El pan aún más caro: los futuros del trigo superan los 420 euros por el cierre de los puertos de Ucrania
Los puertos ucranianos no podrán reabrir para las exportaciones de cereales en un mínimo de seis meses y los envíos por ferrocarril son muy complejos y limitados. Estos problemas han bloqueado las salidas de cereales y aceites vegetales a países que eran fuertemente dependientes de los vastos campos ucranianos, como es el caso de España. Una freno en las exportaciones de Ucrania que mantiene los futuros del trigo por encima de los 420 euros y que por consecuencia encarecerán todavía más productos básicos como el pan.
En Euronext, mercado de referencia en Europa, los futuros del trigo no paran de subir. El trigo de entrega para septiembre se ha disparado hasta los 433,75 euros la tonelada. Una subida que se repite para los siguientes meses, y no bajarán de los 400 euros hasta mayo de 2023: el trigo de entrega en diciembre se situará en los 427 euros y en mayo del próximo año seguirán por encima de los 421 euros. Unas cifras que contrastan con las registradas en 2019, cuando la tonelada de trigo se situaba en los 202 euros.
Para el desbloquear esta situación haría falta un acuerdo internacional que garantizara el paso de los buques de grano, algo actualmente complicado, ya que habría que implicar a Rusia. Además, se tendría que organizar una acción coordinada a nivel militar, que incluiría a la OTAN, para retirar las minas, explicó la fuente a un grupo de periodistas de cara a una reunión del G7 hoy y mañana que aborda los desafíos que plantea la invasión rusa para la seguridad alimentaria mundial. Otra cuestión clave es el estado de las instalaciones portuarias ucranianas (terminales férreas, almacenes, grúas), cuya situación se desconoce.
El 30% de las exportaciones mundiales de trigo blando y el 13-15% de las de maíz procedían de Ucrania y Rusia antes del inicio del conflicto. Las alternativas por ferrocarril son limitadas. En primer lugar, porque Ucrania comparte el ancho de vía de la antigua Unión Soviética, diferente al europeo, por lo que los envíos hacia el oeste implican que hay que trasvasar la carga a otros trenes en las fronteras, por ejemplo en Polonia. Eso ya se hace a través de Rumanía, pero de forma «muy limitada», ya que el puerto rumano de salida solo tiene una capacidad de manejar entre 1 y 1,5 millones de toneladas anuales.
Una alternativa más sencilla a nivel técnico sería enviar los convoyes ferroviarios por Bielorrusia hacia Lituania, pero esa opción genera dudas dado que el Gobierno bielorruso está totalmente alineado con el de Moscú y además está sometido también a sanciones internacionales. Además, se da por hecho que la producción agrícola ucraniana se va a resentir y no únicamente este año, debido la destrucción de vías férreas, a la pérdida de mano de obra, movilizada para la guerra, y a la dificultad de aprovisionamiento de semillas y fertilizantes para próximas campañas. Tras el bloqueo de la India a sus exportaciones de trigo, que se suma al de Indonesia para sus envíos al exterior de aceite de palma, la principal opción a corto plazo es redirigir los envíos de otros países exportadores, como Canadá, EEUU, Australia, Argentina o Brasil.