LA 'STARTUP' DE LA SEMANA

Outbarriers, la ‘startup’ que quiere enseñar las ciudades del mundo a los invidentes

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El equipo de Outbarriers (Foto:Outbarriers)

Adrián y José Manuel se conocieron en la facultad de Informática de Granada hace más de 14 años. Durante su etapa en la universidad compartieron clases, apuntes y proyectos donde la última tecnología era la protagonista. Además de estudios, también compartieron ratos libres y amistades. Uno de los amigos del grupo era invidente, pero no le hacía falta ver para escuchar las infinitas batallas que surgían de sus múltiples proyectos. Sin embargo, un buen día se cansó y puso encima de la mesa algo que Adrián y José no se habían planteado: hacer algo por los ciegos.

Un simple comentario cambió sus vidas y fue entonces cuando pusieron en marcha Outbarriers, la startup que quería hacer visible los puntos peligrosos de la calle, las obras y los comercios del mundo. «Nos pusimos en el lugar de nuestro amigo Antonio y pensamos en lo difícil que lo tienen en su día a día, él y las más de 80.000 personas ciegas en España», explica José Manuel, uno de los fundadores de la empresa.

Para que su idea cogiera forma, necesitaron ayuda de fondos europeos y propios. Como todo emprendedor, tuvieron que superar muchos obstáculos. El principal: las balizas iBeacon de Apple, la tecnología escogida para «hacer visible» los obstáculos a los invidentes, no solucionaban el problema. Así que optaron por crear su propia baliza «accesible».

A la baliza se suman otros dos servicios: el WiFri, que permite la conexión automática al Wifi del establecimiento y Menú Accesible, que presenta la carta del menú de los bares para personas con deficiencia visual.

¿Cómo funciona?

Los usuarios solo tendrán que descargarse su app, disponible en Android e iOS. En el caso de los invidentes, gracias a los comandos de voz que incorporan los smartphone, cualquier mensaje que aparece en pantalla podrá ser narrado.

Una vez descargada, «la persona, desde su casa o trabajo, selecciona un comercio de una lista de comercios cercanos. En ese momento se lanza la navegación por GPS que le conduce hacia la proximidades de la tienda. Una vez allí, el móvil detecta la baliza del comercio».

La baliza le da el nombre y la categoría del comercio, a través de mensajes que hacen «accesible» al sitio: «le permite hacerse un mapa mental del sitio y la información comercial, qué servicios o productos se puede adquirir allí. Si finalmente la persona opta por entrar, puede activar un pequeño altavoz que incorpora la baliza y que le permite identificar la puerta y acceder de forma segura».

Objetivo: conquistar España en dos años

Aunque hay alguna que otra baliza por el mundo -por temas de pruebas, explican- están presentes en España: concretamente en 250 comercios de Madrid y Granada. Los establecimientos pagan una pequeña suscripción por el servicio.

Outbarriers pretende llegar a todos los rincones de nuestro país en dos años y están «preparando la plataforma para que se pueda adquirir de forma online y el propio encargado lo pueda instalar siguiendo unas fáciles instrucciones», apunta José Manuel.

El proceso es muy sencillo, dice. «Una vez colocada la baliza en el establecimiento, todo lo demás se realiza desde nuestra web de gestión en el cloud. Lo más importante es crear un mensaje de accesibilidad conciso y veraz. De eso nos encargamos nosotros a partir de la información obtenida del sitio», afirma el fundador de Outbarriers.

Por tanto, no se paga por la baliza, sino por los servicios obtenidos -Outbarriers, WiFi y Menú Accesible- por una cuota de 99€. Aunque para las personas ciegas es «y será gratuito, pues nuestro objetivo es equiparar la igualdad de oportunidades para todos y no tener ciudadanos de primera y segunda», mantiene.

Hasta la fecha, han facturado 72.000€ entre suscripciones y otros servicios y cuentan con 300 usuarios activos. «Aún son pocos, pero lo primero es generar oferta, comercios ‘visibles’», señala el fundador de la empresa.

Se advierte por voz de los obstáculos

Al usuario de la App, se le proporciona información sobre los elementos físicos que pueden ser obstáculos para ellos. «Todo son mensaje de textos que el sistema de accesibilidad lo convierte en voz sintética. Para servicios especiales como audioguía, se permite locuciones de profesionales, que siempre es más cálido que la voz robótica», indica José Manuel.

Outbarriers, ‘Sin barreras’ en castellano, cree que su aplicación permite a las personas invidentes circular por la ciudad con autonomía. «Es entrar en un comercio sabiendo que no vas a pasar vergüenza porque te quedas mirando a la pared», cuenta.

Y es que Outbarriers no solamente es para personas ciegas: es para todo el mundo gracias a sus servicios de accesibilidad universal.

Outbarriers no quiere barreras, no quiere obstáculos en el mundo. «La accesibilidad no es algo «exclusivo» para las personas discapacitadas sino que es inclusivo, que es para todo el mundo. Que las ciudades sean las que adaptan al ciudadano y no al revés. Ciudades amables con todos sus ciudadanos. Sin barreras».

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