La SEPI exige la salida de Orihuela de Duro Felguera a cambio del rescate pero no tiene sustituto

La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ha puesto como condición para entregar el rescate prometido a Duro Felguera la salida de su consejero delegado, José María Orihuela. Pero no tiene a ninguna persona para sustituirle, lo cual provoca que la compañía esté descabezada y sin rumbo. Algo que se suma al cambio de condiciones para la ayuda que han puesto en pie de guerra a los bancos acreedores y que puede acabar con la empresa en concurso de acreedores, como ha informado OKDIARIO.

Así lo aseguran fuentes al tanto de la situación. Un portavoz de la compañía reconoce que se ha solicitado la salida de Orihuela, pero sostiene que es una exigencia de la banca acreedora, no de la SEPI. En todo caso, el actual consejero delegado, que ha negociado el rescate y ha convencido al Gobierno para que se lo dé, tendrá que abandonar la compañía si quiere que lleguen los 120 millones prometidos.

Causa honda sorpresa que la SEPI haya pedido la salida de Orihuela (o aceptado la exigencia de que se vaya) sin tener a nadie para sustituirlo. «Están siendo muy torpes. Si quieres echar al consejero delegado, búscate a un sustituto y lo nombras en vez de Orihuela, que se va en ese mismo instante. Lo que no puedes hacer es decirle que se tiene que ir pero no nombrar a nadie», señala una de las fuentes.

«Esto provoca que al CEO ya le dé igual todo, que solo le preocupe su indemnización y que Duro Felguera no tenga a nadie al mando en estos momentos. Y tampoco está llevando la comunicación entre la SEPI y la banca, como hasta ahora», añade otra.

De nuevo, el caos de María Jesús Montero en la SEPI

Se trata de un ejemplo más de la caótica actuación del hólding empresarial público durante la grave crisis actual, cuya cima ha sido el rescate de Plus Ultra. Hay que recordar que María Jesús Montero, la ministra de Hacienda, dijo públicamente que no había encontrado a nadie capacitado para presidir la propia SEPI durante 500 días para sustituir a Vicente Cecilio Fernández Guerrero (al que estaba guardando el puesto pese a estar imputado y que ejercía como presidente en la sombra ). Finalmente, se vio forzada a nombrar a Belén Gualda, hasta entonces presidenta de Navantia.

La salida de Orihuela de Duro Felguera se suma al paso atrás de la SEPI, que ha cambiado las condiciones para concederle el rescate. De los 120 millones prometidos entre créditos y acciones, el hólding público solo quiere poner 40 millones inicialmente, y solo de deuda (que la empresa debe devolver y que tiene un coste de intereses), no de capital. Los 80 millones restantes solo serán desembolsados cuando entre un inversor nuevo en el capital que aporte al menos otros 10 millones.

Sin embargo, la Sociedad sí exige a los bancos que pongan en marcha ya su parte del acuerdo. De momento, tienen que aportar 80 millones en avales, con garantía de la aseguradora estatal Cesce por el 70%.  Y posteriormente, debe refinanciar 65 millones de deuda pendiente.

Ante lo cual, los acreedores se han plantado y han pedido una interlocución directa con la SEPI. Si no se llega a un acuerdo, el fantasma del concurso de acreedores volverá a sobrevolar la compañía, que sigue enfangada tanto en los interminables escándalos de la SEPI como en los suyos propios.