2008 que trajo la fulminante dimisión del presidente Hisao Tanaka. La firma electrónica infló sus beneficios operativos en unos 1.125 millones de euros y la cúpula fue acusada de prácticas ilegales para aumentar los beneficios y ocultar los costes.