Santander compra la filial de Deutsche Bank en Polonia para ser el líder en banca privada del país
Banco Santander va a comprar el negocio minorista y de banca privada de la filial que la entidad germana Deutsche Bank tiene en Polonia. La operación la realizará el banco español a través de la entidad que gestiona en este país del Este de Europa (Bank Zachodni WBK) y supondrá un desembolso de 305 millones de euros.
Según ha informado el grupo que preside Ana Botín, en esta transacción no está incluida la cartera de hipotecas en divisa extranjera que tiene Deutsche Bank Polska, pero sí incorpora las acciones de DB Securities. También se traspasa la unidad de gestión de activos y la red comercial, con 113 sucursales y unos 1.500 empleados.
Mediante esta operación el Santander quiere reforzar la posición de su filial polaca como tercera entidad financiera del país, con 6,8 millones de clientes y una cuota de mercado de más del 11,7% en créditos y del 11% en depósitos. Su objetivo es convertirla «en la entidad líder de banca privada de Polonia».
Según datos de cierre del pasado junio, lo que compra el banco español es una negocio de 4.350 millones de euros en activos, 4.300 millones de euros en créditos y 2.505 millones de euros en depósitos de clientes.
El banco resultante tras la transacción (integrando los negocios de la filial de Deutsche Bank y la del Santander) tendrá aproximadamente 39.800 millones de euros de activos totales, 30.300 millones de euros en créditos y 28.300 millones de euros en depósitos de clientes.
«Tenemos un gran banco en Polonia con la mejor plataforma de banca móvil del país. En los últimos años, Polonia ha destacado como una de las economías de mayor crecimiento de Europa y creemos que tenemos potencial para continuar creciendo en el país», ha destacado Botín en un comunicado este jueves tras indicar que esta operación permitirá al grupo seguir generando rentabilidad para los accionistas.
La adquisición está sujeta a las aprobaciones correspondientes de los reguladores y se cerrará antes de que concluya 2018. El Santander espera que genere una rentabilidad sobre la inversión del 15% en 2021, con un impacto positivo en el beneficio por acción (BPA) del grupo. En cuanto a la solvencia, el banco considera que la compra no tendrá efectos sobre sus ratios de capital.