Morrison, las zapatillas ‘made in Spain’ que ‘corren’ por el mundo gracias al ‘crowdfunding’

Morrison
Fundadores de Morrison (Foto:Morrison)

Hace dos años, tres amigos de la infancia empezaron a compartir algo más que recuerdos y vivencias. Su amor por las zapatillas les llevó a dar forma a un proyecto que desde hacía un tiempo paseaba por su cabeza. Empezaron de cero, juntándose por las noches y en los ratos libres que tenían después del trabajo y en mayo de 2015, nació Morrison.

«Nuestro objetivo siempre ha sido crear un producto que aunase los gustos de los tres. Nuestros tres estilos de vestir son diferentes entre sí, por eso éramos conscientes de que si conseguíamos diseñar una zapatilla que nos gustase a todos, podríamos llegar a un espectro muy amplio de público», explica a OKDIARIO Pablo Recuenco, uno de los fundadores de la compañía.

Dicho y hecho: Pablo unió sus ideas a las de sus compañeros Álvaro Rodríguez y Álvaro Patón y con sus propios ahorros pusieron a funcionar la maquinaria. «Los tres teníamos un pequeño colchón y con ello desarrollamos las primeras maquetas de las zapatillas, la primera web, las primeras fotos, etc.»

El crowdfunding, la clave de su éxito

Como auténticos emprendedores, buscaron vías de financiación para que el proyecto cogiese fuerza: “hicimos un crowdfunding porque nos pareció una muy buena manera de darnos a conocer y conseguir financiación extra para el proyecto. En 20 días de campaña en Kickstarter recaudamos 22.617 euros, cuando nuestro objetivo inicial eran 12.000 euros. La verdad que fue un éxito absoluto”, asegura.

El crowdfunding no solo les sirvió para ampliar su cartera de inversión, sino también para conocer la respuesta de ‘su público’: “queríamos testar si a la gente de verdad le atraía la zapatilla que habíamos diseñado”. Y la acogida fue muy positiva, tanto que durante la campaña lanzaron siete modelos de zapatillas, a los que se sumarán cuatro ejemplares este mes de agosto.

Desde que nacieron han ido aumentando sus ventas cada mes: “en lo que llevamos de año ya hemos duplicado lo facturado el anterior. Desde principios del 2017, hemos facturado unos 180.000 euros aproximadamente. Es un buen resultado teniendo en cuenta que la tienda online la abrimos en octubre de 2016”, señala.

Todos sus proveedores son empresas españolas

Desde los cordones hasta las zapatillas. Todos los proveedores de Morrison son empresas españolas, “la mayoría de Elche, que es donde se concentra una de las mayores industrias del calzado a nivel europeo. Es uno de nuestros valores, todos nuestros productos son fabricados 100% en España”, indica Recuenco.

Aunque su nombre no es precisamente español, pero tiene su explicación: “queríamos un nombre que se pronunciara igual que se leyera en cualquier idioma, para facilitar la futura internacionalización y sobre todo que te sugiriera algo al escucharlo. Cuando dices Morrison se te viene a la cabeza música, motos, playa, ropa…”

Precisamente es la ropa su otro punto fuerte, aunque Pablo reconoce que no es el motor del negocio. “Tenemos una línea de sudaderas y camisetas. En un principio teníamos la idea de crearlas únicamente a modo promocional, pero a la gente le gustó y decidimos crear algunos modelos para ponerlos a la venta”

Pedidos a todo el mundo

Morrison también se ha hecho un hueco en un mundo que está viviendo el boom de las zapatillas deportivas -donde la gente hace colas y duerme en la calle para conseguir modelos concretos-. De hecho, creen que se diferencian de sus competidores principales por su diseño. “Pensamos que hemos creado algo completamente original, distinto a lo que ya hay en el mercado”.

Gracias a su tienda online, sus zapatillas pueden llegar a más rincones del mundo: “hemos tenido pedidos de todos los países, sobre todo durante el crowdfunding, que en otros países está bastante más extendido. Es una de las ventajas de la venta online”, subraya.

Es en el e-commerce donde también encontramos la razón de ser de su negocio: controlar la experiencia de compra del cliente y llegar al público para el que nacieron, el millenial. “No hay que olvidar que vendemos exclusivamente online, por lo que el perfil de gente que nos compra es aquel acostumbrado al e-commerce y que vive en las redes sociales. Aunque el diseño de la ‘zapa’ está pensado para que guste a gente muy distinta”.

«Emprender es una experiencia de vida»

Y aunque su objetivo es la expansión nacional, no se cierran la puerta a dar el salto al extranjero. “Nuestros recursos son limitados, por lo que tenemos que seleccionar bien a qué publico nos dirigimos para optimizar nuestra inversión. Queda mucho por crecer en España, apenas hemos comenzado”, advierte.

Pero, no todo el camino ha sido de rosas. “Cada día surgen nuevos problemas que tienes que ir resolviendo. Para nosotros, el principal obstáculo ha sido la relación con proveedores. Los hemos encontrado muy profesionales, pero también todo lo contrario. Y estos últimos te pueden hacer mucho daño. Poco a poco te vas quedando con los buenos y es cuando las cosas empiezan a funcionar mejor”, mantiene.

Pablo y los dos Álvaros se mueven por esa filosofía: “Emprender es una experiencia de vida que no es comparable con nada. Con todo lo que hemos aprendido de los aciertos y los errores, es como si hubiéramos hecho un máster”

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