PRESENTA SU LIBRO SIN ATISBO DE CRÍTICA

MAFO: Érase una vez un Gobernador que no gobernaba

Fernández Ordóñez
El ex Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez desempeñó, en diferentes Gabinetes socialistas, las funciones de secretario de Estado de Economía, Hacienda y Presupuestos, después estuvo en el Banco Mundial, en el Tribunal de la Competencia pero en el lugar en el que más se le recuerda es cuando fue Gobernador del Banco de España entre 2006 y 2012, o lo que es igual en los años más complicados de la crisis.

Su nombramiento fue muy comentado pues rompía una regla no escrita por la que ninguna persona que hubiera sido nombrado por un partido político podía ocupar el organismo ubicado en la calle de Alcalá de Madrid que se suponía que era independiente del Gobierno. Además, era habitual que fuese gente del propio Banco de España la que llegase, tras una larga carrera, a los cargos más altos de esta institución.

MAFO, apocope que inventaron los periodistas para referirse a él y que odia el propio Ordóñez, era economista del Estado y su trayectoria al frente del Banco de España nos demuestra lo que no reconoce en su libro desmemoriado, «Economistas, políticos y otros animales»; en sus decisiones tuvo mucho peso el poder político del anterior Ejecutivo.

Tan es así, que afirman en los mentideros madrileños que no se le cesó en 2012 al llegar el PP para que pudiese mantener una generosa jubilación, 180.000 euros anuales, a cambio de que mantuviera un prudente silencio sobre todo lo que pudo hacer y no hizo. De hecho, en estos cuatro años sólo se le ha escuchado hablar sobre la reforma laboral y ahora alza levemente la voz ante la posibilidad de que el PP deje la Moncloa.

En esta obra califica como «animales» a periodistas, organismos internacionales y grupos de presión. Que influyeron, por ejemplo en el ámbito bancario, para que las provisiones sobre créditos no fueran tan altas como las que imponía el propio Banco de España y que él aceptó.

Por supuesto, si quieren ustedes saber qué pasó con Bankia, las preferentes, las black, los sueldos millonarios de los gestores de las cajas, algunas salidas a Bolsa, nada encontrarán pues al ser asuntos judicializados el exgobernador no puede hablar de esta materia. Tampoco aclara por qué se escondieron en los cajones de su noble despacho, las alertas que muchos funcionarios de esta institución transmitieron a sus jefes sobre incumplimientos flagrantes que se estaban cometiendo en las cajas de ahorro sin ir más lejos. Lo único que le escuché este miércoles fue decir que ya el actual subgobernador, Fernando Restoy, allá por el 2003 advirtió de que los precios de venta de los pisos en España estaban un 30% por encima de su coste real.

Ordóñez afirmó que él tampoco supo ver la crisis que se avecinaba, que cumplió en todo momento los mandatos que le venían de organismos internacionales, las sugerencias del Gobierno y eso sí, dijo que el responsable de que España perdiese la confianza internacional se debe a las actuaciones del ministro Luis de Guindos y la gestión económica que ha realizado el Gobierno del Partido Popular.

Él apostó por la concentración de cajas pues es la mejor fórmula de que se resuelvan los problemas como indica la práctica bancaria, creó el FROB, se incrementaron las provisiones hasta 125.000 millones de euros y recordó que él nunca dijo que España tenía el mejor sistema financiero del mundo. Fue obra de un tal Zapatero que le nombró en su cargo.

La verdad es que escuchándole no me extraña nada que afloren movimientos de hartazgo en nuestro país. Ver a un señor que ha sido Gobernador del Banco de España no asumir ni una sola responsabilidad y echarle la culpa al empedrado sorprende y avergüenza a partes iguales. Sobre todo, porque para cobrar uno de los mejores sueldos que ofrece la Administración Pública española para eso no había dificultad alguna.

El libro, que está dedicado a su mentor político, el fallecido Miguel Boyer aglutinó a parte de los pesos pesados del PSOE con mando en el ámbito económico. Así pude ver a Carlos Solchaga, del que dicen los maledicentes que no cabe más maldad en un cuerpo tan pequeño, a Pedro Solbes que fue incapaz de saludar a Elena Salgado evidenciando la mala relación que siempre han tenido pues uno cree de la otra que llevo a cabo todo aquello que le dijo a ZP que no había que hacer o Miguel Sebastián. Un ministro que en la televisión confesó que él sabía que venía la crisis pero no quería ser y cito textualmente «el que quitara la música en medio de la fiesta». También acudió Isabel Preysler, viuda de Miguel Boyer, acompañada de su novio, Mario Vargas Llosa que es Premio Nobel pero no acudía a hacer la critica literaria de esta obra decepcionante.

Lo último en Economía

Últimas noticias