Transporte

La mano derecha de Puigdemont trató de influir a favor de Uber y su principal socio de licencias VTC

Según el relato del juez, el 'fontanero' de Puigdemont David Madí unió fuerzas con representantes de Moove Cars y de Uber ante la Generalitat de Cataluña apenas una semana después de ser uno de los principales instigadores de los disturbios como protesta por la sentencia del 'procés'.

Madí
David Madí y Artur Mas juntos en una foto de archivo. (Foto: Wikimedia)

Una de las principales ‘manos derechas’ de Carles Puigdemont, el conocido muñidor del ala ‘puigdemonista’ del nacionalismo catalán David Madí, presionó durante el pasado año al Gobierno de la Generalitat de Cataluña para tratar de cambiar a su favor la regulación del sector de las plataformas digitales para transporte urbano que utilizan las autorizaciones de vehículo de transporte con conductor (VCT) en una reunión donde estuvieron presentes Uber -plataforma de movilidad- y Moove Cars -su principal socio propietario de autorizaciones de transporte con las que Uber opera-.

Según el relato del juez, Madí ejerció esta labor de ‘lobby’ a favor de Uber y Moove apenas una semana después de ser uno de los principales responsables de la instigación de desórdenes públicos en las calles catalanas como protesta por la sentencia del ‘procés’ que condenó a Oriol Junqueras y el resto de políticos independentistas.

El responsable de parte de la estrategia secesionista del ex presidente catalán, también sacó tiempo para tratar de influir en contra de la regulación que protegía a los taxistas

Según ha publicado esta semana el juez Joaquín Aguirre en un auto, en el que se investiga a Madí por delitos de «malversación de caudales públicos, prevaricación, tráfico de influencias, desórdenes públicos y blanqueo de capitales»; el que es considerado uno de los estrategas de Puigdemont y responsable de parte de la estrategia secesionista del ex presidente catalán, también sacó tiempo para tratar de influir en contra de la regulación que protegía a los taxistas catalanes.

El juez relata en su auto de aseguramiento, entrada y registro, que «del interés de David Madí y su socio Rafael García Tapia en el mercado de las VTC se desprende un importante tráfico de influencias por parte de David Madí con altos cargos del Departamento de Territorio como el consejero Damià Calvet, el Secretario de Infraestructuras Isidre Gavín, el Subdirector de pág. 6 de 15 Ordenación del Transporte, Josep Maria Fortuny y el nuevo Director General de Transportes, David Saldoni. Precisamente, el día 25.10.2019 David Madí y Rafael García Tapia mantuvieron una reunión en el Departamento de Territorio con el Conseller Damià Calvet y a la que asistieron Juan Galiardo Sosa, representante de Uber y los altos cargos del Departamento Isidre Gavin Valls y Pere Padrosa Pierre».

Una ley en su contra

Durante el mes de enero del pasado año, tal y como fue adelantando en sucesivas informaciones OKDIARIO, la Consejería de Territorio de Cataluña, liderada por Damià Calvet, del partido de Puigdemont, estableció una normativa para que Uber y Cabify tuvieran que precontratar servicios con un mínimo de 15 minutos, lo que dificultaba su funcionamiento como alternativa a los taxis.

La legislación catalana vía decreto se desarrolló con rapidez y el 31 de enero de 2019 Uber y Cabify desenchufaban su app en Barcelona. Los primeros rechazaron volver mientras no cambiara la legislación. Y para tratar de que ésta cambiara echaron mano de Madí, una de las personas más influyentes del ala empresarial del independentismo. Madí ha sido premiado por el ala ‘puigdemonista’ del PdeCAT con puestos en empresas públicas de la Generalitat como la presidencia de Aigües de Catalunya. Madí, una suerte de Iván Redondo del secesionismo, es identificado por el juez como uno de los principales responsables de los desórdenes públicos ocurridos en Barcelona y otros puntos de Cataluña durante más de una semana el 15 de octubre tras la sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a los políticos independentistas.

Solamente nueve días antes de esta reunión, Galiardo aseguraba que Uber no volvería a Barcelona mientras se mantuviera la regulación restrictiva y ya avanzaba que había tenido «contactos con la Generalitat» en este sentido.

CEO de Moove Cars

El auto del juez de instrucción de Barcelona señala que el independentista Madí era «socio» de Rafael García Tapia, quien acudió a la negociación gracias a la intermediación de Madí en calidad de consejero delegado de Moove Cars, el gigante de las licencias VTC -posee 5.000 autorizaciones- presidido por Jaime Castellanos y controlado por el fondo de inversión neoyorquino King Street Capital.

Tanto Uber como Moove Cars, al igual que Cabify, sufrieron un importante golpe con la legislación restrictiva de Barcelona, la segunda ciudad en importancia del tráfico después de Madrid.

García Tapia abandonó meses después el puesto de consejero delegado de Moove Cars, tal y como informó OKDIARIO. En las fechas de la reunión compartía puesto de CEO con Manuel Puga, que se quedó como máximo responsable de la firma.

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes de Uber y de Moove Cars, que no han aportado información sobre estas reuniones.

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