Enésimo enfrentamiento en el Gobierno

Calviño corrige a Podemos por quitar importancia a una futura subida del salario mínimo

Nadia Calviño
Nadia Calviño, ministra de Economía

El área económica del Gobierno sigue en pie de guerra, revelando en el día a día las incompatibilidades que tienen los ministros de Podemos y los del PSOE. Este lunes, el enésimo choque se ha producido entre la vicepresidenta ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño -que está teniendo que tirar a menudo de su rango-, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La razón esta vez: el salario mínimo interprofesional.

El pasado día 30 de diciembre, la ministra de Trabajo decía lo siguiente: «Estamos discutiendo por 30 céntimos al día para los trabajadores que más lo necesitan. Me da un poco de tristeza. Creo que las empresas españolas pueden soportar una revalorización de 30 céntimos al día». Se quejaba de esta manera que los empresarios españoles no aceptaran una subida del SMI antes de que acabara el año, minimizando el impacto para el empleo y la actividad de las empresas -muy dañadas por la crisis del coronavirus-  de una medida como el alza del salario mínimo.

Pablo Iglesias respaldó a Yolanda Díaz y, pese a que tiene el rango de vicepresidente segundo el que ganó la batalla fue la vicepresidenta tercer, Nadia Calviño, a quien dio la razón Pedro Sánchez para no indignar más a los empresarios, que están sufriendo las peores consecuencias de la pandemia.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha tenido que salir a corregir a la ministra de Trabajo. A su juicio, decir, como ha afirmado Yolanda Díaz, que subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 0,9% sólo supone a las empresas afectadas un aumento de 30 céntimos al día, es restar importancia a una decisión que sí es «trascendente» y «quita el foco» de las cosas importantes, como lograr que los trabajadores inmersos en ERTE vuelvan a su trabajo cuando antes.

Es llamativo ver como una vicepresidenta corrige en público en una entrevista de radio, concretamente en la Cadena Ser, a una ministra de su propio gabinete: «Ese tipo de comparaciones o tratando de quitar importancia a decisiones que sí son trascendentes quitan el foco de lo importante, que tiene que ser centrarnos justamente en la readmisión de los trabajadores que están en ERTE, en que los jóvenes accedan al mercado laboral y en evitar el aumento del paro femenino. Esa tiene que ser nuestra prioridad».

La vicepresidenta recuerda que el SMI ha subido en los últimos dos años y medio casi un 30% y ha insistido en que el impacto de un incremento de esta renta mínima no es el mismo con un crecimiento fuerte que con una caída del PIB de dos dígitos como la de 2020. De todas formas, en los comunicados el Gobierno sigue sin descartar que vaya a producirse una subida del SMI en los próximos meses.

El Ejecutivo esperaba que pudiera haber una subida testimonial a finales de enero o en febrero, pero quiere el aval de CEOE y de CEPYME para adoptar la iniciativa, como ha hecho en los últimos años. Por ahora, la patronal se niega en rotundo a que haya un alza del SMI tras las fuertes subidas de los últimos años.

«Ser coherentes»

Calviño también ha avisado a Yolanda Díaz, sin mencionarla explícitamente, que cuando el Gobierno está tratando de apoyar a las empresas y reducir sus costes «hay que ser coherentes» con las decisiones que se toman. Sin embargo, las empresas se están quejando constantemente que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no está otorgando ayudas directas a las empresas

«Yo entiendo perfectamente que los sindicatos reclamen alzas salariales, igual que entiendo que las empresas pidan un aumento de las ayudas. Pero un Gobierno tiene que tomar medidas con responsabilidad y teniendo claras las prioridades, que son recuperar el crecimiento económico y el empleo y proteger el tejido productivo», ha aclarado.

La vicepresidenta ha dicho que su «prioridad absoluta» en los próximos meses es procurar que se recupere cuanto antes el empleo de los 1,5 millones de personas que están en paro, en un ERTE o percibiendo ayudas por cese de actividad como consecuencia de la pandemia. Aunque en realidad la cifra es mucho peor, porque en este cálculo Calviño no tiene en cuenta a los parados estructurales que ya había antes de la pandemia, y que siguen en situación de desempleo.

«La prioridad debe ser que (estas personas) no se descualifiquen, que sigan teniendo ánimo y capacitación y que podamos ayudar a su readmisión en las empresas o a su reorientación en otros sectores productivos», ha recordado.

Calviño mantiene las previsiones pese a la incertidumbre

En cuanto a las previsiones económicas, Calviño dice que la evolución de la pandemia está introduciendo sobre ellas una «incertidumbre adicional». Sin embargo, opta por mantener sus estimaciones -porque si no los Presupuestos Generales del Estado se quedarían en papel mojado, si no lo son ya-. De hecho, el Gobierno es el más optimista de todos los organismos internacionales y servicios de estudios.

Calviño, sin embargo, opina que todos los riesgos que identificó el Gobierno en el cuadro macroeconómico de octubre «han evolucionado de manera positiva» desde entonces, como las vacunas, las tensiones geopolíticas o los acuerdos para poner en marcha los fondos europeos, informa Europa Press.

A pesar de que aún quedan «por delante semanas y meses complicados», Calviño ha asegurado que la previsión central del Gobierno, de un crecimiento del 7% para este año, se mantiene y tendrá como base el «intenso» avance del PIB logrado en el tercer trimestre de 2020 y el «signo positivo» que prevé también para el cuarto trimestre.

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