La subida de impuestos que planea Sánchez llevará la presión fiscal al nivel más alto de la democracia
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez lo tiene claro: entre sus planes se encuentra una subida de impuestos para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus en la economía española. Pero los economistas alertan al Ejecutivo de que un incremento de la fiscalidad llevará la presión fiscal al nivel más alto de la democracia, que se sitúa en 2005, año en el que gobernaba el socialista José Luís Rodríguez Zapatero.
Así lo han explicado este martes en la presentación del informe «45 años de evolución económica, social, empresarial e institucional de España» el Consejo General de Economistas de España (CGE) y la Cámara de Comercio de España (CCE).
El presidente de la CCE, José Luis Bonet, ha puesto en valor que «si tenemos en cuenta la renta per cápita, el esfuerzo fiscal que realiza España es mayor en comparación con sus socios europeos» y avisa al Ejecutivo: «Cuidado con subir los impuestos».
«España no atraviesa una situación económica para sostener un alza impositiva, sino para hacer una revisión de como se puede enfrentar el Ejecutivo al déficit público para sacar el crecimiento de la economía española del atolladero», añade el presidente de la CCE.
Los planes de Sánchez
Concretamente, Sánchez, ha aclarado que entre sus planes se encuentra una subida de impuestos, aunque ha utilizado los eufemismos de «reforma fiscal» y «justicia fiscal» a los que ya nos tiene acostumbrados. En una entrevista en La Sexta explicó que «es inevitable que haya una reforma fiscal. Queremos tener un estado de bienestar robusto y lo haremos con justicia fiscal».
¿El objetivo del Ejecutivo? Aumentar la recaudación impositiva que, según los datos que maneja el líder del Ejecutivo, se encuentra siete puntos de PIB por debajo de la media de la Unión Europea (UE). Es decir, que Sánchez lo que quiere es conseguir al menos 70.000 millones de euros, para lo que será imprescindible tocar grandes figuras impositivas como el IVA y el IRPF.
«Un impacto sin precedentes»
Mientras, Valentín Pich, presidente del CGE, ha explicado que «el Gobierno de Pedro Sánchez tiene la voluntad de incrementar los impuestos sobre el Producto Interior Bruto (PIB), un escenario que provocaría un impacto sin precedentes en la presión fiscal de España hasta situarse por encima del 35,9%, esto es la mayor tasa en 45 años de democracia».
La subida de los impuestos podría afectar gravemente a aquellos sectores que se han visto gravemente afectados por la crisis del coronavirus como es el caso del turismo: «Los tipos impositivos reducidos tienen mucho peligro, ya que tienen una incidencia directa en el sector turístico, clave para la economía española». Además, califica la posible subida del impuesto del IVA que tiene Sánchez entre manos de «delicada». Explica que se trata de «un impuesto fácil de recaudar, ya que afecta a todo el conjunto de la población».
El problema es que la obsesión del Gobierno socialcomunista por subir impuestos contrasta con la opinión de los expertos y la hoja de ruta que están siguiendo otras potencias, que prefieren dar facilidades y estímulos tanto a sus consumidores como a sus empresas.
Europa baja los impuestos mientras que Sánchez planea subirlos
Mientras, en Europa se suben al carro de la bajada de impuestos. Reino Unido ha sido el último en sumarse a Italia y Alemania que han lanzado ya fuertes reducciones de IVA para relanzar la economía tras el impacto de la crisis del coronavirus y el confinamiento. En concreto, la canciller alemana Angela Merkel ha aprobado las medidas del plan de estímulo propuesto por el Gobierno, incluyendo la reducción temporal del IVA y una bonificación a las familias con hijos a partir del próximo 1 de julio.
Por su parte, Giuseppe Conte ha aprobado una bajada de impuestos que beneficiará, según los cálculos oficiales, a 16 millones de trabajadores con ingresos anuales comprendidos entre los 28.000 y los 40.000 euros. Arrancará a partir del 1 de julio, según avanzó el ministro de Economía, Roberto Gualtieri. Es decir, que mientras que en Alemania e Italia los contribuyentes disfrutarán de impuestos más atractivos durante el verano para relanzar la actividad, en España se apuesta únicamente por elevar el gasto público. Ni se plantea una bajada fiscal.
Además, el Gobierno británico ha anunciado un paquete de medidas de estímulo por importe de unos 30.000 millones de libras esterlinas, esto es 33.300 millones de euros, que incluye desde una bajada temporal del IVA aplicado a la hostelería y el turismo, así como el pago de un bonus a las empresas que mantengan el empleo al menos tres meses tras el final del plan de subsidios públicos o una rebaja del 50% en la factura de las consumiciones en restaurantes durante el próximo mes de agosto.