Sánchez recula: rebaja 1,5 puntos las previsiones de crecimiento para este año
Aunque ha pasado casi inadvertido, durante su discurso inaugural del foro empresarial España-Emiratos Árabes Unidos, organizado por el ICEX, que se ha celebrado este miércoles por la mañana en Dubái, el presidente Pedro Sánchez ha admitido que las previsiones de crecimiento para este año no son tan optimistas como las que hasta ahora defendía el Gobierno.
En su intervención, Sánchez ha explicado que las previsiones que maneja en la actualidad el Ejecutivo, de cara al próximo ejercicio, es que España crecerá entorno al 5,5%. Una cifra que rebaja en 1,5 puntos las previsiones que venía defendiendo el Ministerio de Economía hasta ahora -que estimaban que la economía crecería al 7%-. Una previsión que servía al Gobierno socialista para vender el mensaje que éramos el país que se estaba recuperando más rápido de la crisis.
Al igual que el año pasado, muchos organismos han puesto de manifiesto el optimismo de las previsiones Gobierno. Funcas ha sido el último en recortar sus previsiones para 2022 y lo ha hecho en cuatro décimas, hasta situar el crecimiento estimado para este año en un 5,6%, frente a la expectativa del cuadro macroeconómico que maneja el Ejecutivo de nada menos que un repunte del 7%. Se alarga así la lista de instituciones relevantes que han metido la tijera a sus pronósticos iniciales de crecimiento para España. La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos, el Banco de España, la AIReF y el Instituto Nacional de Estadística ya habían reducido sus cálculos con anterioridad.
Ante este baño de realidad proyectado desde tantos frentes a la vez, parece que Sánchez no tuvo otra alternativa durante el Spain Investors Day que optar por mencionar en su discurso ante los inversores extranjeros las expectativas de la mayoría de los organismos internacionales sobre el crecimiento de la economía española -tal y como ha hecho en Dubái- de cara a 2022 de algo más del 5%, omitiendo deliberadamente el cálculo notoriamente más elevado del Gobierno de una expansión del 7% para este año.
La renuncia a usar el dato que esgrime el Ejecutivo desde hace tiempo -y que, dicho sea de paso, le ha costado a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, duras críticas en los medios por no ajustarse a lo que predice el consenso de analistas- fue una sorpresa en la medida que se desvió del discurso habitual mantenido hasta ahora por el Gobierno, que se había mantenido en sus trece con las previsiones.
Temas:
- Crecimiento
- Pedro Sánchez
- PIB