Convenios colectivos

Los sueldos crecen un 2% en las empresas públicas en plena pandemia y con el IPC en negativo

Los sueldos siguen creciendo en las empresas públicas.
Los sueldos siguen creciendo en las empresas públicas.

Los salarios en las compañías con capital público han seguido creciendo a un ritmo del 2% a pesar de que la tasa del Índice de Precios al Consumo (IPC) se sitúa en el -0,5%. Es decir, que los sueldos negociados en convenio en las empresas de la Administración han estado ganando sensiblemente poder adquisitivo mientras que muchísimos trabajadores se han tenido que ir a la calle o muchas compañías privadas han tenido que echar el cierre. Solo hay que darse una vuelta por las calles para ver miles y miles de comercios que ahora están cerrados y que hace un año no lo estaban.

Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, con los datos de convenios registrados hasta diciembre de 2020 y con efectos económicos en ese mismo año, los casi 50.000 trabajadores (exactamente, 48.518) de las 145 compañías públicas sobre las que se registraron convenios colectivos en 2020 vieron como su poder adquisitivo ganaba prácticamente un 2,5% de capacidad de compra.

En los convenios firmados por las empresas privadas los sueldos también subieron, pero menos, un 1,55%. Según los datos de Trabajo, en la Administración central los sueldos subieron un 5% y en la administración autonómica y local un 1,97%. ¿Esto qué significa? Que en los convenios de empresa, que los sindicatos prefieren orillar en sus negociaciones, ya que prefieren que los sueldos se negocien en convenios de ámbito superior (sectores, áreas, etc.) los sueldos suben de media un 1,6%.

En los convenios de ámbito superior sube el sueldo también un 1,91%. Esto muestra que las medidas de flexibilidad salarial, en muchos de los casos, no terminan de aplicarse.

En conjunto -teniendo en cuenta tanto al sector público como al privado-, todos los salarios negociados en convenio (afectando a 7,6 millones de trabajadores) se sitúa en el 1,89% de media. Hace un año la subida era del 2,33%. Es decir, que se ha producido una cierta ralentización en el conjunto de la negociación colectiva pero muy leve.

Sin embargo, la gran novedad es que si en diciembre de 2019 había 9,85 millones de personas afectadas por los convenios negociados en ese año, en el que no había pandemia, en la actualidad hay 7,66 millones, lo que estaría reflejando el desempleo creciente en la economía nacional.

Mientras tanto, el coste de la cesta de la compra sigue cayendo. La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de diciembre es del -0,5%. Aunque la  tasa es tres décimas superior a la registrada el mes anterior, el IPC sigue en negativo. 

Mientras tanto, al alza de los salarios en convenios se suma que el salario mínimo interprofesional también subió sensiblemente el año pasado, marcado por el coronavirus. La subida aprobada por el Gobierno en 2020 fue del 5,5% con respecto al SMI 2019 a 950 euros, un incremento que repercutió a más de 2 millones de trabajadores, teniendo efecto a partir del 1 de enero de 2020 con fin de la vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020.

Aunque los empresarios aceptaron a regañadientes esta subida, en 2021 no están dispuestos, sobre todo tras la grave crisis que afronta la economía española, que se ha convertido en el país desarrollado que más riqueza ha perdido como consecuencia de la pandemia. El hecho de que los sueldos suban en pandemia no es algo positivo per se, ya que lo que puede provocar es que las empresas tengan que recurrir con más facilidad a los ERTE o finalmente a los ERE para poder sobrevivir. Es decir, que un mayor sueldo no es automáticamente positivo para los trabajadores.

Por ejemplo, la subida del salario mínimo en 2020 provocó numerosos despidos entre el colectivo de trabajadores del hogar, en la agricultura, en la hostelería y en el comercio nada más aprobarse, lo que confirma que en ocasiones el alza salarial es contraproducente, aunque es la petición que siempre hacen los sindicatos UGT y CCOO sin tener en cuenta las condiciones económicas.

El diagnóstico de CEOE: «Los márgenes de las empresas se reducen intensamente»

Según la valoración del IPC de CEOE, «en el conjunto del año 2020 la tasa media del IPC ha sido del -0,3%». «De cara a los próximos meses, la inflación estará condicionada por el comportamiento de los precios del petróleo y el descenso de la demanda de algunos bienes y servicios derivada de la crisis del coronavirus. De cualquier modo, se puede afirmar que estamos en una coyuntura de estabilidad de precios sin presiones inflacionistas», remachan.

Los empresarios liderados por Antonio Garamendi especifican: «En este contexto de debilidad de la demanda, los precios finales continúan cayendo al mismo tiempo que las empresas deben seguir asumiendo incrementos de costes de producción, por lo que sus márgenes se están reduciendo intensamente».

UGT reconoce la tendencia «bajista» de los precios

Mientras tanto, con la cesta de la compra más barata que hace un año, UGT dice que los productos básicos están subiendo por encima de la media y que hacen necesario incrementar el salario mínimo interprofesional (SMI), ha apuntado en un comunicado. Eso sí, el sindicato reconoce que la tendencia bajista de los precios «es clara», si se tiene en cuenta que 2020 cerró con valores de inflación negativos durante nueve de los meses del año y con una tasa de inflación subyacente por debajo del 1%.

Desde su punto de vista, los registros «son coherentes» con la situación a la que la economía se vio sometida debido a las medidas extraordinarias para frenar el Covid y que hacen prever que el PIB nacional vaya a descender más de un 10% en 2020.

«Esta situación de inflación baja no significa que se haya producido en todos los bienes y servicios», apunta UGT, que ha puesto de relieve que es «especialmente significativa» la subida de alimentos y las bebidas, que son «las partidas de gasto más importantes en los hogares con menor presupuesto».

Para UGT, «el aumento generalizado del precio de estos bienes difiere notablemente de la evolución de la tasa de inflación general y, además, acaba repercutiendo en mayor proporción en familias con rentas más reducidas, ya que el gasto destinado a los mismos representa un mayor porcentaje sobre el total de sus ingresos».

Sobre la subida de la electricidad, la organización sindical ha recordado que revistar este sistema era «un compromiso» del Gobierno de coalición, por lo que ha instado a que se examinen las probabilidades de mejora en este terreno, que impidan a las grandes eléctricas obtener beneficios «injustos» de aumentos de demanda puntuales.

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