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Mango remonta en 2019: la textil cerrará con resultados positivos tras tres años consecutivos de números rojos

Mango @Getty
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María Villardón

«Las ventas nos han ido muy bien hasta ahora y esperamos llegar a resultados positivos a cierre de 2019», así lo ha asegurado Toni Ruiz, director general de Mango, en la presentación del nuevo centro logístico de Lliçá d’Amunt (Barcelona) en el que han hecho una inversión de más de 230 millones de euros.

Eso sí, a pesar del optimismo que destilan sus palabras, el directivo de la compañía de moda no ha querido hacer estimaciones precisas –en cifras– de los resultados financieros a cierre de año porque, según ha explicado, «esta es la semana más importante del año para nosotros con diferencia –en referencia al Black Friday– junto con las ventas procedentes de la Navidad». Y no es para menos, según ha asegurado Antonio Pascual, supply chain global director de Mango, durante el conocido ‘Viernes Negro’ los pedidos online pueden llegar a multiplicarse por cuatro.

Mango, la compañía textil número dos en España por su cifra de negocio, cerró el ejercicio 2018 con incremento del 17% de su resultado bruto de explotación –Ebitda– hasta llegar a los 135 millones de euros. Sin embargo, no consiguió salir de pérdidas y registró en el mismo periodo unos números rojos de 35 millones de euros frente a los 33 millones de euros de 2017, es decir, aumento del 6%.

Con este escenario, en el que los números no han acompañado a la fuerte transformación que ha llevado a cabo la textil, según ha reconocido el alto directivo, Mango sigue remando para salir de los números rojos y lo hace con proyectos ambiciosos –como este centro logístico barcelonés que abastece tiendas y puntos satélite de distribución de ecommerce– que elevará su capacidad de respuesta ante la tendencia de aumento de ventas percibida ya durante 2018.

Concretamente, las ventas de Mango ascendieron un 1,8% en el citado periodo hasta los 2.233 millones de euros, una cifra positiva frente a dos ejercicios consecutivos de descenso. «Llevábamos varios años en los que habíamos bajado ventas y los resultados no nos habían acompañado», explica Ruiz. Esto es debido, según el director general, a que 2018 ha sido un «periodo de evolución y un escenario complejo» que, no obstante, esperan cambiar este 2019 con buenas noticias: revertir los números rojos y cerrar 2019 en positivo. 

Nueva reducción de la deuda financiera

En los dos últimos años, Mango ha reducido a la mitad su deuda financiera neta al pasar de 617 millones de euros a 315 millones. En concreto, la reducción del año pasado fue de 100 millones de euros, pero, además, en diciembre de 2018 la textil catalana firmó un acuerdo de refinanciación hasta el año 2023, un aspecto que permitía –y permitirá– a la empresa acogerse a unos plazos de amortización más cómodos.

En esta línea, Ruiz ha destacado que Mango reducirá la deuda financiera neta a cierre de 2019 gracias al buen comportamiento de las ventas y a la positiva acogida de la apuesta comercial de la compañía. «La voluntad de Mango es devolver la deuda en poco tiempo, más o menos en un par de años, estaremos en positivo y podremos devolverlo al banco», ha explicado Ruiz.

Otro de los aspectos que ha destacado el alto directivo de Mango ha sido el paso que han dado para dejar de depender únicamente de las entidades financieras. Por primera vez en su historia, Mango emitirá deuda de 200 millones de euros a través de un programa de pagarés en el Mercado Alternativa de Renta Fija (MARF). «No necesitábamos financiación adicional, pero sí queríamos entrar en una financiación alternativa a la bancaria», ha matizado el director general de la textil.

Los títulos, según explicaban en un comunicado emitido la semana pasada, serán exclusivamente colocados entre inversores profesionales, tendrán un valor nominal unitario de 100.000 euros y el vencimiento será de hasta 24 meses. La previsión inicial es tener un saldo vivo de entre 25 millones y 30 millones de euros.

Una apuesta por la innovación y el ecommerce

Silo de almacenaje del centro logístico de Mango en Lliçà d'Amunt @Mango
Silo de almacenaje del centro logístico de Mango en Lliçà d’Amunt @Mango

El nuevo centro logístico de Lliçá d’Amunt (Barcelona) que Mango ha presentado este miércoles es de una gran ambición. Las cifras, que resultan apabullantes, son tozudas y muestran que la compañía ha pensado en la sostenibilidad empresarial a medio y largo plazo, así como una apuesta clara por la venta online apuntalada en el incremento del 31% hasta los 445 millones de euros de 2018, lo que supuso el 20% del total de la facturación. Este año, según aseguran desde la compañía, quieren aumentar la cifra hasta el 25% en 2019 y el 30% en 2020.

Este nuevo centro logístico posee una superficie de 190.000 metros cuadrados, permite la manipulación de 75.000 prendas por hora para abastecer a las más de 2.100 tiendas que la compañía tiene en más de 110 países. Según explican, este nuevo ‘modus operandi’ logístico permite una versatilidad que aumenta la capacidad de respuesta en materia de distribución de pedidos para tiendas propias y franquicia, así como a puntos satélite para la distribución de comercio online. En materia de empleo, posee una plantilla de 600 personas.

Para 2023 está previsto que quede finalizada la segunda fase de construcción del centro logístico, que sumará 90.000 metros cuadrados adicionales de superficie. Esta ampliación, que ya estaba proyectada desde el momento en que se diseñó el centro logístico, según aclaran desde Mango, supondrá una inversión de aproximadamente 35 millones de euros y, por ende, un aumento de la empleabilidad.

La finalidad de la ampliación es doble, por un lado, permitirá al centro poder seguir asumiendo el crecimiento de la logística de ecommerce –pudiendo enviar pedidos directamente al cliente final– y, además, por otro, dotará de mayor capacidad y agilidad a la zona de expediciones.

«Veremos los frutos en las ventas y los resultados», ha concluido Ruiz en su intervención desde el nuevo centro.

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