El mercado no cree a los productores de petróleo: el supuesto pacto no impulsará el precio

El 30 de noviembre Viena se va a convertir en un ir y venir de capos del petróleo. En la sede de la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP) se va a debatir si hay o no hay recorte de la producción del crudo para poder aumentar el precio del oro negro. Los analistas consultados por OKDIARIO se muestran poco optimistas, no creen que haya acuerdo, y auguran una caída hasta los 40 dólares/barril. Los países exportadores podrían estar marcándose un farol para ver cómo se mueven los precios.

De momento, nadie se atreve a despejar la incógnita, siguen las especulaciones en torno a un posible apretón de manos entre los miembros de la OPEP para congelar la producción del crudo. “No creo que haya acuerdo de mínimos porque ni Rusia ni los países del Golfo pueden soportar una nueva vuelta a precios de enero”, explica a OKDIARIO Jesús de Blas, analista de Crédit Agricole Mercagentes. No perdamos de vista Arabia Saudí, un país del Golfo Pérsico rico donde los haya gracias al petróleo, que por primera vez ha tenido que acudir al mercado de deuda pública. “Un hecho que hizo saltar la alarma sobre el porqué de la necesidad de financiación: es decir, por primera vez se planteaba si los bajos precios estaban empezando a afectar a su economía”, comenta Sara Carbonell, desde CMC Markets.

La OPEP cada vez controla menos los precios y podría estar marcándose un farol con el posible acuerdo con Rusia para ver cómo se mueven los números. Desde CMC Markets, se muestran más optimistas con respecto a esta reunión, “le concedo muchas más posibilidades que en encuentros anteriores, es la primera vez que Arabia Saudí está dispuesta recortar la producción (según declaraciones hasta un 4,4%)”. Según el preacuerdo filtrado a bombo y platillo, la producción conjunta del grupo se limitaría a un nivel de entre 32,5 y 33 millones de barriles al día en 2017. Un informe de Goldman Sachs defiende que, a pesar de un pacto, los precios seguirán a la baja. «A priori, es cierto que podría haber acuerdo en la reunión del 30 noviembre, pero hay más dudas sobre la efectividad de esta medida», explica Victoria Torre, directora de Análisis de Self Bank. 

Según el analista de Crédit Agricole Mercagentes se llevan semanas “especulando con este tema, incluso ha habido cambios de opinión realmente impactantes, de verlo en enero a 20 euros a considerar 60 euros, para estos días dejarlo en 40 euros”.

Desde el año 2014, el barril ha perdido tres cuartas partes de su valor, ayer mismo el Brent cerraba en los 46,6 dólares arrastrando a las plazas europeas. Por ahora muchos productores han suplido rebaja de precio con incremento de la producción, este ha sido el caso de Noruega.

En el momento en el que haya un repunte del precio de petróleo, asegura Torre «veremos retornos en la industria de fracking y petroleras tradicionales una vez implantados sus planes de reestructuración».

Los otros actores en el escenario petrolero

El país del Mar del Norte, que no forma parte de la OPEP y que no acudirá a dicha reunión, aunque también ha sufrido estos mínimos. “Pero su fondo soberano se ha nutrido durante años de importantes ingresos por el petróleo y han conseguido capear mejor estos momentos con su previsión y diversificación inversora”. De momento, países como este decide quedarse al margen, “aunque ganarían más con un alza en los precios, aún pueden soportar las cifras actuales”, según Carbonell. Además, la noruega Statoil y la nacionalizada YPF han firmado un acuerdo de cooperación para profundizar en el conocimiento sobre el potencial del mar argentino.

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, también está harto interesado en que no haya recorte de la producción, “el 95% de las exportaciones del país son de petróleo”, recuerdan en CMC Markets. Preocupado por este acuerdo y tirando de sus dotes de persuasión está haciendo un tour por Oriente con el propósito de ganar aliados.

Los precios también se verán afectados si Donald Trump gana las elecciones presidenciales. El magnate está a favor totalmente del sector del crudo, no quiere ni oír hablar de energías limpias o alternativas al petróleo. Sostiene que el crudo es la llave de la nación y por ello, confirma Carbonell, “si gana el empresario, habrá un impacto positivo sobre las empresas petroleras, aunque de manera cortoplacista”.

Por otra parte la perspectiva de demanda para 2017 no es de incremento, especialmente por parte de China, que antes de su ralentización era uno de los mayores importadores. Existen, además, factores a medio y largo plazo que mantendrán a raya el precio del petróleo y que debemos olvidar. Es el caso de la aparición de vehículos más eficientes, nuevos combustibles (del mineral se pasa al vegetal), una mayor concienciación social contra contaminación, etc» Demasiado actores en la función para coordinar movimientos que favorezcan a todos.