Moody’s mejora la calificación de Repsol de ‘negativa’ a ‘estable’
Moody’s ha mejorado la perspectiva del rating de Repsol (‘Baa2’) de ‘negativa’ a estable’ ante la expectativa de una mejora en sus parámetros de crédito en 2017 respaldada por la consecución de un recorte de costes y por las sinergias obtenidas de sus negocios, además de por una posible recuperación en el precio del crudo y nuevas desinversiones.
Así lo señala Elena Nadtotchi, vicepresidente senior credit officer de Moody’s y principal analista de Repsol para la firma, que explica que el rating de la compañía está apoyado en su «resiliente» perfil de generación de caja, basado en sus significativas operaciones de refino y marketing en Europa, que rebajan la volatilidad en los beneficios y contribuyeron en aproximadamente dos tercios del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 2016.
Para Moody’s, Repsol debería ver los beneficios de su mayor dimensión en el negocio de exploración y producción tras la adquisición de la petrolera canadiense Talisman Energy. Una más elevada producción, la mejora de márgenes y los objetivos de recorte de costes deberían proyectar el Ebitda ajustado de Repsol al entorno de los 6.000 millones desde los 4.500 millones alcanzados en 2016, sostiene la firma.
La agencia de calificación espera también que las operaciones de ‘downstream’ mantengan su sólida contribución a los beneficios y que las mayores ganancias mantengan positiva la generación de free cash flow, tras cubrir cerca de 3.600 millones en gasto de capital e inversiones en filiales y alrededor de 300 millones en dividendo flexible en 2017.
Tras la adquisición de Talisman en 2015, Repsol hizo de la reducción de deuda una prioridad estratégica y se marcó como objetivo alcanzar unos 6.200 millones en desinversiones, de los cuales más de la mitad fue acordada ya en 2016.
A la vista de las anunciadas desinversiones y la esperada mejora en beneficios y generación de cash flow, Moody’s espera que la posición neta de endeudamiento de Repsol se rebaje desde un ratio de 3,3 veces la deuda sobre el Ebitda registrado a finales de 2016 a dos veces.
De esta manera, Moody’s se convierte en la tercera agencia de calificación de las ‘grandes’ que mejora la perspectiva de rating de la petrolera española.
El pasado mes de mayo, Fitch ya había elevado de ‘negativa’ a ‘estable’ la perspectiva del ‘rating’ de Repsol después de considerar que la compañía, tras las últimas decisiones adoptadas, se encuentra en condiciones de mantener la disciplina financiera. Anteriormente, S&P también había mejorado la perspectiva de la compañía de ‘negativa’ a ‘estable’, confirmando su rating en ‘BBB-‘, reconociendo así los esfuerzos de la petrolera para reducir deuda y la marcha de su negocio en un entorno marcado por los bajos precios del crudo.