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Sánchez y Torra ocultan al comité de Nissan el plan de ayudas propuesto a la japonesa para evitar el cierre

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Pedro Sánchez y Quim Torra.
Carlos Ribagorda

«Hemos leído en los periódicos que les han ofrecido entre 50 y 100 millones de euros en ayudas para evitar que cerraran las plantas de la Zona Franca. Pero en las reuniones privado no nos han dicho nada. Les hemos pedido que nos den el plan industrial que les han propuesto a los japoneses pero nos dicen que sí, que nos lo van a dar, pero hasta ahora nunca lo hemos podido ver». Así denuncian fuentes del comité de empresa de Nissan en Barcelona que tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como el autonómico de Quim Torra les ocultan la oferta que le han hecho a la multinacional japonesa.

Nissan comunicó el jueves pasado a primera hora de la mañana al Gobierno central su decisión de cerrar las plantas de Barcelona el 31 de diciembre próximo, dejando en el aire a 3.200 empleos directos y otros 20.000 indirectos. Una decisión que ya había adelantado la prensa japonesa y que se temían los trabajadores desde hace semanas -habían convocado huelgas y solicitado reuniones con los gobiernos-. De nada ha servido, por lo tanto, el plan ofrecido por el Ejecutivo a la compañía.

«Aunque les hayan ofrecido ayudas de 100 millones de euros, ¿qué supone eso para Nissan?», se preguntan fuentes del comité. «Francia ha dado 8.000 millones a su industria automovilística. ¿Dónde vamos nosotros con 100 millones?», insisten estas fuentes, que cifran en 180 millones de euros las ayudas recibidas por Nissan en los últimos años por parte de Industria y de la Generalitat.

Una de esas últimas subvenciones fue para una fábrica de pintura. «Les dieron unos cinco millones de euros, según nos dijeron. ¿Cinco millones? Generalmente se le echa en cara al sector las ayudas que reciben pero, ¿cuánto dejan en impuestos?», pregunta. «Nissan pagaba impuestos y alrededor de Nissan hay 200 empresas que pagan impuestos gracias a que está aquí. Y el coste va a ser mucho mayor en prestaciones de paro para los que se queden sin nada, y en los impuestos que van a dejar de pagar ellos y las compañías satélites», se lamentan fuentes sindicales de la firma.

Falta de confianza

Llegados a este punto, la confianza en que los gobiernos consigan darle la vuelta a la situación y se revierta el cierre de las plantas es mínima. Representantes de los tres sindicatos mayoritarios en Cataluña, CCOO, UGT y USO, se reunieron el jueves por la tarde con Torra para analizar la decisión de Nissan. «Los políticos ya sabes muy buenas palabras pero luego nada. Que van a pelear para que finalmente no cierren y que van a trabajar en un plan industrial… pero son solo palabras bonitas», explican fuentes que asistieron a esa reunión.

Por su parte, el Gobierno central ha señalado ahora que trabajará junto con el autonómico sobre Nissan y que está preparando «de forma intensa» un plan para el impulso del sector. Un día después de que la marca japonesa anunciara su cierre y el mismo día en el que otras marcas, como Mercedes, han anunciado recortes de producción o despidos de parte de su plantilla.

Los trabajadores sólo confían en lo que puedan hacer ellos hasta diciembre. Prometen que Nissan no se va a cerrar y anuncian todo tipo de movilizaciones. El mismo jueves quemaron neumáticos a las puertas de la fábrica de la Zona Franca y el viernes unos 200 empleados cortaron la Gran Vía en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Los trabajadores, que han cortado ambos sentidos de la marcha, han gritado consignas como ‘Guerra, guerra, guerra, la Nissan no se cierra’ y han aplaudido a los vehículos que les manifestaban su apoyo con el claxon.

Fuentes sindicales anuncian guerra hasta el final. «No se lo vamos a permitir o por lo menos que no tengan la sensación de que va a ser fácil cerrar e irse de Barcelona», explican.

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