Una posible multa al Santander por la trama de Irán no afectará a sus resultados: Citi recomienda comprar
Las posibles sanciones que pueda sufrir el Banco Santander por verse envuelto en la trama de sociedades pantalla de Irán no tendrán impacto material ni en sus resultados ni en su capital. Por ello, hay bancos de inversión que consideran que el castigo sufrido por la acción en Bolsa este lunes, del 5%, es exagerado y recomiendan aprovechar la caída para comprar.
Para empezar, es posible que no haya ninguna sanción si se demuestra que la entidad española ha cumplido con las normas sobre sanciones a terceros, tal como asegura. Y en el caso de que finalmente las haya, éstas serán del orden de cientos, no de miles de millones, por lo que su impacto material sería escaso.
«Todo depende de la escala de las deficiencias y creemos que puede ser una tormenta en un vaso de agua para Santander y Lloyds [el otro banco salpicado por esta trama] tras seguir unos sólidos procedimientos y cooperar completamente con las autoridades», opina Citi.
«No obstante, incluso en el caso de que haya habido negligencia, nos inclinamos a pensar que cualquier impacto económico será de cientos de millones más que de miles de millones. Y, dados los plazos de sanciones precedentes, es improbable que tenga impacto en los beneficios durante varios años», añade.
Citi recuerda que las multas de la FCA (la autoridad financiera británica) nunca han superado los 300 millones. Es cierto que algunos bancos europeos, como Standard Chartered o Unicredit, han pagado grandes sanciones a Estados Unidos por incumplir las sanciones. Ahora bien, se debieron a un incumplimiento continuado de los controles y de las sanciones, no a un caso puntual como el de Santander y Lloyds.
JP Morgan explica que, por cada 100 millones de multa que pudiera recibir el Santander por verse envuelto en este esquema de Irán, su capital se reduciría en sólo 2 puntos básicos (0,02%). «Por tanto, esperamos que el impacto financiero sea manejable», concluye.
Respecto a la probabilidad de una sanción, esta firma advierte de que, aunque el Santander no haya trabajado para una empresa sancionada para Estados Unidos -el titular de la cuenta era una sociedad pantalla que ocultaba el beneficiario final del dinero-, sí puede ser multado por no tener controles suficientemente estrictos para detectar estas situaciones.
Añade que el banco no ha advertido de este riesgo en sus informes anuales (al igual que Lloyds) y recuerda que el Santander ya fue multado con 127 millones de euros en Reino Unido por los fallos de sus sistemas de detección de blanqueo de capitales entre 2012 y 2017.
Castigo excesivo
Si la probabilidad de una sanción por esta trama de Irán no es demasiado elevada y, en todo caso, no tendrá un impacto relevante en las cuentas ni en la solvencia del Banco Santander, entonces «la caída del 5% del Santander en Bolsa es exagerada», según Citi.
«Creemos que el buen comportamiento en los últimos meses es el principal factor que explica esta fuerte caída. El Santander ha tenido un movimiento particularmente favorable tras los resultados anuales de la semana pasada». Por tanto, considera que el castigo sufrido el lunes representa una oportunidad de compra en el valor.
Por el contrario, JP Morgan cree que el coste de capital seguirá elevado -es decir, la cotización continuará penalizada- hasta que haya más claridad sobre este asunto.
La trama de Irán
La filial del Banco Santander en Reino Unido se ha visto envuelta en una trama de sociedades pantalla de Irán que pretendía esquivar las sanciones impuestas a la república islámica por Estados Unidos. Algunas de estas sociedades han operado mediante cuentas abiertas en Londres por testaferros en el Santander y también en el Lloyds.
Estas sociedades pantalla, que ocultan el titular real del dinero, pertenecen a la petrolera estatal iraní Petrochemical Commercial Company (PCC), sancionada desde 2018 por Estados Unidos, que la acusa de obtener cientos de millones para la Guardia Revolucionaria Iraní y de tener relaciones con los servicios de inteligencia de Rusia.
PCC opera en Reino Unido a través de una sucursal, PCC UK, domiciliada en el barrio de Belgravia, cerca del Palacio de Buckingham. En el caso concreto del Santander, esta compañía usaba una sociedad pantalla llamada Pisco UK, cuyo titular es el ciudadano británico Abdollah-Siauash Fahimi. No obstante, se trata de un mero testaferro y Pisco UK pertenece por completo a PCC, según la documentación recibida por el FT.
Esta sociedad abrió una cuenta en el Santander que recibió transferencias de China por valor de cientos de millones de euros. El banco español asegura que no ha incumplido ninguna normativa sobre sanciones, que desconocía la titularidad real de esta sociedad y que ya ha cerrado la cuenta.