Declaración de la renta

Lo que debes hacer para deducirte los gastos del dentista en la declaración de la Renta: no regales un euro

gastos del dentista
Blanca Espada

Hace casi un mes desde que comenzara la campaña de la renta, y si eres de los contribuyentes que todavía no la has presentado, tal vez sea por falta de tiempo, aunque también los hay que no la han hecho por desconocimiento de todas las deducciones que se pueden aplicar. Y no es para menos: cada año surgen novedades que, de no conocerlas a tiempo, pueden hacer que perdamos oportunidades de ahorrar. Una de las más destacadas este año es la posibilidad de deducir ciertos gastos médicos, como los del dentista.

El impulso por presentar la declaración cuanto antes es comprensible, pero no siempre es lo más recomendable. Las prisas, en este caso, pueden salir caras. La Agencia Tributaria tarda unos días en actualizar todos los datos fiscales, y además, puede haber nuevas deducciones o cambios normativos a mitad de campaña. Por eso, esperar un poco y revisar bien toda la información puede suponer un ahorro importante. Especialmente si vives en una comunidad autónoma con deducciones específicas, como Cantabria, donde los gastos en tratamientos dentales ahora son fiscalmente deducibles en ciertos casos. De este modo, hacer la declaración correctamente (y aprovechar todas las deducciones posibles) puede marcar la diferencia entre pagar o que te devuelvan. Además, este año Hacienda ha reforzado los controles para evitar errores, fraudes o deducciones indebidas. Así que conviene actuar con prudencia, pero también con inteligencia fiscal. Te contamos cómo y cuándo puedes deducirte los gastos del dentista y qué necesitas tener en cuenta para no regalarle a Hacienda ni un euro de más.

Lo que debes hacer para deducirte los gastos del dentista

Aunque a nivel estatal los tratamientos dentales no se incluyen como deducción general en el IRPF, algunas comunidades autónomas han decidido introducirlos dentro de sus beneficios fiscales. Una de las más destacadas es Cantabria, donde ya es posible desgravar una parte de los gastos del dentista en la declaración de la Renta. Esta deducción puede aplicarse no solo al propio contribuyente, sino también a otros miembros de la unidad familiar.

¿En qué consiste exactamente esta deducción? Se permite desgravar hasta 500 euros en declaraciones individuales y 700 euros en las conjuntas, siempre que se trate de gastos relacionados con tratamientos médicos, entre ellos los dentales. La cifra puede incrementarse hasta en 100 euros adicionales si el contribuyente o un familiar directo tiene reconocida una discapacidad del 65% o superior. Eso sí, conviene guardar todas las facturas y justificantes médicos: Hacienda puede pedirlos.

También te puedes deducir el seguro del hogar

Otra deducción interesante que muchos pasan por alto es la del seguro de hogar. En este caso, sí se trata de una deducción contemplada a nivel estatal, pero no está al alcance de todos. Sólo puede aplicarse en tres supuestos muy concretos: si tienes una hipoteca contratada antes del 1 de enero de 2013, si eres propietario de una vivienda que alquilas a terceros o si trabajas desde casa como autónomo.

En cualquiera de estos casos, el seguro de hogar puede formar parte de los gastos deducibles en tu declaración. Por ejemplo, un autónomo que desarrolla su actividad profesional desde su vivienda habitual puede imputar una parte proporcional del seguro (y otros gastos como la luz o el internet) a su actividad económica. Como siempre, lo fundamental es conservar todos los recibos y asegurarse de que el gasto está vinculado a una actividad que pueda justificar fiscalmente.

Otros gastos médicos que también te puedes deducir

Aunque los gastos del dentista han sido la gran novedad este año, no son los únicos gastos sanitarios que pueden deducirse en algunas comunidades autónomas. Por ejemplo, también puedes tener derecho a desgravaciones por gastos relacionados con enfermedades, embarazo, parto, accidentes o incluso situaciones de invalidez. Las condiciones específicas varían mucho en función del lugar de residencia, así que es fundamental consultar la normativa fiscal de tu comunidad.

En general, las deducciones médicas están pensadas para aliviar el coste económico que suponen estos eventos en la vida de una familia. Por eso también se extienden, en muchos casos, a los hijos o ascendientes a cargo. Si has tenido un año complicado en lo sanitario (una operación, tratamientos costosos, seguimiento médico intensivo) es muy probable que puedas aplicar alguna deducción en tu declaración. Y si no estás seguro, un buen asesor fiscal puede marcar la diferencia.

¿Por qué no es buena idea presentar la Renta el primer día?

Cada año, con la llegada del mes de abril, miles de personas se lanzan a presentar la Renta en cuanto se abre el plazo. Lo hacen pensando que cuanto antes se quite el trámite, mejor. Pero esta estrategia puede jugar en contra. Los datos fiscales que ofrece la Agencia Tributaria pueden tardar varios días en estar completamente actualizados. Y lo que es peor: si presentas la declaración demasiado pronto, podrías hacerlo sin tener en cuenta deducciones nuevas, como las de este año, y perder dinero sin darte cuenta.

Además, este año Hacienda ha endurecido los controles, y está muy atenta a cualquier descuido o intento de deducción no justificada. Es preferible tomarse unos días, revisar toda la documentación con calma y asegurarse de que se incluyen todas las deducciones a las que se tiene derecho. También conviene recordar que, en caso de tener dudas, se puede modificar el borrador antes de enviarlo definitivamente. Pero si ya se ha presentado y se detecta un error, corregirlo es más complicado.

Consulta siempre las deducciones autonómicas

Un punto clave que muchas personas no tienen en cuenta es que, además de las deducciones estatales, cada comunidad autónoma puede establecer sus propias rebajas fiscales. Y, en muchos casos, son bastante generosas. Es aquí donde aparecen las deducciones por gastos del dentista, por atención médica o por situaciones personales como el nacimiento de hijos, discapacidad o cuidados familiares.

En algunas comunidades también se contemplan ayudas por la compra de libros escolares, el alquiler de vivienda o incluso por ser familia numerosa. Por tanto, lo mejor es no quedarse sólo con el borrador estándar que ofrece la web de la Agencia Tributaria, sino entrar a fondo en las particularidades fiscales del lugar donde se reside. Puede parecer un lío, pero el ahorro que puede suponer merece la pena.

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