Los «Papelitos» del Banco de España desmienten a MAFO y su excúpula en el caso Bankia
Aríztegui desdeñó los "millones de notas, correos, pensamientos, opiniones, papelitos, barruntos" que circulaban por un organismo, el Banco de España, "en el que se escribe mucho".
Entre los «papelitos» que circularon por el Banco de España -en palabras del exsubgobernador Javier Aríztegui- en las semanas previas a la salida a bolsa de Bankia destaca un documento de la Dirección General de Regulación que cuestionaba las cuentas y desvelaba un deterioro de 7.400 millones.
Durante su declaración como testigo ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde se desarrolla el juicio por la salida a bolsa de Bankia, Aríztegui desdeñó los «millones de notas, correos, pensamientos, opiniones, papelitos, barruntos» que circulaban por un organismo, el Banco de España, «en el que se escribe mucho».
Aríztegui defendió las cuentas empleadas para elaborar el folleto de salida a bolsa, que de forma excepcional -lo normal es exigir tres ejercicios contables completos- fueron únicamente las del primer trimestre de 2011, ya que Bankia se creó al cierre de 2010, así como las consolidadas de las siete cajas que se integraron.
El exsubgobernador replicaba así al testigo que le había precedido, el exjefe de Regulación Contable del Banco de España Jorge Pérez.
Un documento interno comprometido
Pérez citó un documento fechado el 8 de julio de 2011 -la salida a bolsa fue el 20 de ese mes- que explicaba que el folleto de la emisión «no mostraba la imagen fiel», y que el enorme descuento en el precio de salida constataba que la información contable recogida en el documento no recogía la realidad.
El informe, que no estaba incorporado a la causa, fue incluido tras la declaración de Jorge Pérez a petición de la acusación particular que ejerce la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), solicitud que fue respaldada por la Fiscalía Anticorrupción.
Tras la exhibición ante la sala de informes y correos elaborados por técnicos del Banco de España que cuestionaban la validez de las cuentas empleadas en la salida a bolsa, dudas que la excúpula de la entidad ha asegurado que desconoce, el testimonio de Jorge Pérez era el primero en el que un directivo del regulador reconocía problemas en la entidad.
El documento de la Dirección General de Regulación, elaborado catorce días antes de la salida a bolsa, detectó contradicciones en la información suministrada por los administradores, que suscitó «dudas respecto de las cuentas anuales consolidadas de diciembre de 2010 y sobre el trabajo de los auditores».
Además, un deterioro de 7.400 millones, cantidad que superaba los fondos propios de Bankia y que en la práctica equivalía a una quiebra técnica.
MAFO decidió seguir adelante
Pese a que el documento desvelado por Jorge Pérez revela que la cúpula del Banco de España conocía el diagnóstico de sus técnicos sobre Bankia, Aríztegui aseguró en su declaración que el proyecto era viable, rechazó que hubiera deterioros ocultos, destacó que los activos estaban «impecablemente reflejados» y minimizó el descuento aplicado en el precio final, cercano al 70 %.
Antes que él, el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez ya había marcado distancias sobre su papel en la creación del grupo BFA-Bankia y su salida a bolsa, pues sólo tuvo que hacer «dos cositas» al respecto, y afirmó que no recibió ninguna alerta sobre la situación de la entidad hasta 2012.
La versión de Javier Aríztegui, que fue subgobernador desde marzo de 2009 hasta junio de 2012, sobre el papel desempeñado por el organismo en los días previos a la emisión, también se contradice con lo expuesto por otro testigo, el que fuera presidente de La Caixa entre 2007 y 2016 -ya en ese momento, CaixaBank-, Isidro Fainé.
El exsubgobernador negó que desde el Banco de España se hubiera instado a los bancos a acudir a la salida a bolsa, en tanto que Fainé aseguró que la entidad catalana accedió a invertir 100 millones de euros en acciones tras recibir la llamada del Banco de España.
Y en concreto, del propio Aríztegui, que en una llamada telefónica le «animó» a hacerlo; al no tener por aquel entonces funciones ejecutivas en La Caixa, Fainé trasladó el asunto al director general, Juan María Nin, y la operación se decidió en la comisión ejecutiva, con la convicción de que se trataba de «una operación de salvamento».
Antes que Fainé, el expresidente del BBVA Francisco González, que declaró como testigo el pasado 3 de abril, habló de los intereses políticos y económicos y las presiones que había recibido para acudir a la salida a bolsa de Bankia, a las que se resistió.
Presiones a Fainé
Aunque coincidentes en este punto, las versiones de los dos exbanqueros son distintas en lo relativo a una serie de encuentros celebrados a instancias del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, en los días previos a la dimisión de Rodrigo Rato al frente de Bankia, en las que además de ellos cuatro estuvo presente el entonces presidente del Santander, Emilio Botín.
Según la versión de González, él personalmente dijo que lo mejor era que Rodrigo Rato presentara su dimisión como presidente de Bankia, lo mismo que había declarado el propio Rato, al que la Fiscalía acusa de estafa a los inversores y para el que solicita cinco años de prisión.
Sin embargo, según el relato de Fainé, en la reunión «sí que hubo una discusión» sobre el relevo al frente de Bankia pero no en los términos expresados por Francisco González, algo que «hubiera sido muy violento».